ÉL ME CUIDA, Y VIENE DEL INFIERNO

Cap. 17 Amigos de infancia

-¿Cómo que me quieres?

-Si, todo lo que acabas de decir es lo mismo que yo siento por ti, y se que eso es un Te Quiero- estaba segura de mis palabras

-¿En serio?

-Si- acerque mis manos a su cabeza para quitarle la capucha y ver esos ojos verdes

Nos que damos en silencio por unos segundos bajo la luz de la luna, mientras yo miraba sus ojos y el miraba los míos. Fuimos acercando nuestros rostros cada vez mas, y cuando solo quedaban unos pocos centímetros para chocar nuestros labios... me invadieron unas inmensas ganas de vomitar, y para no mancharlo quite y desvié mi rostro mientras Iker me agarraba el pelo para vomitar a un lado de la banca, "genial, tenia que arruinar este momento perfecto" pensé.

Levante mi rostro después de aquel momento incomodo y lo mire muy apenada.

-Lo siento

-No te preocupes, levántate que te voy a llevar a casa

-No, llévame a otro lugar, no quiero llegar así a mi casa- me señale con mis manos haciendo un movimiento rápido con estas de arriba hacia abajo

-Entonces ¿A dónde quieres que te lleve?

-No lo se, a cualquier otro lugar, ¿Qué tal el sótano al que me llevaste la otra vez?

-Segura que no quieres ir a tu casa

-Si, no quiero llegar oliendo a alcohol

-Esta bien, te voy a llevar ahí, agárrate con fuerza- finalizó mientras me cargaba para después volar.

Sentía todo el aire fresco del cielo en mi cara, eso me hacia sentir bien, vi toda la ciudad la cual se veía espectacular, definitivamente ocupaba una cámara fotográfica para captar la belleza de la ciudad.

Llegamos al poco tiempo y aterrizamos en techo del bar, él me bajo y entramos por una puerta que nos permitía el acceso para entrar. Vi a las personas que se encontraban en ese momento en el bar y me pareció ver a Áaron por lo que desvié rápido mi mirada, y cuando volví a mirar con cautela él ya no estaba, creo que el cansancio ya me hacia ver alucinaciones, así que ya no le preste mucha atención a lo anterior y seguimos bajando para ir a el sótano.

Al estar ahí me quite la chamarra que tenia puesta y me senté en el sillón mientras Iker iba por un poco de agua para mi porque la verdad tenia mucha sed, estaba un poco cansada pero no lo suficiente como para dormir, y mientras miraba mi celular regreso Iker con un vaso de agua el cual me entrego.

-Gracias

-De nada- me regaló una sonrisa

-Ni creas que esto significa que te he perdonado- su sonrisa se borró

-Y que ¿hago para que eso pase?

-En primera, debes decirme toda la verdad y jamás volverme a mentir, ¿me escuchaste bien?- lo señale

-Esta bien, ¿algo mas?

-Por el momento eso es todo, pero podrías comenzar tu redención contándome el porque odias a mi hermano- estaba muy intrigada y realmente quería saber que es lo que había pasado entre esos dos.

-Es una larga historia

-Pues cuéntame, tenemos toda la noche o amenos lo que queda de ella- me acomode en el sillón dispuesta a escuchar

-Si tu insistes te la voy a contar. Él y yo nos conocimos cuando nos alejaron de nuestras familias, nos llevaron a una especie de calabozo que compartes con otro niño en un lugar lejano de todo aquí en la tierra porque ningún humano vivo puede entrar al infierno. Una vez ahí, te dan lo mínimo para sobrevivir, muy seguido te torturaban y citaban textos antiguos en latín en una especie de ritual grupal con los demás niños, el cual hacían para que perdieras tu humanidad y que con el tiempo tu alma se vuelva demoníaca. Todo ese proceso lo viví con Áaron, por lo que nos volvimos muy unidos, aun cuando todo ese proceso terminó seguíamos estábamos juntos cumpliendo nuestros deberes para volvernos fuertes porque así era mas divertido, lo cual logramos con éxito porque los mismos demonios regentes de el infierno nos dijeron que éramos "el prototipo perfecto" de lo que siempre quisieron. Él solía salir una noche cada 2 semanas, no me decía a donde y tampoco es que me importara mucho pero, una noche él se fue como normalmente pero cuando regresó se miraba muy asustado, teníamos como 14 años, lo deje pasar porque era problema de él lo que sea que haya pasado, después a la mañana siguiente un demonio poderoso llegó por nosotros, así sin mas, no entendía lo que pasaba y Áaron tampoco. Nos llevaron a una sala llena de demonios de alto rango los cuales nos propusieron darnos un lugar con ellos a pesar de que nosotros los mitad demonio mitad humano siempre íbamos a ser inferiores que los demonios normales pues ellos nos dijeron que éramos lo que siempre habían buscado y por lo mismo querían darnos un lugar con ellos, yo no acepte, ya que sabia que solo nos quería usar como a una marioneta y yo definitivamente no lo iba a ser, pero por parte de Áaron él si termino aceptando, aunque a leguas se veía que fue en mala gana ya que justo antes de que tomara su decisión le pronunciaron unas palabras que hicieron que su temple cambiara a uno de asustado "Si no aceptas ya sabes lo que va a pasar", justo después de eso él terminó aceptando, y ya no nos volvimos a hablar hasta hace poco.

-Pero ¿Qué paso después?- a pesar de que todo eso me parecía interesante y que algunas pocas dudas se habían no era para nada lo que me interesaba saber

-¿Por qué no el preguntas a él?

Hice una mueca por la insatisfacción de que Iker no pensaba en decirme mas, supongo que lo tendré que averiguar de alguna otra forma.

La noche pasa sin mas, entre cambios de palabras sin realmente sentido alguno, una típica charla como cualquier otra.