Pollock

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Si dos no se engañan mal pueden tener desengaños, pero seguramente no se engañan porque no se hablan, no se miran, no se ven, no se escuchan, solo se tocan, uno siente y el otro lo mismo. Y esa persona que ves todos los días, y conoces todo de ella y ni un solo detalle de su existencia, que atardece, amanece, mediodíanece y aulla a las estrellas a través de tus ojos, de tus poros, de tus dientes, tus suspiros y carcajadas. Y digo que no se engañan porque están el día en el otro, el es el todo del otro, sus cumpleaños feliz, sus San Valentines, sus affairs, sus bodas, sus acordes, sus años y pesares, sus tumbas y sus misas de réquiem.

Son sus hábitats mutuos, sus suelos, la plataforma en la que se sostienen; y engañarle al otro sería engañarse a si mismo, y eso es como cavar tu propia tumba, una tumba cincelada en el corazón de uno y del otro, que el amor no se quede en amistad, que la amistad es un alma que habita en dos corazones y el amor son dos corazones que comparten una sola alma, que puede con todo lo que haya entre los dos, balas, muros, metros, pinceles, lienzos, campos y elíseos.

Quizás lo que sienten es odio, un odio que llena el corazón que te da una razón para vivir y llena tu cabeza de pensamientos, todos iguales, sin un ápice de parecido pero todos hacia la misma persona, tal vez se podría llamar amor, es que el amor no es nada sino el odio de los amantes, y el amor solo es el mayor odio hacia uno mismo, que te hace apuñalarte todos los días entre las costillas, por no señalar con el cuchillo al otro, y te hace odiarte aún más y entras en un circulo vicioso, una rueda que solo paran los besos que nunca se dan y los abrazos que siempre se añoran.

El amor es lo pe..., o lo me..., es. Es lo único que existe, que si no hay amor no existimos, y siempre amamos sin que nos amen y siempre nos aman sin que los amemos, pero cuando amas, y de repente te sorprendes porque el otro te dice, "yo más", no puedo explicar cómo es, no logro recordar, pero estoy seguro que debe ser el motivo por lo que todos estamos aquí, encontrar un corazón que tenga tu misma alma, y ese te haga crecer y tu le hagas crecer a él.

Y he aprendido que en historias de amor siempre pierde el mejor, pero que el mejor es que el odia más, el que se odia más a sí mismo, porque no soporta la idea de no estar con la otra persona, que ni antes, ni después, ni mientras, logra dejar de soñar con la otra persona, pero soñar dormido, o despierto, desear su pelo, sus ojos, su piel y entender que el otro es arte y que él mismo es arte y lo que siente es arte, y que el arte o se mira y no se toca o se destruye; que la destrucción de cualquier forma de arte, es arte en sí misma.

Rock, Pollock y CointreauDonde viven las historias. Descúbrelo ahora