Ya no tenia mucha gracia los encuentros en la casa de uno o del otro, por lo que nos decidimos a encontraron en el parque para charlar, aunque lo menos que haríamos era eso.
Nos encontramos entre varios árboles, medio escondidos por que queramos o no éramos alumno y profesora y era muy contra las normas vernos juntos.
Yo llegue primero y luego llego ella la cual se sentó a mi lado con una mirada media pervertida y mordiéndose el labio. Hacia mas de una semana que no nos veíamos por lo tanto hacia mas de una semana que nuestros cuerpos no se encontraban.
Estuvimos hablando unos pocos minutos antes que el deseo y las ganas de besarla me consumieran por completo. Le mordía el labio inferior y mis manos en su cintura que lentamente iban bajando. Ella puso mi mano sobre mi pantalón y lo acariciaba muy lentamente mientras los besos se hacían cada vez mas apasionados.
Mi mano siguió bajando hasta tocar su fina tanga que estaba bastante metida sobre su trasero. Ella me fue besando por el cuello mientras me tocaba lentamente el pecho hasta que la tentación le ganara y me sacara la remera. Me beso cada parte del pecho hasta ir bajando a mi pantalón y saco mi pene y se lo hundió lenta y deliciosamente para mi gusto en su boca húmeda la cual hacia el mejor sexo oral que me podía imaginar. Pasaba su lengua lentamente por mi pene una vez, dos veces y luego se lo hundía, me besaba los testículos los lambía y se lo volvía a hundir nuevamente pasando su lengua de una forma tan hermosa que mis gemidos hacían eco en los árboles que nos rodeaban.
La lujuria que corría por mi cuerpo era muy grande, a tal punto que no me aguante las ganas de besarle sus pechos y le saque sus senos sin retirarle la remera y los empecé a besar y morder sus pezones lentamente, metía mi mano sobre su pierna y la acariciaba muy de apoco intentando llegar a su tanga por intermedio de la pollera y luego bese su cuello sin compasión alguna haciéndola suspirar como mas de una de las veces.
No aguante mas y le levante su pollera y moví su tanga penetrando su vagina con uno de sus dedos, luego con dos y hasta con tres dedos haciéndola gemir de una manera que ya conocía de anteriores oportunidades. La besaba y le seguía penetrando con los dedos, la acariciaba y le besaba el cuello mientras ella se mojaba sobre mi pierna.
Penetre su vagina con mi pene sin sacarle la pollera, gimió lentamente para luego besarme, nos abrazábamos mientras ambos hacíamos el amor que ya había dejado de ser sexo hace mucho tiempo. Habíamos salido de la rutina y esto era una nueva experiencia para ambos, la penetre una y otra vez hasta que acabe, nos abrazamos y mirábamos para todos lados pero no había nadie a nuestro alrededor o al menos ahora quien sabe si ante lo hubo. Me abrazo, la bese, me quite el condón, lo tire lejos guarde mi pene y le subí la tanga, la acosté en mi pecho y le acariciaba lentamente la cabeza mientras ella me sonreía, se me escapo un te quiero entre caricia y caricia y ella respondió con un yo también. Ahí termine de confirmarlo, pese a la diferencia de edad, a que nuestro amor era prohibido nos estamos enamorando.
