Ken:
Supongo que has ido a verlo pero no se lo he dicho a Robert, esta algo preocupado llámalo.

Hails:
¿Ya no estas en casa?

Ken:
Acabo de salir, tengo que hacer algunas cosas ¿tu donde estas?

Hails:
De camino a casa, por la tarde iré a verte.

Ken:
Ok, ¿todo está bien?

El pequeño timbre del ascensor suena para avisarnos de que hemos llegado a nuestro destino, salgo cuando todos los demás lo haces y camino a la salida aún pendiente de mi teléfono.

Hails:
Depende.

-¡HAILEY!- grita su voz, de la misma forma que lo hizo en mi pesadilla y eso me hiela la sangre.
Regreso a mirar rápidamente y lo veo correr hacia mi tras bajar del ascensor.
¿Sigo en un sueño?
-Acabo de cancelar el vuelo- murmura cuando llega.
Miro a mi alrededor, varias, por no decir todas, las personas nos miran maravillados por el hombre que tengo enfrente.
-¿Hablamos?- pregunta bajo sus lentes de sol oscuros.
Asiento lentamente, sorprendida de que este delante de mi, dándome un poco más de esperanza, de ilusión.
Caminamos de vuelta al ascensor, donde Mike espera pacientemente y me saluda con un movimiento de cabeza.
-¿Por qué lo has cancelado?- consigo hablar por fin.
-Tengo preferencias- susurra.
¿Lo a dicho por mi?
Lo miro sin disimulo alguno, un matojo de bello, a lo que él seguramente llama barba, esta creciendo en su perfilada barbilla y lo hace irresistible.
Tiene demasiada perfección acumulada en su rostro, en mi vida he visto a alguien tan hermoso y eso que no puedo ver sus ojos ahora mismo, porque de ser así podría pedirle matrimonio.
-Eres una jodida suertuda, Baldwin.
Lo era, ahora mismo todo está sobre un hilo.
-Estas muy callada- dice cuando bajamos del ascensor otra vez en su edificio.
-Estoy sorprendida- respondo.
-¿Por?
-Porque has cancelado el vuelo, pensé que eso que pasó hace un rato- digo señalando la puerta del ascensor que queda detrás- había sido el final.
-¿Y no ibas a hacer nada?
-Estoy comenzando a dejar que las cosas pasen como tengan que pasar- suelto un poco arrepentida.
Acabo de confirmarle que no iba a luchar por él.
-No te lo recomiendo- responde- por experiencia propia.
Mike abre la puerta pasando una tarjeta por el detector y entramos al conocido lugar.
-¿Has desayunado?- me pregunta Justin sacándose la chaqueta.
Niego acomodandome en el gran sillón blanco.
-Tampoco quiero- respondo cuando veo que está por llamar a Mike que a desaparecido por una de las puertas.
Se detiene al escuchar mi respuesta y regresa para sentarse a mi lado, algo lejos.
-¿Y Esther?- pregunto.
-La han llevado a la veterinaria- responde- esta bien, sólo a ido a que le den algunos masajes- agrega al ver mi reacción.
-Bueno...- murmuro nerviosa.
Aquí vamos, es ahora o nunca.
-Creo que tengo varias cosas que decir, la primera es pedirte perdón ¿por qué? La verdad es que no se, creo que mi actitud los últimos meses no a sido la adecuada, no me he portado como la mujer madura que creo ser pero la verdad es que tenía miedo, mucho miedo...
-¿Miedo de que?- pregunta rápidamente escuchando mis palabras con atención.
Aún lleva las gafas puestas y eso me impide ver sus distintas reacciones.
-¿Puedes quitarte las gafas? Por favor- me tomo el atrevimiento de pedirle.
Sonríe de manera ligera y se las quita, dejándome ver esos hermosos ojos que tanto adoro, unas ojeras bastante pronunciadas cubren sus párpados dandome a conocer que él también tuvo como visita al insomnio anoche.
-Miedo de muchas cosas, Justin- vuelvo a nuestra conversación.
Cierra los ojos cuando pronunció su nombre. Lo miro desconcertada.
¿Qué a sido eso?
-Lo siento- se disculpa avergonzado cuando vuelve a abrirlos- es que adoro cuando pronuncias mi nombre.
El corazón se me acelera.
-Bueno...- continuó algo sonrojada- principalmente de que volvieran a hacerme daño, a acabar conmigo una vez más... y se lo egoísta que suena eso pero fue lo único que supe hacer en ese momento.
-Pero me destruiste a mi- responde afligido.
-Lo se y es algo que jamás me voy a perdonar.
-Si que lo haras- me contradice- así como yo pude perdonarme haberte echo daño, tu podrás hacerlo conmigo.
Tiene razón, debo de hacerlo si quiero que esto funcione.
-Jamás va a funcionar- juega conmigo mi subconsciente y como si estuviera obligada repito las mismas palabras en alto.
-¿Eso es lo que piensas?- me pregunta neutro, acostumbrado a mis mierdas.
-Es difícil pensar en que podamos tener una relación buena después de todo lo que hemos pasado... nos hemos echo mucho daño y se que aunque digamos que no, en cualquier momento vamos a echarnos en cara todo eso...
Una lágrima baña mi rostro sin darme cuenta.
Justin golpea el sillón con fuerza sobresaltandome y se que estamos por comenzar una nueva batalla.
-¡Estoy conciente de la cantidad de daño que nos hemos echo!- grita caminando por la sala sintiendo como sus palabras me hacen cada vez más pequeña- ¡pero hasta ya, Hails! Basta de lágrimas...
Me mira por un segundo, se da cuenta del miedo en mis ojos y camina hasta a mi despacio.
-Quiero pasar mi tiempo riendo a carcajadas- añade acariciando con suavidad mi rostro y yo no se lo impido, su contacto es como una medicina.
-Ambos nos rompimos- susurro cerrando los ojos.
-Exactamente, y sólo ambos podemos construirnos.

© 《Acostúmbrate It ©Where stories live. Discover now