Cómo enamorarte de tu mejor amigo | zouis | +18

tercer paso: ten tu primera vez

Y ASEGÚRATE DE QUE SEA PERFECTA.

A Zayn no le gustaba bailar, pero estaba bailando. Tenía las manos de un tipo en el trasero y su boca en su cuello, y la música vibraba dentro suyo tan confusa como las luces parpadeantes del club.

Cerró los ojos y hundió el rostro en el cuello del tipo. ¿Cómo era su nombre?

—Las cosas que le haría a este trasero —dijo de modo brusco sobre su oído. Zayn apretó los ojos más fuertes e intentó hacer de cuenta que se sentía bien con eso.

—¿Sí? —murmuró. Todavía podía saborear el vodka en su boca—, ¿Por qué no me muestras?

El tipo se alejó de su cuello, y entre relampagazos multicolores, Zayn pudo verlo sonreír. Entonces, le apretó el trasero bien fuerte y lo besó rudamente en los labios. Zayn dejó que su lengua entre y cerró los ojos otra vez. No era como Doug: su rudeza era torpe, desagradable. No era mágico, pero, mágico no había sido bueno para él de todas formas.

—Ven —susurró el tipo y lo llevó de la muñeca entre la gente. Los baños: cool. ¿Quién necesita poesía?

Lo soltó un segundo, para pasar entre una muchedumbre, y entonces sintió un manotazo en el otro brazo que sabía familiar.

Louis ya no llevaba la camiseta y tenía pintura de color en el pecho y la espalda. Visto así, entre las luces y la música, parecía una criatura mágica. Zayn debía haber bebido demasiado.

—Quiero vomitar —murmuró, pero Louis no lo escuchó.

Lo sacó a rastras del club. Afuera, el aire fresco lo tomó por sorpresa. El verano estaba a la vuelta de la esquina, pero las noches todavía conservaban la brisa primaveral.

Zayn se detuvo a unos metros de la puerta y se soltó de Louis para recostarse en la pared y vomitar. Una, dos, tres veces. El estómago le empujaba la garganta como si quisiera sacar cosas que no estaban ni siquiera allí.

Louis le palmeó la espalda.

—Ahí va —susurró y lo acarició bruscamente—. ¿Vomitaste en tu camisa? —Zayn negó suavemente, su cabeza empezaba a matarlo—. Préstamela, está helado.

Se sentaron, Zayn con su camiseta mangas cortas, Louis con su camisa a cuadros, en la plaza principal de aquel pueblo desconocido. Era el más cercano al de ellos que tenía un club gay, y Louis y Zayn habían decidido salir a despejarse un poco. La cosa es que los trenes no salían de vuelta hasta las cuatro de la mañana y faltaba un buen rato para eso.

—¿Mejor? —preguntó Louis y le convidó otro sorbo de agua.

—Supongo —respondió y bebió—, ¿por qué me sacaste de allí?

—Ibas a perder tu virginidad en un baño, Zayn —explicó Louis, como si él no lo supiera—, esta autodestrucción posruptura tiene que terminar. Han pasado tres meses.

—No es autodes... posru... Lo que sea. No tiene nada que ver con Emory —Louis soltó una carcajada y luego se recostó a su lado en el banco—, sólo no quiero llegar virgen a la Uni. ¿No lo dijiste tú? Que sería raro.

—Eso no quiere decir que tengas que acostarte con cualquier tipo en el baño de un club —lo regañó.

—Ese es tu plan.

Louis lo golpeó en el hombro y Zayn casi se cae del banco.

—¿Puedes detenerte con esto de acusarme de zorra constantemente?

—Lo siento.

Louis balbuceó un montón de insultos mientras miraba los alrededores de la plaza de brazos cruzados. Lejos, en otro rincón, un grupo de chicos fumaban, escondiéndose como ratones cada vez que pasaba un auto.