Viernes 31 de Julio

7

  Dentro del auto Gérard miraba sin entender al mayor, aquel extraño comportamiento, Dios, Bert era su mejor amigo Frank no tenia por que dudar así de el, ¿Oh sí?

En un alto cuando la tensa mano de Frank se poso en la palanca de velocidades del auto el menor intento tomarla pero el mayor rápidamente la aparto y miro molesto al oijiverde, este se sintió totalmente incomodo y lo único que pudo hacer fue quedarse pequeño en el asiento, abrazando su mochila contra su pecho.

     - ¿Quien carajos era el?- Pregunto Frank, de una manera fuerte, y posesivo.

      - Bert..  Es un amigo...- Murmuro el menor, sin ninguna pizca de mentira.

       - Un "amigo"?- Pregunto sarcástico el mayor.- Pues no te quiero volver a ver con ese tipo...- Declaro Frank encendiendo de nuevo el auto, el menor bajo la mirada sumiso y asintió sin decir nada.- ¿Me oyes?- Exclamó el mayor con tono de voz fuerte.

        - Sí... Escuche...

   Gérard estaba 100% seguro de que el mayor le amaba y por eso estaba dispuesto a hacer lo que fuera, lo que dijera o hiciera su madre era otra cosa, otra cosa la cual no le venia importando, solo el tatuado, y no le importaba que bien este pudiese ser su padre, por que para el amor no hay edades.
  Cuando el auto se volvió a estacionar miro por la ventana, era un motel el cual se veía demasiado elegante, Frank bajo del auto solo para a su puerta y abrirla dejando que el menor bajara iba a cargar su mochila pero el tatuado se lo negó y después tomandolo por la mano lo adentro hasta la recepción en donde Frank dijo su nombre y pago la otra cantidad de billetes, el menor no pregunto hasta que estuvieron en el elvador.

    - ¿Por qué estamos aquí...?- Pregunto infantil mirando el elevador con curiosidad.

    - Ya veras mi pequeño...- Susurro esta vez mas  tranquilo el mayor, tomando a Gerard por su cintura y apegandolo a su cuerpo, el menor lo miro con una pequeña mueca y al instante supo que no había mejor lugar que en los brazos del mayor.