-Cambio-

Parte 2

Los días pasaron con completa lentitud y desesperación mientras nuestros héroes esperaban la primera oportunidad de reencontrarse con la chica akumatizada y volver todo a la normalidad, sin embargo no tenían suerte alguna. Adrien y Marinette patrullaban diariamente para buscar alguna pista que les ayudara a dar con alguna solución.

-¿Nada todavía?- dijo Chat Noir mientras aterrizaba con ayuda de su bastón y caía frente a su Lady. Ella negó.

-Nada y comienzo a desesperarme-

-¿Por qué My Lady?- cuestionó mientras se acercaba a la chica de rojo. -¿No te gusta esta vida?-

Volvió a negar.

-Estoy cansada de tantas clases extras y sesiones fotográficas, ¡juro que voy a quedar ciega algún día!- comenzó a tomarse el cabello desesperada -Me encanta diseñar y que la gente me respete ¡pero no me dejan confeccionar nada!-

Por tantas caras extrañas que la joven daba, el chico no pudo evitar soltar una carcajada.

-Ahora alguien me comprende- dijo entra risas mientras lágrimas de tanto carcajearse amenazaban con salir.

Ladybug le miró con mala cara.

-¿Y qué hay de ti?- se cruzó de brazos -Seguramente ya te duelen los dedos de tanto coser-

Chat hizo un pequeño puchero -Si- contestó con pena -Me he enterrado tantas agujas que ya perdí la cuenta- ahora quien soltó la carcajada fue la chica moteada.

-¿No es tan fácil trabajar, eh?-

Cambió su gesto a uno mas sereno. -De cierta forma agradezco esto pues aprecio más el sentido de la vida. Prefiero trabajar a estar en una enorme mansión sin nadie de compañía-

Sus trasformaciones se deshicieron después de unos minutos dejando salir a Tikki y Plagg.

-¡¿Qué dices?!- bufo Plagg completamente molesto -¡Por eso ahora solo tengo la mitad de ración de mi queso!- exageró mientras se llevaba las manos al pecho fingiendo sentirse herido -Mi amado queso- dijo lamentándose.

-¡No seas exagerado Plagg!- Tikki intentaba ocultar su sonrisa -Ya se resolverá todo-

-Hablando de comida, ¿quién quiere galletas?- interrumpió Marinette

-¡Yo!- gritaron Tikki y Adrien al mismo tiempo.

Del largo abrigo rojo que portaba sacó un pequeño paquete lleno de las delicias.

-¿Las hiciste tu?- preguntó Adrien mientras devoraba una galleta -Creí que no tenias tiempo para eso-

La azabache alzó los hombros -¿Quién dice que no escapo de algunas actividades?. Cocinar es parte de mi aunque tenga diversos chefs y reposteros prefiero hacerlo por mi cuenta.-

El ojiverde sonrió ante el gesto -Eres increíble Marinette-

-Lo se, soy genial- guiñó un ojo -Bien, creo que es hora de irnos-

La chica estaba a punto transformarse e irse pero una mano se lo impidió -Espera- suplicó Adrien -No te vayas-

Marinette suspiró -Ya es algo tarde y debemos ir a la escuela mañana, me encantaría estar todo el tiempo contigo para no sentirme tan sola pero cada hora los guardias revisan si me encuentro en mi habitación.- le observó con tristeza.

-Yo quisiera lo mismo- el rubio bajó la cabeza -Pero es otra cosa- dijo. Marinette le observó confundida.

-¿Qué sucede?- se acercó a su compañero y comenzó a acariciar con suavidad su cabello. Este evitó ronronear.