Vampire Girls

Lealtad.

Los medios de comunicación eran un caos, lo único que se leía y escuchaba era sobre la masacre en uno de los tantos callejones. La ciudad siempre tenia asesinatos, pero esta vez fue algo que jamas se hubieran esperado.

El callejón era un mar de sangre, con los miembros de lo que parecían solo chicos de preparatoria regados por todas partes, las autoridades estaban confusas pues jamas en sus vidas se habían topado con tal masacre y menos que no hubiera pistas del o de los asesinos.

Un mar de gente rodeaba el callejón intentando tener la mejor vista, e intentando conseguir preguntas, necesitaron mas de 10 policías para evitar que algún civil traspasara a la escena del crimen. Un hombre da gran altura y robusto, se habría paso entre la multitud, llego asta donde los policías y sin ninguna vacilación intento dar un paso adelante, el policía que estaba mas cerca rápidamente le cerro el paso, -Disculpe señor, esta es una área restringida, le pediré de favor que regrese detrás de la linea-.

El hombre hizo caso omiso al policía y se abrió paso a la fuerza, camino asta posarse al lado de uno de los detectives y se quedo en silencio a su lado, el policía corrió rápido tras del hombre, -Lo siento detective, no se como logro pasar este hombre, pero ahora mismo lo sacaré-. El policía se acerco al hombre, el cual no parecía tener interés en lo que decía aquel policía.                                                  -¿Cual es su nombre oficial?-Pregunto el detective sin quitar la vista de la escena del crimen, -Miles, señor- el policía le contesto mientras sacaba las esposas, el hombre misterioso comenzó a caminar al centro del callejón seguido de cerca del detective, lo cual confundió un poco al policía, -Oficial Miles-. Hablo aquel hombre, sin voltear siquiera, -Dadas las circunstancias, de que es mas importante para mi la escena del crimen-. Metió la mano en su abrigo y saco una placa del bolsillo interior, -Le dejare pasar la ofensa de querer arrestar a un inspector-.

El policía se quedo congelado en su lugar, aquella placa efectivamente era de inspector, pero no era cualquier inspector, -Lo siento mucho inspector Shranks-, el policía se hizo un reverencia y se retiro lentamente.

-El día de hoy tienen buenos policías- Dijo Shranks mientras examinaba el estomago que tenia a sus pies, -Me recuerda a cuando eramos novatos, ¿a ti no Milon?- el detective se quedo en silencio, hasta que Shranks repitió su nombre, -Lo siento- se disculpo -Es solo que no puedo pensar en otra cosa que no sea esta masacre-, Shranks acomodo su sombrero, se agacho y tomo un mechón de cabello que se encontraba a un lado de un brazo amputado, al ver el color de este, su cara se puso mas seria de lo normal, Milon se dio cuenta, y rápidamente le ofreció una bolsa para el cabello, el inspector la tomo, metió el cabello y salio de ahí muy rápido y furioso, Milon solo se quedo observando como su compañero se perdía entre la multitud y volvió a su trabajo.

Shranks estaba tan furioso, que no le importaba si se llevaba a gente por delante al caminar, por fortuna ninguna de las persona se encontraba frente a el, sera porque iban en su dirección, o porque no querían ser arrollados por tan grande mole, el gigante aun miraba el cabello dentro de esa bolsita, y cada segundo que la veía mas furioso se ponía, sus ojos pasaron de un color café a un rojo intenso, su entorno empezaba a sentirse caluroso.

Una chica despistada de cabello amarillo, recogido en dos grandes coletas, corrió en dirección a el hombre,  y como era de imaginarse, ella reboto y callo al suelo, Shranks recobro la paciencia, el clima volvió a estar mas fresco, miro a la chica en el suelo, le lanzo una mirada fría y se aparto rápidamente del lugar, sin importarle si la chica se encontraba bien o no.

Entro en un callejón, se paro frente a una puerta color negro, y toco furiosamente la puerta,                       -¿Contraseña?- dijo una voz detrás de la puerta, -No tengo tiempo para esas estupideces-, Dijo Shranks enfurecido, -Abre esa maldita puerta ya, antes de que te la tire encima- Se hizo un silencio, la puerta se abrió y dejo pasar a aquel hombre, cerrándose detrás de el.