El Diario De William Albert Andrew | Candy Candy Fanfic [En Pausa]

Parte 35

"Querido William Albert Andrew:

¿Cómo estás? Ya casi ha pasado un mes desde que nos separamos en Lakewood y queda poquísimo para que sea la boda de Annie. Aún no me puedo creer que mi mejor amiga, mi hermana, se vaya a casar con Archie. Es algo fantástico que se quieran tanto, ¿no crees?

Estoy pensando en adelantarte e ir a ayudarla con los preparativos, pero…no sé, me da miedo estar sola en Lakewood sin ti, ya sabes porqué…

Aunque esté Archie conmigo no es lo mismo, pues él también teme a la tía abuela. Además, ¿qué sé yo de bodas? ¡Nada!, pero me hace mucha ilusión y no quiero dejarla sola con todos los preparativos. ¡Ah!, por cierto, ya recibí mi invitación. ¡Es bellísima!, con un papel satinado blanco y grabado con rosas y lazadas, con sus letras doradas…Annie siempre ha tenido muy buen gusto para estas cosas.

Bueno, a parte de todo lo anterior, te diré que me encantaron los regalos que enviaste. No tenías porqué hacerlo pero… ¡gracias! ¡Qué bien que te acordaste de mi cumpleaños! Todo estaba riquísimo y, sobre todo, me encantó el joyero con carillón, no paro de darle cuerda para ver a los bailarines danzar, es una melodía preciosa.

Siento no poderte escribir más seguido pero los chicos dan mucho trabajo y mis señoritas ya están algo mayores, así que la mayor parte de las tareas las hago yo. A parte me ocupa mucho tiempo el trabajo en la clínica que está algo lejos y me llevo casi todo el día en el camino, pero disfruto mucho con lo que hago. Espero que tú no estés trabajando mucho y que te cuides, no quiero que caigas enfermo; sabes que debes descansar.

Debo despedirme ya porque es bastante tarde y ya han apagado casi todas las luces. Espero verte muy pronto y poder contarte en persona todo lo que acontece en mi vida, aunque no sea mucho. Te veré pronto.

Con cariño, Candy W. Andrew

P.D.: Como ves pongo tu nombre completo en el encabezado. ¡Qué bien saber quién eres al fin! Ahora puedo sentirme orgullosa de ser una Andrew".

Albert suspiró lentamente mientras doblaba la carta y la volvía a colocar en su sobre. Era la tercera que recibía de ella y no se cansaba de releerla.

Sonrió para sus adentros mientras cerraba los ojos al tiempo que se reclinaba en el respaldo de su silla de despacho. Unos golpes en la puerta lo hicieron reaccionar y frunció el ceño al cortar tanta felicidad. Dio el pase para ver entrar a George por las dobles puertas.

Buenas tardes, señor William –dijo inclinándose hacia él- Le traigo los últimos balances de sus cuentas y algunas citas importantes.

Gracias, George. ¿Algo más?

Sí, aunque puede esperar.

¿Qué es?-mirándolo con curiosidad

Tiene que ir a tomarse las medidas para su traje. Llegará justo para la boda de su sobrino y debe ser confeccionado aquí.

Claro…no había pensado en ello. Gracias por recordármelo.

De nada, señor –le sonrió con suspicacia

¿Qué?

¿Es otra carta de la señorita Candy?-fijándose en el sobre blanco.

Eh… sí- enrojeciendo-, tal vez deberías ir a buscarla al Hogar de Pony y llevarla directamente a la mansión. Quiere ayudar a la señorita Britter con los preparativos y no veo que haya necesidad de que me espere a mí. De todas formas tengo entendido que será dama de honor de su amiga, así que…