Desde que dijo "Te Quiero" [Trilogía 15 Días, Libro #2]

Capítulo 12

Tiempo actual...

Stefan's POV

Sentado en el taburete de la barra me pongo a pensar si lo que hice estuvo bien. Realmente quería verla, necesito verla. Una parte de mi se siente renovado cuando me pierdo en esos hermosos ojos grises. De una me acabo mi trago y suelto un suspiro. Ángela...te extraño mucho hermosa y siento mucho todo lo que te hice. Siento mucho las cosas que dije sin pensar. Pero lo que más me lamento es no haberte podido querer como querías desde un comienzo.

¿Por qué no le dije todo eso? Todo lo que tengo guardado en el pecho desde el día en que se fue.

El taburete que estaba junto a mi se mueve cuando alguien se sienta en el y puedo distinguir que es un hombre. Miro hacia al lado para ver mejor quien era y me encuentro con mi gran rival el doctorcito.

-¿Ahora me sigues?-pregunto volviendo mi vista al bartender pidiendo otro trago.

-¿Por qué lo hiciste?-pregunta mirándome.

-Es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta.-sonrío irónico.

-Contesta mi pregunta y no te hagas el graciosito.

-Mira, ¿Fred cierto?-el asiente.-Mira Fred, yo no he hecho nada. Solo volvi por ella.

-Sería mejor si te regresas por donde mismo has venido. Ángela está rehaciendo su vida junto a mí. Dale el divorcio y déjala ser feliz junto a mi como lo ha sido todo el tiempo en el que no has estado.-bebe de su trago y me mira espectante.

-¿Crees que soy imbécil? ¿Cómo se te ocurre que dejaré a la mujer que quiero con otro hombre? Ella sonreía cuando estaba junto a mí y lo volverá a hacer. ¿Por qué no desapareces de su vida tú y la dejas ser feliz nuevamente con quien debe? Con su esposo.

-Su matrimonio siempre fue una farsa y para mi no tiene valor. Además ella va a casarse conmigo por eso te pidió el divorcio.-mi cara debe ser todo un poema ante la sorpresa porque lo veo sonreír trinunfante.

-¿Qué? Ángela...¿va a casarse contigo?

-Claro. ¿No escuchaste cuando dije que ella está rehaciendo su vida? Estamos juntos y vamos a casarnos.

-No te lo creo.-niego repetidas veces con mi cabeza.-No es cierto.

-Stefan...deja ser a Ángela feliz por favor. Ella se lo merece después del sacrificio que hizo por ti. Creo que tus derechos como esposo sobre ella desaparecieron el mismo día que ella lo hizo. Ya no tienes el derecho de llamarla esposa y mucho menos tienes derecho sobre su vida, su hija y su felicidad. No te lo digo como rival ni mucho menos te lo digo para que la odies...dale el divorcio y déjala ser feliz.-vuelvo a negar.

-Yo la quiero...-suspiro y comienzo a hablar en un susurro.-me atrevería a decir que siento algo más que eso pero odio la maldita palabra amor.

-Ese temor fue lo que te hizo perderla. ¿Por qué le temes tanto al amor?-se cruza de brazos.

-Eso no es de tu incumbencia. –doy un trago a mi bebida nueva que el bartender me ha traído.

-Ayúdame a entender como no eres capaz de hacerlo por Ángela.

-No quiero lastimarla y no quiero sufrir.

-Creo que tendrás que decir más que eso porque no es una excusa. Además de que suena muy egoísta. Amar no lastima Stefan.

-Sí lo hace. Creo que hice un sacrificio confesándole mis sentimientos, ¿y que sucedió? Se fue de mi vida y no me quiere ni ver.-suspiro y lo miro.-El día en que le pongas una mano encima y le hagas daño te las verás conmigo.

-Las veces que le he puesto las manos encima no han sido para hacerle daño tranquilo.-levanta sus manos en son de paz. Bajo la copa de manera brusca cuando escucho sus palabras rompiéndola y lo miro con los ojos llenos de furia.

-¿Te has atrevido a tocarla?-pregunto en un grito. El solo se encoge de hombros y me levanto estampándole un puñetazo en la cara.

-¿Te has vuelto loco?-se levanta de su asiento gritándome limpiando la sangre que le sale del labio.

-¡Te lo has buscado, mereces más pero me los estoy aguantando!

-Anda desquita tu furia y no te los aguantes si eso te hace sentir hombre.-abre sus brazos y ese acto me prende de nuevo y le vuelvo a golpear su cara.

Él trata de devolverme el golpe pero lo esquivo a tiempo golpeando su abdomen. Si por algo me ha gustado pelear es por lo que quiero. Entre golpe y golpe terminamos sobre las mesas de algunos consumidores terminando tirados en el suelo. Su cara de niño bonito va a terminar hecha un asco. Doy puños consecutivos en su rostro desquitando toda mi ira. Esquiva los que puede y los devuelve también.

Un par de gritos me hacen reaccionar y ver la cara toda llena de moretones de Fred. Dejo de golpearlo y él se pone de costado tosiendo algo de sangre. Creo que me he pasado. Me quito de encima de él y limpio la sangre que sentía salir de algún lugar de mi cara. Fred se levanta como puede y me mira.

-Te irá peor si le llegas a hacer algo.-hablo agitado señalándolo antes de voltearme.

-¿Y que se supone que significa eso?-pregunta y sin voltearme le contesto.

-Que te estoy dejando el camino libre imbécil.-camino alejándome de él.

Dicen que los hombres no sienten, que no sufren, que no lloran, bueno pero no somos de piedra y dejar ir lo que queremos no es fácil. Sin autorización una lágrima se desliza por mi mejilla.

Adiós Ángela.

Es hora de volver a casa Stefan.