Capitulo XXXlX

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Capítulo XXXIX.

-Nadie termina conmigo, Justin Bieber. Nadie. Eres un bastardo al igual que el resto de la escuela, siempre fui mucho para ti. Puedes estar seguro que vas a pagar por esto y muy caro.

Liliana se fue, dando zancadas largas y profundas. Todos los que estaban en los pasillos, estaban viéndome en este momento. Les había dado algo de que hablar. Pero no les prestaba mucha atención a ellos en este momento. Ni a ellos ni a Liliana. En este momento no importaban los miles de rumores que surgirían a causa de todo esto. En la única persona que podía pensar era en Bubbles. Mi Bubbles.

La había decepcionado. No había cumplido una de las promesas que le había hecho. La había alejado de mi lado. Pero haría lo que sea para que vuelva a mí, a mi lado. Lo que sea.

{____________}

Regresaba de la casa de Kendall. Juró que odio al profesor de Historia Universal, un ensayo del Imperio Romano ¿a quien demonios le importa lo que pasó en el pasado? Pero claro, después nos están diciendo que olvidemos el pasado y vivamos nuestro presente. ¿Quién los entiende? Nadie.

Abrí la puerta del departamento, para sorpresa mía, Justin estaba sentado en el sofá de la sala. Cerré la puerta y entré.

-Estas aquí. -dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Eso creo...

-Compré pizza, mitad Hawaiana y mitad Americana, con doble queso. Como a ti te gusta. Pasé por el supermercado y conseguí estos. -tomó apresuradamente la bolsa blanca que estaba sobre la mesa de centro. -Mentos. ¿Recuerdas cuando jugábamos a quien resistía más con el caramelo y la soda dentro de la boca? También tengo películas. Y compre toda la serie, esa que te gusta de vampiros, ¿Cómo se llamaba?

- ¿"Vampire Diaries"?

-Exacto, eran los últimos que quedaban. Podemos...

-Tengo una cita con Zack.

La expresión del rostro de Justin, de felicidad, se ensombreció rápidamente.

-Oh, bueno...eh, ¿podemos dejarlo para otro día, verdad?

Era la primera vez que veía a Justin nervioso y vulnerable, el siempre parecía tan seguro de si mismo, sin vergüenza de nada. No reconocía al Justin que tenía enfrente de mis ojos.

-Pero puedo quedarme aquí. Quiero quedarme aquí. Lo de ver "Vampire Diaries" suena genial. -dije sinceramente.

Tendría que llamar a Zack, y cancelar la noche de cine que había planeado. Pero a una parte de mi, no le importaba. Una parte de mi-una muy grande-quería quedarse con Justin esta noche.

- ¿De verdad vas a quedarte conmigo?-preguntó con la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida.

-De verdad.

{...}

Solo tomó 10 minutos, y ya estábamos como antes. Como los mejores amigos, que siempre hemos sido. Había olvidado lo rápido que se pasaba el tiempo cuando estaba a su lado y lo mucho que me gustaba estar con él. No me había dado cuenta de lo mucho que lo extrañaba. Me costaba explicarle los miles de triángulos amorosos que habían en la serie, la historia de cada personaje, y porque amaba tanto esta serie.

-Obviamente soy más apuesto que Daemon Salvatore, Elena debería quedarse conmigo. -bromeó haciendo que me riera.

-Solo en tus sueños. Nadie es más apuesto que Daemon.

Justin y yo giramos al mismo tiempo, nuestros rostros se encontraron cara a cara. La distancia que separaba sus labios de los míos no era mucho. Podía sentir sus respiraciones contra mis labios. Yo no podía respirar. En este momento, era como si el resto del mundo hubiera desaparecido. Solo éramos él y yo. Justin se acercó más, y la idea de besar sus labios cada vez era más tentadora.

¿Qué demonios estaba pensado? Tengo novio... ¿verdad? Sí, demonios, sí tengo novio. Y lo amo... ¿verdad? La cabeza comenzaba a darme vueltas, y lo que eran segundos comenzaban a parecerme años. ¿Por qué el deseo de besarlo era tan fuerte? ¿Por qué el deseo de tener sus labios sobre los míos era tan poderoso? Nuestros labios estaban rozándose, cuando el teléfono sonó.

-Deberías contestar, puede ser importante. -dije rompiendo la conexión y alejándome totalmente.

Pude escuchar como maldijo por lo bajo.

{Justin}

Saqué el estúpido celular de mi bolsillo, y luchaba con todas mis fuerzas no aventarlo contra la pared. La llamada era de Jake, Atendí rápidamente.

-Mas te vale que sea importante, Jake. ¿Qué paso?-dije apenas conteste.

-Tienes que venir a casa, Justin. Mamá no quiere salir de su habitación, Jack y yo lo hemos intentado pero ello no quiere. Odio verla llorar.

-Espera Jack, ¿de que me perdí? ¿Por qué mamá está llorando? No entiendo ni una mierda.

-Ella y Papá...se van a divorciar.

{_______________}

- ¿Todo está bien?-pregunté.

Pero era obvio que no, su rostro se había tornado totalmente pálido. Justin se quedo viendo la nada, aun con el teléfono al oído. Podía escuchar la voz de Jake desde el otro lado de la línea preguntando por Justin. Me acerque a Justin y le quite el teléfono de sus manos.

- ¿Jake? ¿Qué le has dicho? ¿Por qué Justin está así?

-Necesitas estar con el, ______________. Nuestros padres se están divorciando, mamá no se lo está llevando muy bien. Necesitas ayudar a Justin a llegar aquí.

-Esta bien. Nos vemos después. -dije y corte la comunicación.

Cuando volteé, Justin estaba sentado en el suelo, con sus manos sobre su rostro. Me agaché y quede a su altura. Levanté su rostro despacio, y pude ver como dos lágrimas se le escapaban. Antes de tener tiempo de poder decirle algo, sus brazos me rodearon, estrechándome contra su cuerpo fuertemente.

Trilogía Red de Mentiras {Adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora