PXNDX AL ESCENARIO

2.6K 44 14
                                    

"No carnal, eso quedo en el pasado."

Fue mi respuesta a la pregunta que me hizo este tipo. "pues júntala otra vez", dijo, "porque se acerca un concurso que va a estar bueno y ustedes la rockeaban machin".

"Ok, pues."

Así de sencillo cambien de parecer. Junte en la hora libre de la prepa a Riki, Ongi y Chunky y les platique del chisme. En Abril de 1997 se llevaría a cabo un concurso de rocanrol en un antro llamado "El Origen", en el centrito de San Pedro. Las inscripciones estaban abiertas, se harían audiciones y para el evento final solo se escogerían seis bandas, las cuales compartirían escenario con la nueva banda regiomontana del momento, Zurdok. Los premios constaban de un reportaje de dos páginas en una revista de rock de la época y unas horas de grabación en un estudio profesional. La inscripción constaba la módica cantidad de cero pesos; muy atractiva sonaba la idea.

En algo concordábamos los cuatro; tendríamos que sacar canciones nuevas, tocar un estilo nuevo. No podíamos presentarnos tocando las canciones de Bangzilla o de Purghatory, seriamos apabullados, haríamos el ridículo frente a los fans de Zurdok, frente al jurado, y lo más importante, frente a la asistencia femenina. Esta era nuestra oportunidad para destacar entre los mejores.

Entonces nacieron canciones como Sunny Blue, El gran McGee y tócame esta. Un estilo totalmente opuesto a lo que tocábamos antes, con melodías felices y música más dinámica, energética y prendida. Una mezcla de Everclear y Weezer y alternativo de los 90, más la picardía de cuatro galanes de 17 años.

Nos preparamos por no se cuánto tiempo y llego el día de la audición, la cual se llevó a cabo en el mismo lugar donde iba a ser el concurso, pero solo con las cinco personas que iban a calificar nuestro performance. Llegamos allí, como todos los demás, cargando nuestros instrumentos y amplificadores.

Obviamente, en esos años no teníamos a nuestro staff para que nos cargara los instrumentos.

En eso se nos acercó un organizador y pregunto: "¿Cómo se llama su banda?" Silencio total. No teníamos nombre. Por supuesto que no éramos Bangzinga. Ya no estábamos deprimidos ni éramos tan oscuros. No teníamos nombre y ni siquiera habíamos pensado en uno. Cuando me inscribí solo dije mi nombre. Imagínate, que la banda se hubiera llamado JOSÉ. Chance y seriamos multimillonarios. De hecho hay una banda de no sé dónde que se llama Los Músicos de José.

Me vi lento, ese era el nombre para la banda. Lástima que no se me ocurrió antes para ello.

Mi mente empezó a correr a mil por hora, como Lynda, y en eso se escuchó un vocecilla detrás de todo el borlote: "PXNDX, nos llamamos PXNDX". Ese fue Chuncky, que bautizo a la banda sin si quiera pedir opinión, como el mote era urgente, nadie dijo nada; pensábamos que solo iba a ser para este concurso y todos íbamos a regresar a nuestras apestosas vidas.

Siempre lo he dicho y siempre lo diré, no soy muy fanático del nombre de mi banda. No significa nada, no tiene relevancia con las canciones, no somos ecologistas, no somos fans de Yuri, nada de nada. Nuestra banda se llamó PXNDX por haber ganado ese maldito concurso.

Después de que Chunky le puso nombre a la banda, llego la hora de tocar una canción, la cual fue tócame esta. Esta canción era algo punk, con una línea de bajo muy buena que le daba toda la personalidad a la melodía, y con el coro más corto en la historia de la música. La letra del coro era "'¿Cuál?", así nada más. Empezamos a tocarla y me di cuenta de que no se escuchaba el bajo. El bajo era inexistente. Hasta llegue a pensar que Riki no estaba tocando y estaba aun amarrándose las agujetas o algo así. Tome la decisión unilateral de parar la canción y quejarme vía micrófono. Dicen algunas personas que reclame yo como si fuera una diva, o como si fuera yo alguien de importancia. Lo que yo recuerdo es haberles pedido amablemente que por favor le subieran al bajo porque era esencial para levar a cabo la canción. Al parecer no les caí tan mal porque paso una semana y me hablaron para decirnos que habíamos llegado a la gran final. Sonaba grandioso, como música de PXNDX para mis oídos. Era un triunfo muy merecido para nosotros cuatro, y solo significaba una cosa: teníamos que ponernos a ensayar.

Pensándolo Bien, Pense MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora