Día rojo

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Las redes sociales se habían vuelto un caos, anunciaban la brutal muerte de un chico en los barrios bajos, muchas personas comentaban que el mismo se busco su propia muerte por meterse en esos lugares, otros se lamentaban por la muerte de un alma que no fue salvada a tiempo, solo una chica no prestaba atención a lo que pasaba a su alrededor, paresia muy distraída y un poco apurada que no noto cuando choco con un niño y lo derribo al suelo, -lo siento- dijo sin mirara atrás. Parecía que iba llegando a su destino pues iba disminuyendo su velocidad poco a poco. Llego ante un gran edificio, miro el cartel que estaba casi en la cima del mismo "Sporf industries" leyó rápidamente y entro al edificio lentamente, -Buenos días señorita Sporf- dijo un hombre el cual parecía el portero,     -¿Hola Martín se encuentra mi padre por casualidad?- dijo la chica mientras se quitaba una mancha que paresia de chocolate de su falda, el portero asintió y le dijo que la esperaba en su oficina, la chica entro sin esperar que el portero abriera la puerta si quiera y se perdió en los elevadores.

Lo que menos le gustaba era esperar en el levador ya que el edificio contaba con mas de 50 pisos y su padre se encontraba en el ultimo, eran unos desesperantes 5 minutos los que tenia que esperar dentro de esa caja demoníaca como ella le decía, al fin el elevador llego al piso 50, no alcanzaron a abrirse las puertas con que la chica salio disparada al pasillo, lo recorrió lo mas rápido posible y se detuvo frente a una gran puerta color marrón en la cual se leía "Director", abrió la puerta sin siquiera tocar y cerro la puerta detrás de ella. Adentro la oficina estaba muy bien arreglada, se podían apreciar las pinturas caras situadas en la pared frontal, contaba con un gran ventanal que dejaba ver prácticamente toda la ciudad, bajo ella un gran sillón color chocolate, con una pequeña mesita donde descansaban dos botellas de licor, una pequeña librería donde se guardaban todos los libros que a la chica le gustaba leer cuando pequeña, y en el centro un escritorio de color chocolate muy bien ordenado con una placa que decía "Dir. Scort Sporf", la chica se quedo mirando a la placa asta que un pequeño ruido le percato que no estaba sola en el cuarto, -Hola padre, no te vi al entrar- dijo la chica a el respaldo de la silla del escritorio, la chica no espero respuesta y se sentó en el sillón debajo del ventanal con la mirada ausente, -En un instante estoy contigo hijita- dijo una voz masculina proveniente de la silla, la chica se acomodo un poco en el sillón mirando por la ventana y sin darse cuenta se quedo dormida, -Cindy, despierta cariño- la chica abrió los ojos lentamente y vio una a un hombre de aspecto mayor frente a ella, -Buenas noches cariño- dijo el hombre mientras se levantaba y se sentaba en su silla -Perdona la tardanza- la chica se sentó en el sillón aun soñolienta, paso un tiempo a que sus ojos se adaptaran pero al fin pudo ver mejor a el hombre sentado en el escritorio, era de baja estatura prácticamente de 1.75 cm, la cara se le veía avejentada lo cual la chica siempre se dijo que se le puso a si por tanto trabajo, pues el hombre apenas pasaba por los 30 años,   -¿Sabes porque te llame verdad Cindy?- la chica asintió pero no dijo ninguna palabra, -Veras cariño al tener el puesto de director sabes que tengo demasiadas responsabilidades- pauso en espera de una palabra de su hija pero no recibió nada, -A si que as de saber que tengo que mudarme otra vez- la chica voltio rápidamente a ver a su padre con cara de reproche, -Lo se te prometí que ira contigo a la feria de ciencias, pero lastimosamente se me adelanto el viaje- el hombre se levanto y se sentó a lado de su hija, -¿Pero no puedes mandar a uno de tus empleados esta vez?- el hombre negó amablemente, -Pero me lo prometiste, lo estábamos esperando desde hace dos años- la chica se levanto de un salto y con cara enojada se dirijo a su padre, -Ya veo que es mas importante tu trabajo que yo- el hombre se levanto tranquilamente y la tomo por los hombros, -Jamas digas eso cariño sabes que no es cierto- suspiro y continuo -Sabes que si pudiera cancelar lo aria pero esto es algo muy importante por favor entiéndeme- la chica se soltó de las manos de su padre y se acerco a la puerta, -Jamas cumples tus promesas, siempre estas de viaje- abrió la puerta, voltio hacia su padre, -Ojala nunca regreses- y salio llorando de la oficina.

Salio corriendo del elevador y empujo la puerta del edifico con tanto enojo que casi derriba al portero, corrió unas 8 cuadras y callo de rodillas en la acera llorando y maldiciendo, a si paso 30 minutos prácticamente, se levanto de la cera sacudió sus rodillas y con sus ojos aun húmedos camino por la ciudad prácticamente vacía. Saco su móvil y marco a una de sus compañeras del colegio y le contó todo lo sucedido, tan entretenida estaba hablando con su amiga que sin darse cuenta entro por un callejón totalmente obscuro, se adentro asta la mitad de este cuando se dio cuenta que tomo el camino equivocado, le colgó a su compañera y guardo el móvil, -¿Estas perdida preciosa?- la chica se sobre salto al escuchar la voz proveniente de la obscuridad, -¿Quien esta ahí?- no escucho respuesta solo unas risas de aproximadamente 6 personas, la chica dio la vuelta para regresar al camino principal pero se pego con algo que la hizo caer al suelo, -¿Te vas tan pronto muñeca?- la chica se sorprendió pues con lo que choco no era mas que con un chico de los barrios bajos, intento buscar alguna salida pero era demasiado tarde los demás chicos ya la habían rodeado.


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