CAP. 39

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POV MARIANO

Salí del depto de Lali desorientado, caminando de un lado a otro sin rumbo fijo mientras miles de lágrimas caían. Recordé cada minuto que viví con ella, antes y después de que saliera corriendo.

Golpee la primera pared que tuve cerca, la golpee intentado exprimir toda la bronca y el dolor que tenía. Cuando sentí los nudillos arder paré, la sangre se agolpaba entre mis dedos y el dolor era algo leve, no tenía nada que ver con el dolor que ahora mismo estaba sintiendo.

Llegué sin saber cómo, al auto y me apoyé en la puerta mientras sus palabras resonaban en mi "Nico, nuestro hijo, te necesita" mi hijo, ese nene era mi hijo y ahora estaba grave debatiéndose entre la vida y la muerte. Apoyé mi cabeza en mi brazo el cual reposaba en la puerta y volví a llorar, creo que en mi vida había llorado más como hoy. La odiaba, la odiaba con todo mi ser por haberme quitado la oportunidad de conocer y vivir con mi hijo.

Me metí en el auto y golpee el volante con la palma de mi mano intentando expulsar sin éxito algo de la bronca contenida.

Gire la llave y puse en marcha el auto hasta llegar a donde tenía que llegar.

Pase por la puerta y mire por la ventanita de esta, lo vi en la cama dormido conectado a miles de cables. El corazón se me rompió en mil pedazos al ver a su lado un aparato que media los latidos de su corazoncito.

Limpié mis lagrimas con las mangas del poleron y fui hasta la recepción. Ya no había vuelta atrás, no iba a dejar morir a mi hijo.

- Positivo - dijo, el doctor abriendo un sobre. - 99,9% de compatibilidad.

Asentí como si estuviera pautado, lenta y dolorosamente no había dudas, yo era el papá de ese nene.

- Hacelo - decidido lo miré - Hace todo lo que tengas que hacer...

- No quiere conocer los riesgos de...

- Lo único que quiero es salvarle la vida a mi hijo.

- Pero usted es consciente que si hace esto su vida corre peli...

- No me importa - grité interrumpiéndolo - no me importa los riesgos que corra mi vida, solo quiero salvarle la vida a mi hijo.

Las lágrimas no tardaron en salir y miré suplicante al doctor, quien entendió mi dolor y me llevó a la mesa de camilla.

Sentí un dolor fuerte sobre mi médula espinal, cerré fuerte los ojos y todo caía a flashes. Todo lo vivido con ese chiquito, y todo lo vivido con la mamá pronto esos recuerdos serán borrados. Así me cueste la vida me voy a olvidar de esa mujer.

Salí de la clínica medio mareado, con la camisa abierta y con un leve malestar en el cuerpo.

Salí del hospital cuando me encontré con una persona a la que no quería ver.

- ¿Marian qué haces acá?

- Natalie... eh... na... - no pude terminar porque nuevamente rompí en llanto, segundos después sentí sus brazos rodeándome necesitaba muchísimo este abrazo, un abrazo que me contuviera y despertara. Un despertador que me diga que todo fue una pesadilla.

- ¿Cómo que tu hijo? - preguntó Natalie cuando le conté todo lo ocurrido, no sé porqué pero no la veía del todo sorprendida.

- Si, y ahora está grave internado en un hospital y rodeado de cables...

- O sea que si no estuviese en esa situación Lali no te habría dicho nada, ¿no?

No había pensado en eso, Natalie tenía razón si a Nico no le hubiera pasado esto... ¿Yo me hubiera enterado de la verdad?

- Es una cobarde - mustie con odio - una cobarde que no tuvo lo que hay que tener para venir y decirme que tenemos un hijo.

- ¿Y qué vas hacer? - puso su mano sobre la mía y la acaricio mientras me miraba a los ojos.

- No sé qué voy hacer - me tomé la cabeza con las manos y negué, las manos de Natalie se posaron en mi cara y seco sin éxito las lagrimas debido a que estas no paraban de salir. - Lo único que sé es que no quiero tener con esa mujer nada más en mi vida.

- Yo tengo un primo que es abogado - la miré dudoso y ella continuó - Puedo pedirle que te ayude a que Nico viva con vos, a que vos tengas la custodia del nene.

- ¿Te parece?

- Y si... ¿A vos te parece que haya estado cinco años ocultándotelo? te toca a vos ahora estar con el.

Natalie en parte tenía razón, ahora me tocaba a mí disfrutar de él, vivir con el, armar una vida con él, pero no sabía nada de ser padre y eso me daba miedo no ser un buen padre para Nico.

- Me da miedo...

- ¿El que?

- No ser un buen padre...

- Yo te voy a ayudar... si vos me dejas - se acercó a mí y tomo mi cara entre sus manos, aprovechó un momento de distracción y me besó. Beso que al principio no seguí, pero después terminé siguiendo.

- Nat... - la aleje suavemente - yo... yo ahora no puedo, entendeme

- Te entiendo, y te voy a ayudar igual. ¿Queres que hable con mi primo?

Asentí. Asentí con miedo, miedo a no ser un buen padre, a no saber llevar la situación, a que Nico me odie porque piense que yo no lo quiero, lo amo a ese chiquito desde el primer día en que lo vi y no le importaba Lali, a ella no le importé, ella se olvido de mi cinco años y no voy a mirar por ella, quiero vivir con mi hijo, quiero educar a mi hijo y quiero la custodia de mi hijo y Lali no me la iba a dar por lo cual me venía bien lo del primo de Nat, estoy seguro que el tribunal hará justicia.

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Les dejo la parte de Mariano que ya tenía escrita hace mucho tiempo.

El viernes voy a subir el prólogo de la nueva novela. Se llamara "Volver a Amar" y los protagonistas serán Lali, Santiago (Ramundo) y Bejamin (Vicuña) avisaré por acá.

Tu me cambiaste la vida - Mariali Donde viven las historias. Descúbrelo ahora