Parte 11

2.9K 125 3
                                    

Las noticias del atentado al tren de los militares no se hizo esperar y las autoridades se personaron inmediatamente hasta el lugar de los hechos.

Los equipos de rescate no daban ninguna posibilidad a esos bravos muchachos, pues habían utilizado una gran cantidad de dinamita para hacer volar el tren en miles de pedazos que se encontraban esparcidos a lo largo de la vía.

El panorama era dantesco, los cadáveres en su mayor parte estaban mutilados por la fuerte explosión y ya pensaban que nadie podría sobrevivir a aquella catástrofe, pero entonces...

¡Aquí hay uno! ¡Está vivo! ¡Rápido!

Los equipos de emergencia lo trasladaron rápidamente al hospital más cercano para hacerle todo tipo de pruebas, pero el muchacho de apenas unos veinte años no reaccionaba. No sabían quién era exactamente y lo que era más curioso ¿por qué estaba alejado del tren?

Los doctores no querían tenerlo por miedo a que fuera un espía, pero su ética les decía que tenían que salvar al muchacho.

Después de dos semanas inconsciente el chico empezó a reaccionar.

¡Doctor! ¡Doctor! - dijo Mari una de las enfermeras.

¿Qué pasa?

El chico de la 12, esta hablando en delirios.

Vamos.

Los dos se apresuraron a ver cómo se encontraba.

Pero por Dios, aún no se han deshecho de ese animal.

No doctor, no quiere separarse de él. Es como si fuera importante para ella. Cada vez que intentamos separarlos nos quiere gasear.

Está bien. Déjenla.

Sí - asintiendo.

América...Chicago...América... - decía el joven.

Es lo único que dice doctor.

Hum, su acento es americano ¿pero qué hará aquí en Italia?

¡Dios! ¿Cree que de verdad sea un espía?-echándose a temblar.

Pero se supone que . es neutral y en todo caso sería un aliado. Todavía no han entrado en la guerra, ni siquiera han mandado voluntarios. Es todo muy extraño.

¿Qué hará doctor? ¿Lo entregará a las autoridades?

Por el momento seria mejor que se recupere de sus heridas, entonces ya veremos qué hacer con él.

Sí doctor

Mari sentía una extraña sensación de pena por aquel joven. Cuando dormía su rostro se veía tan sereno y parecía un muchacho tan noble que no podía ser cierto que fuera un espía peligroso. Por otra parte, sufría cada vez que lo veía retorcerse del dolor y gritar. Casi siempre lo tenían sedado para que no sufriera y le mataba verlo así. - Ojalá despierte pronto- se decía apenada.

Por fin un día Albert despertó...

¿Dónde... dónde estoy? ¿Qué ha pasado? ¡Ay mi cabeza! - llevándose las manos a la misma.

Shh, tranquilo. Acuéstese por favor. - dijo Mari tratando de calmarlo.

Por favor, dígame ¿dónde estoy? - la miraba perdido y atontado por los sedantes.

¿No se acuerda? Estamos en Italia. Se encuentra en el Hospital Santa Sofía.

¿Qué me ha pasado? Me duele mucho la cabeza.

Recibió un golpe muy fuerte por la explosión.

¿Explosión? ¿Qué explosión? Señorita no comprendo nada - su desesperación aumentaba y los ataques volvieron a empezar -¡Ahhh!

El Diario De William Albert Andrew | Candy Candy Fanfic [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora