#11

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Se acomodó nuevamente en el saco de dormir tratando de encontrar una buena posición y al fin quedarse dormida, sin embargo todo era en vano, ya que su mente había sido invadida por su imagen. Se sintió tonta por tener esos sentimientos. En el momento que comenzó a experimentarlos trato por todos los medios impedir que se fortalecieran, pero falló. Estaba enamorada.

Ella siempre fue una chica que pensaba que el amor era lo más maravilloso, deseosa por encontrar esa persona especial que estuviera destinada a ella, pero su situación sobrepasaba lo difícil, ya que no se había enamorado de cualquier persona, se enamoró de aquel frío Daiyoukai...Sesshomaru.

Ni siquiera ella sabía muy bien como ocurrió, o cuando... Lo único de lo que estaba consiente era que comenzó a ver de forma distinta al demonio desde que supo que llevaba con él a una niña humana, en ese momento su percepción de él cambió. Ante sus ojos ese frío ser poseía bondad en el fondo de su corazón. Poco a poco, en cada encuentro que tenían le prestaba especial atención y se fue dando cuenta de pequeños detalles. Incluso había demostrado bondad hacía ella, cada vez que la salvaba, por supuesto el siempre argumentaba que se entrometían en su camino, pero ella sabía que no era verdad.

Soltó un suspiro como la adolescente enamorada que era y observó a la luna. Se preguntó que iba a hacer, podía callarse sus sentimientos y amarlo en silencio, o podía confesarse... Apartó rápidamente esa idea, lo más probable es que fuera rechazada, y no deseaba sufrir esa clase de dolor, si él no lo sabía, no podría lastimarla.

¿Porqué no se sentía a gusto con la decisión? Era la mejor opción. La opresión que sintió en el pecho le dijo lo contrarió, no podía mantener sus sentimientos en secreto por más tiempo, necesitaba decírselo. Tal vez fuera algo masoquista, pero lo haría.

La azabache caminaba sola por el bosque con la excusa de dar un paseo, buscaba en su mente las palabras correctas para decirle a Sesshomaru cuando lo viera.

-No se me ocurre nada-. Se quejó haciendo una mueca de disgusto. Jamás había hecho nada parecido, así que no tenía ni idea de que hacer. -Tal vez solo debo ser directa-. Recreó la escena en su mente y el resultado no le gustó-. ¡Me rindo! ¿Porqué es tan difícil? Ojala todo fuera tan fácil y decir " Sesshomaru, estoy enamorada de ti"

-¿Estas enamorada de mi? -Sus músculos se tensaron al oír esa inconfundible voz. No podía ser, ¿porqué a ella? Sintió la vergüenza recorrer todo su cuerpo y el sonrojo no tardo en instalarse en sus mejillas.

Sesshomaru se mantenía expectante por una respuesta, había estado observando a la humana desde hace un buen rato. Mentiría si dijera que su confesión no lo tomo por sorpresa.

-Contesta-. Ordenó al ver que Kagome no respondía.

"Vamos, solo dilo. Ya no importa" se animaba ella mentalmente.

-S-si-Confirmo con voz temblorosa. Se dio la vuelta y quedó frente a frente con él. Eran tan hermoso, miro sus ojos ámbar y se permitió contemplarlos-Te amo.

El Daiyoukai abrió los ojos demás al escucharlo, pero rápidamente se recompuso.

-Olvidalo-. Dijo simplemente mientras se daba la vuelta. La azabache sintió como su corazón era oprimido. -No tengo intenciones de enredarme con una humana-Sin decir más comenzó a caminar dejándola atrás. El olor a sal le llegó poniéndolo al tanto de las lágrimas de la miko.

Apretó los puños y no le quedó más opción que empezar a volar, de lo contrario regresaría. Desde hace tiempo esa mujer le empezó a dar curiosidad, al punto que le ponía más atención de lo debido. Ella, logro hacerlo sentir, desearla, quererla... Pero se negaba a caer, su orgullo no se lo permitía.

Sesshomaru también la amaba... Contra todo pronostico se detuvo en seco y dio la vuelta hacía donde ella se encontraba, solo esperaba haber tomado la decisión correcta.

One Shoots •Sesshomaru x Kagome•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora