3.Mentira o mentira.

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Cristal.
Otra vez ese sonido que me desorienta.No es mi nombre en sí,si no la forma en como acaricia su lengua al pronunciarlo,como alarga la l del final como si estuviese cantado algo tan lento como lo son mis ganas de hablarle.He imaginado este momento en mi cabeza un millón de veces y posiblemente me quede corta.Y ahora,puedo verme refleja en sus ojos,postrada delante de él sin saber si esto es un error,si sería mejor no saber nada y echar a correr.¿Es mejor vivir en una mentira y que los días pasen como si nada hubiera pasado o llenarme de una verdad que me expondrá a plantearme si mi vida fue siempre mía?.
Sigue mirándome esperando aunque sea un leve movimiento pero no puedo hacer nada.Esto no está bien.¿Y si quieren protegerme de él? Estoy echando por la borda todos los esfuerzos de mi madre.
-¿Por donde empiezo?- Se levanta y se dirige hacia mí.-Aquí no puedo hacerte nada.-Vuelve a hablar.Ha notado mi miedo.
-Sabías mi nombre y yo...-Contesto y empiezo a tartamudear.-Que yo recuerde nunca te había visto.
-Eres igual que tu madre.-Se limita al decir.¿También conoce a mi madre ? Esto debe de ser una broma.-Tener algo que reprimir es verdaderamente cansado.-Continúa cada vez más serio.-¿A que has venido?.
Odio que me hablen con esa prepotencia.
-La verdad a que me aclares el por que me conoces.Ya no se quien miente y quien no.Aunque debo de estar loca ya que estoy intentando sacarle algo a un asesino.-Digo mientras veo que sus músculos faciales se tensa.
-Asesino es una de las cosas más bonitas que me han llamado.¿Acaso se le puede llamar así a alguien que mata a los muertos?.-Masculla y retira su mirada de mí.
Puede que al final no sea tan mala la idea el estar aquí.Me pica la curiosidad por saber más y es lo que pienso hacer.
-¿Quién eres realmente?.-Las palabras salen solas de mi boca.
-Para algunos Demetri,para otros soy una serpiente.Estos últimos no saben lo confundidos que están.-Dice y da un paso más hacia mí.-Lo que deberías preguntarte es que soy yo para ti.
Me quedo petrificada cuando oigo que lo confunden con una serpiente.Aclaro mis ideas y me concentro solo en la parte por la cual estoy aquí.
-Ya te he dicho lo que eres para mí.Quiero saber por qué me conoces.-Le contesto y se hace un silencio tan grande que me asusta.Analizo la conversación y añado.-Y a mi madre.-
Me mira fijamente y se muerde el labio de abajo.
-Si quieres empezar por ahí.-Cruza sus brazos y prosigue.-Hace muchos años que no la veo.Lo último que supe de ella es que tuvo una hija y todos los Dodekatheon lo creían imposible.Una vez que comprobaron que el rumor era cierto,lo vieron como una amenaza y tuvieron que elegir matarla.-Me sonríe.-Aquí estás y no se como.
-¿Qué tiene que ver eso conmigo?-Le formulo.Me he vuelto a perder y no se por que me cuenta todo esto.
-Tú eres esa niña.-Contesta y al ver mi expresión de pánico baja el volumen de su voz.-Sé que Parténope no quería esto para ti.
Me echo hacia atrás muy lentamente.Esto realmente me está aterrorizando.Una parte de mi sé que dice la verdad aunque no la entienda y la otra no le cree o más bien no quiere creerlo.
-¿Parténope?.-Digo intentando averiguar por que alguien que no he visto ni oído en mi vida querría algo para mi,ya sea bueno o malo.
-Tu madre.-Dice reflejando dureza.-No te acordarás de ella puesto que una Dodekatheon mando su destrucción como humana.Por entonces tú solo tenias meses de vida.
Me aprieto las manos con tanta fuerza que no dejo recorrer la sangre por ninguno de mis dedos.
-¡No!-Me doy cuenta que empiezo a chillar pero me da igual.-Eso es mentira.Mi madre es Melania y no voy a consentir que te aproveches de mi confusión.
Siento que la íra recorre todo mi ser y de nuevo esa sensación de poder.Me hace sentir tan especial que siento que puedo destruirlo todo con un solo soplido,que puedo ganar esta lucha de información y lanzarla al pozo del olvido.Vuelvo mi mirada hacia él y está pegado a la reja,sus dos brazos firmes dejan a ver su gran volumen en fuerza.Su espalda tan ancha se pone rígida,sus labios separados dejan escapar su respiración agitada.Sus cabellos castaños están despeinados y se puede notar en su pecho como le late el corazón.
-Saldré esta noche y tenemos que hablar.Te esperaré en...-Me dice mientras me alejo más y más de él.-¡No es una vida de la que puedas escapar,peteneces a su linaje!.
Es lo último que le oigo decir entre golpes y gritos.Me encuentro delante de mí al capitán Ortega y al inspector Maldonado y paso entre los dos sin poder mirarles a la cara.
-¡Espere! ¿Se encuentra bien?-Se dirige hacia mí el capitán.
-Todo bien,solo quiero estar sola.Gracias por vuestra ayuda.-Le respondo mientras sigo acelerando y sin mirarles a la cara.
Mi cabeza es algo parecido ahora mismo a una noria.Camino a paso ligero sin rumbo fijo.No quiero ir a casa ni a ningún lugar que conozca.
Veo un parque que solo hay dos niños de unos nueve años que corren cruzando el parque,saltando y riéndose para ver quien es más veloz.Recuerdo bien cuando yo tenía esa edad,solo me preocupaba salir siempre primera en todo y saber que los demás me reconocerían por eso mismo.Todos tenemos ese afán por el poder,la necesidad de saber que alguien te valorará por tus logros.Mi madre era esa persona que me hacía sentir la mejor niña de este mundo.Si lo hacía mal,ella veía la parte buena y me la hacía ver mientras me contaba una historia parecida.Si nos paramos a seleccionar cada momento de nuestras vidas,fijándonos más bien en nuestra infancia,nadie recuerda su primer mama si no todos los actos que ha hecho esa persona para merecer que la llamen así.No me importa que no sea mi madre,me importa el engaño.
Está anocheciendo y empieza a hacer fresco.Ya no queda nadie en este parque y mi madre estará preguntándose donde me habré metido.
De camino a casa voy buscando la manera de disculparme con mi madre.Tengo que contárselo y así poder quitarle una cosa más de sus preocupaciones.Me tendría que explicar lo de la llamada y quien es la persona a la que advertía sobre mi seguridad.Toco al telelefonillo y me contesta ella:
-¿Diga?.
-Soy yo,abre.-Le contesto.
Dentro del portal se está bien.Hace más calor que de costumbre así que aprovecho para quitarme el frio que deja la calle.Esperando al ascensor escucho el chirrido de una puerta que se abre.¡Por favor! Esta mujer no hace otra cosa en toda su vida que esperarme.
-Has venido.-Dice Pilar.-Mi Arturito está loco por conocerte.He hecho ensalada de marisco.¡Seguro que te gusta!.-Continúa hablando de su hijo pero trato de no escucharla.
-Me encantaría,de verdad.Pero mi madre está preocupada y no querrá usted que llame a la policía,¿no?.Otro día...
-Desde luego que no llamaré a ningún policía.-Grita alguien detrás de nosotras.Dios,mi madre.-Me acaban de llamar de comisaría diciéndome que el señor que intento mataros ha salido y no en condiciones normales.¿Qué hacías tu allí?.-Está delante de mí con los brazos en jarra y ropa de estar por casa.Tiene la frente arrugada y los labios le forman una fina línea.Uff,está muy pero que muy enfadada.
-Podemos hablarlo en casa.-Digo y antes de que hable y le suplico con la mirada.-Tenemos muchas cosas de las que hablar.
-Así que tú eres la famosa cristal.-Un chico bajo de ojos negros y vestido de chaqueta me estrecha la mano.-Soy Arturo y espero estar a tu ar-tura.-Dice echándose a reír con su madre.
Me gustaría contestar 'harta me tenéis vosotros' pero me contengo las ganas y miro a mi madre dándole una señal con los ojos de que nos escapemos veloz de allí.
-Vamos,entrad en casa.Nos lo pasaremos bien.-Me dice Pilar.-Melania,me lo debes.-Se dirige a mi madre en tono acusativo.
-Solo un rato,estoy muy cansada.-Accede mi madre.
¿Por qué se lo debe? Otra pregunta más para la colección.
Entramos en casa de Pilar.Nada más pasar la puerta hay dos jarrones anchos y altos con flores de plástico de color amarillas con el tallo verde.A la derecha está el salón y a la izquierda la cocina.Frente a la puerta de la entrada,un pasillo muy largo que dejan ver dos puertas a la izquierda y una a la derecha.Entramos al salón que es bastante amplio,hay dos mesas grandes de madera con sus manteles blancos de encajes con dibujos de frutas tropicales y las sillas a juego con la mesa.
-Sentaros,serviremos en breve el primer plato.-Dice Arturo.
Mi madre y yo nos sentamos en un extremo de la mesa,una al lado de la otra.Entre susurros le pregunto:
-¿Qué te ha contando la policía?.
-Que se ha escapado.Al parecer ha fundido los barrotes y ha hecho espacio.-Contesta.Nota mi asombro y pregunta.-¿Qué te ha contado?.-Formula cuidadosamente.
-Muchas cosas.-Le digo.Pongo los ojos en blanco,sé que espera más pero no creo que esta conversación la debamos tener aquí.
-¿Nos echabais de menos?.Esto tiene una pinta impresionante.-Pilar nos sorprende y nos va sirviendo.Primero a mi madre y luego a mí.
-Mmm si que huele bien.-Le digo sonriente.
El marisco me encanta.La verdad que en otras ocasiones quizá me lo comería muy agusto delante de este Adonis que me acaban de presentar pero,como siempre,el amor se presenta en malas circunstancias.
La cena se pasa enseguida y todo parece estar más calmado.Nos ha venido bien este respiro.Habia demasiada tensión entre mi madre y yo.Solamente hablé cuando me preguntaba Arturo algo sobre mi vida por que según el podía conocer a las personas con solo mirarlas y en mi había notado mucha química.Parecía que estábamos en unos de esos programas de televisión donde va las personas para conocerse y haber que surge.No me gustan en absoluto por que luego no quieren dar imagen de desesperados/as.
-Cristal,¿salimos un rato?.-Me propone Arturo.-Nuestras madres quieren hablar y la verdad me encantaría poder estar a solas contigo y conocerte más.-Continúa diciéndome pero suena casi un susurro.
-A mi también.-Contesto sonriendole.La verdad es que me apetece mucho.Ha resultado ser agradable y me ha hecho olvidarme por unos instantes de mi lamentable día.
Fuera del portal sigue haciendo el mismo fresco de hace un par de horas.Caminamos unos quince minutos hasta llegar a un banco blanco de piedra y nos sentamos.
El cielo esta noche no está estrellado y la luna menguante parece que brilla hoy más que nunca.
-¿En que piensas?.-Me pregunta.
-Aunque suene muy típico decirlo,estoy en la luna.-Le contesto sin mirarlo.Sonrio de la estupidez que acabo de decir.
-Pues yo te definiría más bien como un sol.-Dice Arturo.Me coge de la mano,le miro y sigue.-Los rayos se podrían definir como tus ojos,cada mirada que me regalas esta noche aceleras mi organismos de tal modo que el frío no le llega.Y su belleza no es nada comparada a la tuya.Deberia envidiarte ya que no podré sacar esta llama de mi ser,ya que esta noche podré lograr lo que tanto ansié.¿Dónde está mi pequeña? Ya que de aquí,saldrá todo bien.
Le quito mis manos de las suyas.Esa frase es la que tanto retumba en mi cabeza después de los cientos de sueños con ella.Se levanta y me coge fuertemente con sus manos.
-¡Dámelo! Te he mostrado la belleza de mi alma.-Me sacude unas cuatro veces y me mira.-Dámelo o te mostraré lo peor de mí.-Se limita a decir.
-¿Se puede saber que es lo que estas haciendo? Pero ,¿que quieres?.-Digo.
Con lo bien que iba la noche.¿Cuando acabará este día?.
-Artu,Arturito.-Sale una voz detrás de uno de los árboles que hay detrás del banco donde nos sentábamos.Me es familiar,esa voz la he escuchado antes pero ¿donde?.
Una sombra muy grande se deja ver en el suelo donde estamos.Seguidamente,Arturo me suelta y le grita a la nada.
-¡Sal,vamos!.-Se dirige hacia el banco y abre sus brazos.-¡Vamos!.-Vuelve a gritar.
-Arturo,vamonos a casa.-Le digo.Esto no me huele bien y más sorpresas hoy no.-Por favor.-Prosigo.
-No sin que antes me des lo que...-Me habla Arturo pero la sombra se hace de carne y hueso.
Demetri.
-Hazle caso y estate a la altura.-Le dice riéndose de él.Me mira fijamente durante unos segundos.-Hola,Cristal.
-De-de-deme...-Intento decir su nombre pero sus ojos me dejan de nuevo petrificada.¡Será posible!.
Sin dejar de mirarme le tira al suelo unas llaves y le dice.
-Cogelas.A cien metros más abajo hay un coche aparcado.Súbete y vete antes de que me arrepienta.-Le dice a Arturo aunque continúe mirándome a mí.-Tú,sin embargo,te vienes conmigo.Tenemos que hablar.
Siento que el corazón se me sale del pecho.No puedo irme con él.Doy media vuelta sobre mi misma y echo a correr lo más rápido que puedo.Echo un vistazo hacia atrás y veo que sigue en el mismo sitio pero esta vez mirando para todos lados.Fijo mi mirada otra vez hacia en frente y está delante mía.Choco contra su pecho y me tambaleo pero me coge por la espalda y me dice:
-¿Quieres parar de hacer tonterías?.No puedo ayudarte si no me dejas.
-¿Tonterías?.-Le replico.Asiente y le pregunto-¿Cómo has llegado hasta aquí?.
-Te recuerdo que si estoy aquí es por que tú vinistes a pedirme ayuda.-Contesta.
-Pues ya no la quiero,¿vale?.Desaparece tan rápido como apareces por que lo último que quiero en este mundo es volver a encontrarme con un monstruo como tú.
Me agarra de la cintura y me aprieta contra él.Sus labios a centímetros de los míos desprende un calor enloquecidor.Sus manos alrededor de mi cintura me dejan sin poder huir,mis manos en su pecho dejándome notar como su ritmo cardíaco aumenta por segundos y sus ojos ahora brillan pero no es un azul.Es un blanco con rajas naranjas.
-Eres una cobarde.Prentendes saber la verdad pero sin dolor.¿Qué te crees? Tienes más que los demás han podido tener y estas rindiéndote.-Echa su cabeza hacia un lado y me susurra al oído.-No mereces lo que tu madre hizo por ti.No mereces mi tiempo ni tampoco la importancia que te dan.-Para cuando me escucha llorar.Vuelve a mirarme pero sus ojos vuelven a ser azules y continúa.-Es lo único que sabes hacer.Bien,pues quédate con eso.-Me suelta y veo como va alejándose poco a poco sin mirar la vista atrás.
¿Por qué me dice eso? Siento como si cada poro de mi piel se va abriendo más.Mis lágrimas no dejan de caer por mis pómulos cada vez más deprisa.¿Qué habrá querido decir? Un dolor de cabeza se apodera de mí y caigo de rodillas al suelo.'Todo saldrá bien,mi pequeña'.Esa dulce voz estalla en mi cabeza de nuevo y siento que mi corazón se acelera,mis músculos se tensan,mi cabeza me duele y creo que va estallar en ese preciso instante.
-¡Nooooo!¡Ya basta!.-Grito y doy un golpe con mis dos manos contra el suelo.
El suelo empieza a inundarse de agua.¿Qué demonios es esto? No está lloviendo.No para de salir agua pero ¿de donde?.Me levanto y yo estoy seca,nada de mi esta mojado.Esto es muy raro.Camino pero mis pies siguen sin mojarse.Cierro y abro los ojos un par de veces pero no es una alucinación.Es real.Puedo sentir el agua pero sin que me roce.Miro hacia todos lados por si hay alguien pero nadie,solo yo.¿Esto es a lo que se refería Demetri? Dios,esto es una locura.
-Demetri.-Digo su nombre sin querer y cierro los ojos de nuevo.
-Estoy aquí.-Oigo una voz a mis espaldas.
Me giro y ahí vuelve a estar.Firme y sereno.Lleva unos jeans ajustados y una sudadera negra que hacen juego con sus deportivas.
-Siento como me he puesto antes.-Me mira por unos segundos y retira su mirada de mí.Se cruza de brazos.-Nunca me había molestado que me llamasen así.-Confiesa y parece que le cuesta mucho.
-¿Qué te llamen Demetri?-Le pregunto.
Inhala pausadamente y contesta:
-Solo hay dos personas que me llaman por mi nombre y hace mucho que no las veo.Pero no me refería a esa parte concretamente.-Dice y me mira.Otra vez ese reflejo de dureza.-Es igual,debemos irnos y puedes preguntarme lo que quieras.
-Vale.Solo iré contigo con una condición.-Le miro y le sonrio para convencerlo.
-No hagas eso.¿Qué condición?.-Pregunta alterado.No le doy importancia a su advertencia.
-Dos preguntas antes que el resto.-Doy un paso hacia él y le pregunto.-¿Por qué quieres ayudarme?.
Suspira y retrocede.
-¿Cuál es la otra?.-Pregunta aún más alterado.
-No creo que sea la primera vez que te llamen monstruo por que tu cara no mostraba impresión ni sorpresa.¿Por qué te ha molestado?.-Le vuelvo a preguntar con más seguridad.
Aprieta sus labios formando una fina línea y me mira.
-Te ayudo por que lo necesitas.-Lo dice muy nervioso.Le miro de reojo buscando algo más pero no me sirve de nada.-Y me ha molestado por que sin verme realmente como soy pues...-Para y desvía la mirada unos segundos.Vuelve a mirarme.-Pues eso.No me has visto y ya lo dices.¿Aclarado?.
-Sí,pero no me convence.-Le digo.
-Pues ese es tu problema.Vamos,donde quiero ir no está muy lejos de aquí.-Echa a andar sin darme a opción de estar en de acuerdo o desacuerdo.
No le voy a dar el gusto.¡Vaya un caballero!.
-¿Y Arturo?.-Pregunto preocupada.
-Cogió el coche y se fue.-Para y da media vuelta.-Tranquila,tu amor volverá para recoger su recompensa.-Dice muy serio.-¿Vamos?.
¿Su que? Pues ahora no me va a dejar con la palabra en la boca.
-Espero que tengas razón por que no es sólo un recompensa.-Me pongo al lado suya y le miro.Está mirándome boquiabierto así que aprovecho para dar mi toque final.-¿Qué pasa? Antes de tu llegada me dijo algo precioso.Es un amor.-Miro hacia enfrente y esta vez soy yo la que le digo.-Cuando quieras nos vamos.
Traga saliva y suspira lentamente un par de veces.
-Por supuesto,solecito.-Dice en tono burlón.
¡Lo ha escuchado todo!.Echo una risa y nos encaminamos calle arriba.

Amor Y Fuego (EDITANDO)Where stories live. Discover now