Sometido al sistema reflejando los días
cuando solíamos ser solo amigos.
Ambos protegimos nuestros intereses, nuestra confianza estaba asegurada y
ahí fue donde nuestros corazones se juntaron.
Y entonces nos hicimos más cercanos,
me separé de mi ex hasta que terminamos.
Y en cada visita los sentimientos se hicieron más fuertes.
Ahora esto está fuera de nuestras manos por que mi amor está aquí para quedarse.

¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
Los oídos me pitan y todo a mi alrededor se pone borroso logrando que ya no pueda escuchar la canción.
-¿Hailey?- pregunta Justin deteniendo la canción y agarrando mi brazo para sentarme en una silla- ¿estas bien?
Estoy consciente de tener los ojos abiertos pero no veo nada, siento mi corazón detenerse y no volver a latir, mis manos tiemblan como si tuviera un ataque y mi respiración es demasiado irregular.
Estoy experimentando a lo que llamamos como ataque de pánico y el próximo paso es...
-¿Estas llorando?- me pregunta su voz.
Exactamente.
Me digo a mi misma que necesito calmarme, que nada de esto quita lo vivido y decidido anteriormente, que debo de ser sincera conmigo misma y con él por muchas ganas de intentarlo que tenga.
-Maldición, Hailey dime algo- insiste con nerviosismo en su voz.
-Dame un momento- le pido y me giro dándole la espalda.
¿Qué debo de decir ahora?
No se cuantos segundos pasan hasta que vuelvo a enfrentarme a él.
-¿Estas enamorado de mi?- le pregunto valientemente esperando una negación como respuesta.
-No se a lo que llaman amor exactamente pero creo que si- responde cavando mi tumba.
Ok, Hailey, eres una completa estúpida, pero así es la vida.
-Ju-Justin... yo... n-no puedo con esto- digo entre sollozos encontrando las palabras correctas para expresarme.
-¿De que hablas?- pregunta y me atrevo a mirar sus ojos, que me miran expectantes.
-¿Cuando escribiste esta canción?- le pregunto para entender todo.
-Cuando te fuiste a México- responde.
No, maldición, no.
-¿Por qué no me lo dijiste antes?- le pregunto volviendo a llorar.
No sabes cuantas cosas hubieran cambiado.
-Hailey, no logró entenderte- responde acercándose pero doy varios pasos en respuesta alejandome.
Por un momento pienso en ocultarle todo pero las palabras de Kendall amenazandome me ponen entre la espada y la pared haciendome sentir la peor persona de esta maldito mundo.
-Justin- decir si nombre quema- yo... yo, no puedo seguir con esto.
-¿Por qué?
-Porque ya se como será... todo perfecto al principio y al final acabará igual que siempre.
-Hey, no- responde rápidamente- esta vez haremos las cosas bien.
Cada palabra entierra más el cuchillo.
-Tu no lo entiendes- susurro sin saber como decirlo.
-Explicamelo entonces...- pide tocando su pelo nervioso.
-Justin... yo...yo...estoy... con Jordan- logró decir por fin y un silencio sepulcral nos rodea.
No soy capaz de mirarlo, me da mucho miedo, sólo veo como sus pies dan dos pasos hasta apoyarse en la mesa.
-Dime que no acabas de decir eso- pide empeorando las cosas.
-No es por ti...
-Es por mi- termina sabiendose muy bien el guión.
-¡No!- rectifico- tu mereces ser feliz al lado de alguien que te merezc...
-¡NO!- grita- ¡No te atrevas a decir eso!
Por primera vez en mi vida lo escucho hablar en ese tono y confieso que me hiela la sangre.
Comienzo a llorar silenciosamente sin saber que decir.
-No te atrevas a decir que no me mereces- vuelve a decir muy bajo.
Elevo la mirada para ver su rostro, que mira a un punto fijo y se que millones de demonios tratan de apoderarse de su cabeza.
-¿Por qué me haces esto ahora?- me pregunta como si no estuviera ya muerta.
-Es lo mejor para ambos- respondo- estaba claro que jamás seríamos perfectos.
-Jamás vas a saber eso por que dejaste de intentarlo...
-Justin... no lo hagas más difícil- le ruego secando mi rostro con las mangas de mi abrigo.
-¡LA ÚNICA QUE LO HACE DIFÍCIL ERES TU!- vuelve a gritar y siento ganas de salir corriendo- la única que acabó con esto fuiste tú...- agrega en susurros.
Lo veo desvanecerse sobre la mesa y cuando pienso que está a punto de caer se recupera.
En este lugar cada vez hace más frío o quizás soy yo.
-¡Y deja de llorar como si esto te doliera!- escupe.
-Justin...- intento hablar pero la dureza de sus palabras no me dejan.
-Debias de hacerme esto tú, la única mujer en la que puse toda mi fé después de todo...
-Justin...- vuelvo a intentar.
-Te escribí una maldita canción con todos mis sentimientos en ella ¡Joder!- vuelve a elevar la voz haciéndome estremecer- y nisiquiera terminaste de escucharla...
Siento que estoy a punto de caer, de hundirme en un lugar sin fondo cuando siento su mano agarrar la mía.
-Quiero que cuando me veas te acuerdes de que volviste a destruirme- dice con dureza poniendo mi mano en su pecho y me mira con odio.
-Justin...- lo intentó una vez más y no me deja.
-¡Vete!- exije señalando la puerta.
-Justin por favor...- suplico- no lo hagas de esta forma.
-¿Qué no lo haga yo de esta forma?- ríe hipócritamente- eres tu la que se mete en cama de alguien más cuando yo a la única mujer que he tenido en la mía desde que estuve contigo has sido tú ¿y me pides a mi que no lo haga de esta forma? Por favor, Hailey- vuelve a escupir- ¡vete!
Lloro, lloro sin parar de pie mirando al único hombre que he amado en mi vida destruido y destruyendome y se que este es el final que me merezco.
-Siempre voy a estar aqui para ti- agrego en un susurro.
-¡CALLATE Y VETE!- vuelve a escupir con lágrimas.
¿Tienen idea del dolor que una persona siente cuando ve llorar a la persona que ama?
-Si lo amaras no le harías esto- comenta mi subconciente.
No puedo dejarme ir de esta forma, no con esa imagen el uno del otro.
No me importa su reacción, camino hasta él con toda la valentia que le queda y lo abrazo, lo abrazo lo más fuerte que puedo deseando trasmitir todo el cariño que aún tengo por él con ese acto.
-Hailey- susurra en llantos encima de mi cabeza- sueltame por favor- me ruega entre dientes.
-Te quiero, Justin, aún que no me creas de verdad lo hago pero necesito que entiendas que esto es lo mejor y me lo vas a agradecer algún día, cuando encuentres a la persona que de verdad te haga feliz- balbuceo las palabras que para mi no tienen ningún sentido y duelen como navajas.
-Sueltame- vuelve a pedir y lo hago pero antes de separarme del todo sus manos vuelven a pegarme a su cuerpo- te quiero- susurra y tiene el mismo efecto de una bala contra mi pecho- adiós.

No hace falta que lo diga de nuevo, salgo de ese lugar mirando sus ojos rojos y su cuerpo desvanecido como última imagen sabiendo que eso será lo único que vea en mis próximos sueños y corro, corro por todo el edificio envuelta en lágrimas, en frío, en asco, en decepción y todo esos sentimientos hacia mi misma.
¿Como pude hacernos esto?
Cuando entre en ese lugar me sentía llena de fuerzas, de razón y ahora mismo estoy segura de que soy la única mala em todo esto. He terminado con lo que siempre quise construir y se que jamás me voy a perdonar eso y lo que es peor, él tampoco...

© 《Acostúmbrate It ©Where stories live. Discover now