1.- ||Parasites||

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-¡Gerard! –Kellin gritó desde abajo-. ¡¿Has visto mi cepillo?!

-Mhhh –Gerard bajó las escaleras y entró en la cocina-. Está en el baño. Ah, y ya se te va a hacer tarde, son las 7:45 de la mañana.

-¡¿Me dices a mí que se hará tarde?! ¿Ya viste que traes puesto? -Hizo una mueca-. No quiero llegar tarde mi primer día.

Gerard notó que aún no se quitaba la piyama. Soltó un grito desgarrador y corrió a cambiarse.

Kellin fue al baño y se cepilló el cabello. Cuando terminó, le gruñó al espejo como toda una diva. Era de esperarse, tiene al maestro en casa, Gerard Way.

Gerard bajó las escaleras como una mariposa, teniendo cuidado de no arruinar su lindo peinado. Tomó las llaves del auto y salió junto con Kellin.

Gerard era responsable de llevar a Kellin a la universidad. Era mayor de edad, ya tenía veinticuatro años, seis años mayor que Kellin. Así que él se hacía responsable de su hermano menor. Bien Gerard podría estar llevando a Mikey a la universidad, pero, tiene diez años desaparecido.

¿Cómo fue qué Mikey desapareció?... Un día, la familia Way salió de viaje a las vegas. Amy y Robert se fueron a los casinos, ya saben, hacer lo que se hace en las vegas, perder el control, apostar, esas cosas. Mikey, que para ese entonces tenía ocho años, se quedó con Gerard, que tenía catorce años.

Y literalmente, eran niños. Unos inmaduros. Salieron a explorar las calles.

También fueron al segundo piso de la casita.

ESTO SE VA A DESCONTROLAAAAR

Se supone, que estaban juntos. Que se cuidaban uno del otro, pero, cuando Gerard se dio cuenta, Mikey no estaba.

Y así fue como Mikey desapareció. Gerard nunca dejó de sentirse culpable. Por eso cuida tanto a Kellin. No quiere perderlo.

Llegaron a la universidad y Gerard estacionó el auto.

-Mira, sí pasa algo, lo que sea, me llamas –Gerard le dio una palmada en la espalda-. Soy capaz de dejar mi cubeta de posho sí necesitas mi ayuda.

-Claro, yo te llamo –Rió Kellin-. Nos vemos.

Kellin bajó algo inseguro del auto. Aún tenía tiempo para fingir que se sentía mal para que Gerard se lo llevara. Pero, fue tarde. Cuando Kellin le iba a decir que se sentía mal, arrancó el auto.

Kellin suspiró y empezó a caminar. Tenía mucho miedo, puede que fuera el primer día. Pero, Matty, David y Ronnie lo molestaban sin importar que día fuera.

Y así es, ya lo estaban esperando.

-Hola, marica –Matty lo tomó del cuello del suéter y luego lo tumbó al piso-. ¿Qué tal tus vacaciones? ¿Cuántas vergas te metieron?

-Cállate, idiota. Déjame en paz –Kellin tragó saliva-. Ustedes tres, váyanse.

-¡Miren! El mariquita quiere que lo dejen, oww –Ronnie rió y luego le dio una patada en el estomago. Kellin se retorció y los otros rieron-. No vamos a dejarte, y lo sabes. Es divertido molestarte.

-¡YA! CARAJO, ESTOY HARTO DE QUE ME JODAN TANTO –Kellin gritó como nunca antes. Ni siquiera él sabía de dónde había sacado ese volumen-. ¡Váyanse al carajo!

Los tres se quedaron parados y luego empezaron a reír. David tomó a Kellin de los brazos, Ronnie de las piernas, y Matty empezó a darle patadas en el estomago. Kellin estaba sollozando. Hacía intentos por zafarse, pero, era inútil. David lo estaba agarrando tan fuerte que sus heridas se abrieron.

Hold On Till May [Kellic] (1)Where stories live. Discover now