Viernes 31 de Julio

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Ahora que Gerard tenia el conocimiento de que sus sentimientos por parte del mayor eran correspondidos no podía evitar pensar en el, o sacarlo siquiera de su mente cuando estaba en horas de clases, siempre podías ver a aquel adolescente rayando en sus libretas su nombre junto al del mayor, era su primer amor.
Su mano estaba apoyada junto a su mejilla mientras esta vez con una pluma rosada hacia en el borde de una página un corazón, había una actividad que debía hacer, la haría después juntó a los otros 6 trabajos pendientes, el timbre del receso había sonado hace ya cinco minutos, y su compañero de clases le había estado hablando desde hace tres minutos, y Gerard no daba ninguna señal de vida hasta que finalmente el rubio de cabello algo largo, lo había tomado por los hombros y lo había sacudido sutilmente.

- Ay! Oye!- Se había quejado el de ojos verdes y después cruzo los suyos con los azules.- No estoy sordo, puedes hablarme si se te ofrece...- Giro su rostro y se quedo callado notar que no había nadie.- Algo...- completo.- ¿En... En dónde están todos?- pregunto algo asustado.

- Eso es lo que quiero decirte...- El menor lo interrumpió poniéndose de pie.

- Dios! Eres el viajero del tiempo! Eres Frank el conejo, y yo... Yo debo ser Donnie... Bueno no soy el yo soy Gerard, pero es como la película, Adelante! Cuando se acabara el mundo?- Había hablado Gerard con una velocidad increíble, pero el más alto sólo comenzó a reír.

- ¿Qué... ?- Pregunto aún riendo.- No... No me llamo Frank, no llevo una botarga de conejo demoniaco, y tengo mis dos ojos bien... ¿Ves? Me llamo Bert, mucho gusto!- Exclamo brindándole su mano para después estrechar la, esta era rasposa y grande a comparación con las de el, que eran pequeñas y suaves.- Para llevar años en mismas clases no te conocía... ¿Cómo te llamas?- pregunto el algo curioso.

- Me llamo Gerard.. Mucho gusto...- Había murmurado Gerard algo sonrojado y bajando su mirada ante eso.

- Genial! Ahora eres mi amigo.- Notifico Bert con demasiado entusiasmo.- ¿Qué dices si vamos al receso, que ya perdimos como diez minutos de el...- Propuso Bert y después aún con la mano del más pequeño comenzó a salir del salón, y Gerard no opuso resistencia, le había agradado Bert... Le agradaban todas las personas que conocieran su película preferida Donnie Darko.