28. Liocott

58 1 1
                                    

Narra Oliver

~6 de octubre de 2012, 21:03~

Empecé a perseguir a mi querida hermana por todo el aeropuerto y acabé por chocarme con otra persona, no me di cuenta de quién era hasta que se dio la vuelta.

—Hunter...

—Hola, Oliver —me saludó con una sonrisa.

—Yo... bueno, no...

—¿Oliver, estás bien? —me preguntó Travis, poniéndose a mi lado.

La madre que me parió, que en paz descanse. Lo único que no necesitaba en absoluto era juntar a Hunter y Travis, el ex-novio y el novio, hay que joderse.

—Anda, pero si es Hunter —comentó con frialdad.

—Travis —se limitó a decir él con brusquedad.

—Bueno... deberíamos irnos, ¿no crees? —le dije a Travis con cara de haz-el-favor-de-no-liarla.

—Sí —respondió, pasando su brazo por mis hombros.

—Oliver, ¿podemos hablar? —me preguntó Hunter, cogiéndome del brazo.

—Eh... sí, enseguida voy —respondí, quitando el brazo de Travis de mis hombros.

Nos apartamos un poco de donde nos pudiese oír alguien conocido y me miró con gesto serio.

—¿Qué pasa? —pregunté bastante tranquilo.

—¿Se puede saber a qué demonios estás jugando? —dijo muy molesto, e ignorando mi pregunta.

—A nada —respondí sorprendido. No lo dirá por Travis, ¿no?

—¿Cómo que a nada? ¿Entonces por qué dejas que te trate así? —preguntó alterado. Sí, lo dice por Travis.

—Pero si él no ha hecho nada —dije enfadado.

—Oliver, te conozco de sobra, no puedes mentirme —aseguró, mirándome fijamente.

—Que te den —me limité a decir, dándome la vuelta, dispuesto a irme.

—Oliver, no me fastidies. Ya sé que te sentó mal que me fuese así sin más, pero no pensé que fueras tan idiota como para volver a cometer el mismo error que con Campbell —me dijo cabreado.

—No sabes de lo que hablas —respondí sin tan siquiera darme la vuelta. Fui junto a Travis, me despedí de mis hermanos con la promesa de que nos veríamos mañana y cogí mi maleta y mi mochila.

—¿Te ayudo a llevar eso? —me preguntó Travis, sonriendo.

—No hace falta —respondí, devolviéndole la sonrisa.

—Lo siento, ha sido culpa mía —me dijo, metiéndose las manos en los bolsillos.

—No ha sido culpa tuya, el problema es que Hunter es un puto celoso —respondí con cierto tono de molestia.

—Esa boca —me reprendió, volviendo a abrazarme por los hombros.

—Se me ha escapado —me defendí, riendo.

—Eres peor que un niño pequeño —se quejó mientras reía.

Tardamos veinte minutos en llegar a la zona japonesa y otros cinco en encontrar el albergue. Era exactamente igual que el propio Japón.

—Bien, os dejaré en la puerta una lista con vuestro número de habitación, tendréis que compartir cuarto con otra persona y la cena es a las diez —anunció Travis para luego desaparecer por las escaleras.

Mi protegidoWhere stories live. Discover now