Capítulo 10

12.7K 1K 120
                                    

Alex:

(2 años más tarde)

- ¿Estás seguro de hacer esto? -preguntó Jab mientras me ayudaba a poner las maletas en la parte trasera del auto.

Estaba consciente de que el paso que estábamos dando era grande, sobre todo para Jess, pero igualmente estaba preparado para ello.

-Claro que sí. Sé que será difícil al principio, pero vamos a estar bien -respondí sintiendo una sonrisa deslizarse por mi rostro-. Nos las hemos arreglado antes.

Que Jess hubiese sido transferida a una oficina en Montevideo la tenía muy entusiasmada. Desde hace dos años ella había preferido concentrarse en su trabajo casi de forma obsesiva, haciéndola una arquitecta bastante exitosa y la candidata perfecta para el puesto que le ofrecían. Cuando le avisaron que querían en una de sus sucursales en Montevideo tuvimos que decidir. Por supuesto que no fue difícil, Jess me necesitaba junto a ella y yo no tenía derecho a retenerla, ya sea por mi trabajo o por la idea de regresar al lugar donde todo había comenzado a salir mal.

-Malditos desgraciados -se quejó Jab en tono de broma-. Primero mi hermano se casa y se queda a vivir en Montevideo, luego se va André y ahora ustedes ¿Esto es un complot para que yo también me mude allí? Chico, esa ciudad está conspirando contra nosotros.

Largué una carcajada en respuesta a sus palabras. Si lo pensaba de forma detenida si parecía como si esa ciudad nos estuviera atrapando uno por uno y arrastrándonos hacia ella como imanes.

-Deberías -bromeé omitiendo el hecho de que a diferencia de André, Matt y Jess yo no estaba para nada entusiasmado por la idea de mudarme-. No querrás perderte toda la diversión.

La puerta del edificio se abrió ruidosamente, dejando salir a una Jess sonriente mientras arrastraba la última maleta hacia nosotros.

Si, casi había vuelto a ser la misma de antes, y todo gracias a este traslado ¿Cómo no estar seguro de todo esto cuando "esto" había logrado traerla de vuelta de ese pozo donde había estado hundida desde hace dos años?

- ¿De qué diversión hablan? -preguntó mientras se acercaba.

Tomé su maleta y la puse junto a las demás, mientras ella se escabullía debajo del brazo de Jab y le rodeaba el torso. Este dejó un beso suave en su coronilla antes de responder.

-De la diversión de dejarme solo, triste y abandonado.

-Oh, no seas llorón, tu hermano está allí también ¿Por qué no te mudas y listo?

- ¡¿Por qué todos ustedes se empeñan en dejarme aquí, tirado como un perro?! -se quejó.

-Es divertido -fue la respuesta de Jess antes de correr hacía mí, mientras reía.

Jab le sonreía con el ceño fruncido.

-Tú también eres una terrible amiga.

*

*

*

- ¡Alex! ¡Jess! -oímos una familiar voz gritar.

Luego de un momento buscándolo hallamos el distintivo peinado de André, que nos aguardaba con una sonrisa junto a un grupo de personas que también debían estar en espera de otros pasajeros.

Nos costó un poco llegar a él, pero cuando lo hicimos los tres nos fundimos en uno de esos abrazos que no nos dábamos desde que éramos adolecentes.

Esta era la primera vez que nos encontrábamos tan separados los unos de los otros, y se sentía realmente extraño no salir los cinco juntos.

-Matt y Savina no pudieron venir por culpa de sus trabajos, pero dijeron que esta noche tendremos una cena en su casa para celebrar -explicó una vez nos separamos.

Mi vida con KnoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora