Capítulo 2

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Nunca piensas que te pueda pasar a ti.

Piensas cómo será. Le das vueltas una y otra vez, alternando el escenario un poco en cada ocasión, pero en el fondo no crees que te vaya a pasar nunca, porque siempre es a otro a quien le sucede, no a ti.

Y menos de una forma tan patética.

En efecto, hablo de la muerte. Mi muerte, en concreto. Solo los buenos mueren jóvenes, o eso dicen. Siempre que un estudiante encuentra la muerte prematura en un accidente terrible, en un arbitrario acto de violencia o en una enfermedad rara sin tratamiento, profesores, amigos y familia le elevan al instante a la condición de alumno de valía. No se le recuerda como un estudiante mediocre fallecido en un accidente, en su muerte se le transforma por obra de magia en un destacado estudiante modelo de honor. Necesitamos que las vidas perdidas tengan un significado. Es una reconfortante y vana ilusión, en realidad. Una patraña mortal. Lamentablemente, uno no está allí para apreciarlo. O al menos eso creía yo.

No quería ni mirar mi cuerpo que yacía en el suelo, con la cara morada y los ojos muy abiertos. Quería llorar, quería gritar, quería darme bofetadas a mí misma para despertar, pero nada. Había pasado de ser invisible metafóricamente a ser invisible en la realidad. Pero la visión de mi propio cadáver no duró mucho, pues en seguida vi la luz. Una luz cálida, que me acogía, me abrazaba, se sentía tan bien, tan...

Aquella sensación no duró mucho, pues la luz se esfumó y quedé engullida por la oscuridad. Temí por mi vida. ¡Oh! Qué chorradas digo, ¡estaba muerta! ¿Quién teme por su vida estando muerta? ¿Algo peor podría pasarme? ¿Peor que estar muerta?

Y os estaréis preguntando: ¿cómo?

Remontémonos a unos minutos atrás, cuando yo aún vivía...

Había sido un día muy agotador. A primera hora había tenido mi primera clase de matemáticas, y cualquier persona que me conozca sabe perfectamente que yo y las matemáticas no casamos muy bien. La mañana transcurrió entre bostezos y alguna que otra charla con mis nuevos compañeros. Intenté no parecer borde (de verdad que lo intenté) y vi la posibilidad de ser amiga de unas cuantas chicas, sólo necesitaría un par de charlas más y... ¡hecho! Cuando llegué al piso me encontré con una notita de Beth que decía: <<He salido de compras. Nos vemos por la noche. Xx>>. Así que decidí limpiar un poco mi habitación y pasar los apuntes a limpio. Otra cosa no, pero organizada sí que era. Después de hacer todo aquello pensé en relajarme y... ¿qué mejor forma de relajarte que viendo una de tus series favoritas?

Por eso me dispuse a coger el portátil y comencé a ver The Vampire Diaries, no sin antes coger un chicle. ¡PRIMER ERROR! Y último, he de decir, pues aquel chicle sería la causa de mi muerte...

Acababa de morir, y de la manera más tonta que alguien pueda imaginar: atragantada con un chicle. Dios, o lo que quiera que haya ahí arriba, debe de odiarme mucho, pues había muchas formas de morir: atropellado por un coche, de un infarto, de golpe en la cabeza, etc. pero... atragantada por un chicle... quien lo escuchara seguro que empezaría a reír. Tan, tan, tan patética mi muerta como lo fue mi vida. Que forma de dejar el mundo, ¿verdad? Ni morir se me daba bien.

No sé cómo lo hice, pero sucedió en algún momento que yo estaba embobada con Damon, seguramente. El chicle fue directo a mi garganta, quedándose atascado en ella y no había forma alguna de expulsarlo. Del pánico que me entró, tiré el ordenador al suelo, me puse en pie intentando expulsar el chicle que se había quedado pegado y, sin más, morí.

La imagen de mi cuerpo con la cara morada por la falta de oxígeno, con los ojos negros mirando a la nada, tumbada en el suelo, fría, sin vida, se quedó grabada en mi retina.

Entonces, de la nada apareció una señora mayor a lo lejos. Algo en ella me resultó muy familiar. Conforme se iba acercando lo supe: era mi abuela. Corrí hacia ella para abrazarla. Sí, esto debía de ser el cielo... Ella me sonrió y me cogió de las manos y con su dulce voz, dijo:

–Pequeña Ronnie...

Tenía tal nudo en la garganta que ni siquiera pude articular palabra. Verla allí, tan real, hizo que me emocionara.

–He... he muerto –dije, por fin.

Ella asintió con la cabeza, sin quitar la sonrisa de la cara.

–Debes escucharme atentamente. Se te dará una segunda oportunidad.

– ¿Segunda oportunidad? ¿De qué hablas, abuela?

–No, Ronnie, yo no soy tu abuela. Simplemente he adoptado su imagen para que tú te sientas segura. Además, no puedo mostrar mi verdadera forma a los humanos.

Mi cara se deformó completamente.

– ¿Y... se puede saber quién eres? –dije, con miedo.

–Digamos que soy El Todopoderoso.

– ¿Dios? –dije, casi chillando.

–Tú no crees en Dios, así que para ti seré... el líder supremo de todo. ¿Vale así, Ronnie?

Asentí despacio, insegura.

–Y, entonces, ¿mi abuela? –pregunté.

–Tu abuela consiguió llegar al nirvana cuando murió. Encontró la paz, la felicidad completa. Tú, en cambio, estás en la antesala del nirvana. Te quedan cosas pendientes por hacer, y no lograrás entrar en el nirvana a menos que las cumplas. Por eso se te concederá una segunda oportunidad.

– ¡Vaya! Eso suena... genial.

Así que después de todo volvería a la vida y seguiría con mi vida cutre de estudiante de universidad. Volvería a ser Veronica Hawthorne. Pero, ¿qué cosas eran las que me faltaban por hacer?

–Sí, solo que no volverás a ser Veronica Hawthorne. Te reencarnarás en otra persona.

Aquellas palabras sentaron como una bofetada en toda la cara. ¿Yo volvería a la vida sin ser yo? ¿Existía la reencarnación? ¿En quién me reencarnaría?... Millones de preguntas inundaron mi mente y me sentí algo agobiada. Pensé en mi familia, la cual no volvería a ver. Quedarán destrozados después de conocer mi muerte. Y Beth, pobre de ella... Será la primera en encontrar mi cadáver. Aquello seguro que la dejará marcada para el resto de su vida. Todo en la vida de aquellos que me rodean cambiará. Una muerte no es fácil de superar. Me sentía tan... culpable.

–Bueno, Ronnie, ¿estás preparada?

Miré a El Todopoderoso con la cara de mi difunta abuela, tragué saliva y... acepté.

¿Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End?Onde as histórias ganham vida. Descobre agora