51

2.2K 169 11
                                    

-En la tarde estuve en el súper.-inició una conversación mientras ella engullía la pizza, un tipo de nudo se formó en su garganta, le era casi imposible hablar de ello, las disculpas le resultaban tan pesadas, pero siempre eran verdaderas de su parte.

-Me di cuenta.- ella bromeó, pero al ver su rostro serio mirando a la nada supo que algo pasaba.-¿Quieres hablar de lo que te inquieta?-le preguntó cambiando de postura y mirándole de frente.

-Si, sabes... Fui un completo hijo de perra cuando estábamos en la escuela, siempre te trate mal, y no me había detenido a pensar en ello hasta que me topé esta tarde con unos chicos con los que yo me divertía a expensas de ellos. No fue bueno y me siento tan horrible, no te imaginas el dolor que siento a recordar todo el daño que yo te cause. Sé que no suelo hacerlo, pero por eso quiero que creas con toda certeza de que lo hago de corazón, cielo. Perdóname, te hice mucho daño y nunca lo remediare.

-Cielo...-el estaba muy tocado, estaba casi llorando por el recuerdo de las veces que la lastimo consienten o inconscientemente.-Yo te perdone todo, ya lo hablamos. El amor todo lo sufre, todo lo soporta, claro que si me dolía, pero eso es agua pasada. Has cambiado, hemos cambiado...  Somos otros y todo eso...  Nada de eso cuenta para mí, mi historia contigo se volvió a escribir el día en que me dijiste que estabas loco por mi.

Una sonrisa triste salió de los labios del lobo, pero bajo el rostro y ella lo abrazo, ella más que nadie sabía cómo se sentía, era la única persona que lograba leer sus expresiones y saber cómo en realidad se sentía en el momento.  Aceptaba lo que le había dicho, pero el remordimiento le atormentaba.

Mientras ella dormía luego de haberlo acariciado y consolado el solo la contemplo y su mente vago por las más geniales fantasías incluyéndola a ella.
Tenía planes para ambos, y los llevaría acabo, estaba emocionado y expectante sabía que cosas geniales iban a venir para ellos. Lo sentía. Y si no pasaban el iba a hacer que sucedieran.

&

Era año nuevo, otro año más con ella, no se imaginaba la vida sin aquella mujer hermosa que estaba a su lado.

-¿Qué crees que debería hacer?-preguntó ella mientras miraba su cabello largo.

-¿Quieres cortarlo?-asintio-Bueno... Me gusta lo que sea que te hagas...

-¿Pero...

-Largo es mejor...

-¿Porque?-preguntó ella mientras se miraba en el espejo mientras estaba en ropa interior preparándose para ir a clases.

-Porque si esta largo.-llego a su lado y le tocó las caderas y beso su hombro.-puedes hacer esas hermosas trenzas a los lados y puedo tirar de ahí cuando esté contigo en la cama...

-Por el amor de Dios, esto es lo último ¿de verdad es por eso?

-¡Claro!-se rió a carcajadas y ella le golpeó el ante brazo. -Mi amor, te seré honesto, no hay mejor corte de pelo que el que funciona para tener un buen sexo...

-Bieber... Me cortare el pelo...

-¿ Y de donde tirare entonces?

-Vas a tener que ingeniártelas.

-¿Y si suplico?-negó.¿Y si te regalo algo?.- le miró con reproche.

-Lo haré de todas formas y no hay nada que puedas hacer para detenerme.

-Si lo haces...-dijo con su mente en una broma sucia.

-¿Es esa una amenaza?-el asintió mirando retadora mente.

-Oh Bieber, has casado tu propia tumba, sabes que a mí me encantan las amenazas... Y más las tuyas...

Fin

En la oscuridad - Dirty sexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora