Me quité la chaqueta que llevaba puesta ya que el líquido había caído sobre esta, afortunadamente no había pasado a la camiseta que traía debajo.
-Lo siento.- Dijo el chico y levanté la mirada para verlo bien; era James.
-No te preocupes.- Dije y amarré la chaqueta a mi cintura.
Salí al jardín a tomar aire fresco.
-¿Bailamos?- Preguntó un tipo con aliento alcohólico.
-No.- Dije y me volteé.
-¿Por qué no?- Dijo pegándose a mi.
-Por que no.- Dije molesta y me alejé de el, este tomó mi brazo y me pegó a el.
-Suéltame.- Dije tratando se soltarme de su agarre.
El tipo me tomó de la cintura y me pegó a el.
-Déjame mierda.- Dije moviéndome.
-Suéltala idiota.- Dijo una voz inconfundible a mis espaldas.
El tipo me soltó y se fue enojado.
-Erik.- Dije mirándolo.
-¿Qué haces aquí? Menores no deberían estar aquí.- Me regañó.
-Mia me trajo y de nuevo me dejó sola.- Dije encogiéndome de hombros.
-Deberías considerar buscar una nueva amiga.-Dijo con algo de humor en su voz.
Yo negué mientras reía.
-Por cierto, creo que esto te pertenece, lo dejaste en mi auto.- Dijo sacando de su bolsillo trasero mi celular.
-¡Si!- Chillé como niña pequeña y se lo quité de las manos.
-Creo que mejor te llevo a tu casa antes de que otros tipos intenten algo contigo.- Dijo y caminó a la puerta, yo lo seguí.
-Ahora que tengo mi celular puedo marcarle a un taxi, tu quédate aquí.- Dije.
-No, no quiero pasar un minuto mas en esta orgía.- Rió y salimos.
-No quiero molestarte.- Dije mirándolo.
-No me molestas, yo ya me iba de todos modos.- Dijo y entró a su auto.
Entré a su auto y vi las cinco llamadas pérdidas de Calum, también tres mensajes; "Llámame" "Te extraño" "¿En dónde estas?"
Bloqueé el teléfono, cuando llegara a casa le llamaría.
-Jugaste muy bien, no sabía que eras el capitán del equipo.- Dije para romper el silencio.
-Si no jugara bien, no podría ser entrenador.-Dijo presumido.
-Eres un creído.- Negué mirando por la ventana.
-Algo así.- Dijo atento al camino.
Rodeé los ojos, odiaba a los tipos creídos.
-Decidí que me caes mal.- Anuncié seria.
-Está bien, cada quien es libre de decidir quien le cae bien o mal.- Dijo sin importancia.
Rodeé los ojos de nuevo, si que era creído, no pensé que fuera así.
-Listo, llegaste sana y salva.- Dijo estacionándose fuera de mi casa.
-Gracias.- Dije y cerré la puerta del auto.
Entré a mi casa y de inmediato la luz de la sala se encendió.
-¿En dónde estabas Lia?- Preguntó Lauren.
أنت تقرأ
Maps | Erik Durm
قصص الهواةNo importa a donde vayamos, siempre terminamos juntos en el mismo lugar... Maps | Maroon 5