8° |Odio gimnasia y ser descubierta|

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El toque del timbre es un odioso sonido para mis oídos, pero a la vez me salva de las conversaciones de mis amigas, la cuales encuentro absurdas.

Reviso mi agenda y noto que mi próxima clase es gimnasia. Me cambio lo más rápido posible y voy corriendo hacia el gimnasio de la escuela.

La entrenadora me hace correr tres vueltas por llegar tarde, luego hace que realice mi calentamiento sola, mientras las otras chicas ya han empezado a jugar voleibol, en unos minutos paso de oler bien a oler a sudor.
Lo peor de todo es que el agua se me ha olvidado en casa y estoy deshidratada, así que opto por ir hasta el bebedero más cercano que en realidad se encuentra muy lejos de gimnasia, no tengo otra opción.

Cuando regreso continúo con los ejercicios y la entrenadora grita "tómense un descanso", siento un alivió recorrer mi cuerpo al escuchar esas palabras.—No creo que pueda volver a caminar después de eso —me quejo.

      —Otra vez estás exagerando, es lo que ganas por llegar tarde —comenta Casey mientras arregla sus cosas en su casillero. 

      —No es mi culpa, tropecé con Deán antes de llegar y caí —me apoyo en la pared.

      —Como sea —cierro la puerta de su casillero.

      —Hola chicas...¿Qué hacen? —pregunta Jannet.

      —Escuchando las quejas de Belly —empezamos a caminar.

      —Yo las escucho a ustedes todos los días y no digo nada —"solo lo pienso".

      —Bien,...lo siento

      —Tengo hambre —se queja Jannet.

      —Yo también — le sigue Casey

      —Entonces vamos a...

      —Señorita Kernell —esa voz—, necesito hablar con usted un minuto.

"¿Ahora que hice?"

Asiento— Luego las alcanzo —aceptan y desaparecen, sigo al consejero a su oficina— ¿A quién golpee?

      —¿A quien golpeaste? —repite mi pregunta.

      —Eh...nada, mejor dígame para que necesita hablar conmigo.

      —De hecho quería felicitarte —"¿Felicitarme?"—, durante esta semana no he recibido ninguna queja sobre ti — "mas les vale".

La puerta se abre— Disculpe...la interrupción, pero... —la chica se acerca hacia Josh— observe esto —le entregó su mochila— Alguien... —dice refiriéndose a mí— la llenó de pintura —desvío mi vista hacia la ventana.

      —Belinda —dice mi nombre, puedo sentir que se arrepiente de haberme felicitado— ¿Por qué hiciste eso?

      —No tienes pruebas —me defiendo dirigiéndome a ella.

      —La cámara estaba encendida, te grabó haciendolo — "¿Una cámara?" me siento más estúpida que Blacke en momentos como este.

      —Espere afuera señorita Mártin —le indica, luego señala la mochila.

      —Por favor es solo pintura...al menos mis bromas bajaron, admítalo.

      —Luego hablare contigo sobre eso.

      —Sí — salgo de allí.

¡Solo soy diferente!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora