XII

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N//: Contiene un lenguaje un poco ofensivo entre ellos (ni tanto), lo aviso por si alguien que lee es un poco sensible.

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Miró detenidamente sus ojos, ya se le había vuelto costumbre querer descifrar lo que su rostro expresaba, aveces tan tranquilo, otras indiferente, asqueado y otras pocas, cómodo y a gusto.

¿Cuál de todas en realidad era Min Yoongi?

Su mirada seguía fija en él, esos labios rojizos y delgados, que ahora parecían estar más abultados. Su rostro, era un poema para él, esa expresión tan decidida y a la vez no, jamás la iba a olvidar. "¿Está seguro? ¿En verdad está seguro?" Se pregunta una y otra vez.

Yoongi dio una media sonrisa - ¿Qué, no me digas que no puedes?

Con la poca tranquilidad que le quedaba, se quitó de encima de yoongi sentándose en la cama apoyando su espalda en la cabecera de la cama, Yoongi lo imitó. - Quiero joderte - río ante su comentario - Pero, no es tan simple como parece. Te lo he dicho, no repito esa pregunta más de dos veces y contigo hasta ahorita la he rápido más de diez veces, en mi mente.

- ¿Qué hay de diferente con el sexo con mujeres? Es sólo eso, no tienes porque preguntar.

- Mucha diferencia, pero en estos momentos tú eres aquella niña experimentando su primera jodida, perderás tu virginidad. - Yoongi río un poco. Subió su bóxer junto con su pantalón que lo tenía hasta los tobillos, de nuevo una sonrisa apareció al sentir la mirada fija de Jimin en cada movimiento que hacía.
Jimin quería brincar encima de él y tomarlo con tanto descontrol haciéndolo chillar de lo caliente que lo haría sentir, pero se sorprendía de incluso que pudiera estar ahí sin hacer algún movimiento.

- En parte es así. - giro su rostro al escuchar el leve zumbido de su celular en el buro que estaba junto.  - Mensaje del director, mañana no habrá ensayo. - dijo al terminar de leer.

-Esta bien, tengo que ir a ver a Kook.

- Da igual - El menor se sorprendio un poco al notar el cambio en su tono de voz. Su celular de nuevo vibró. - ¿¡Qué!?- Su rostro se puso pálido, Jimin lo veía confundido.

-¿Qué pasó?- preguntó acercándose más a él. Se paró de la cama ignorando lo que le había dicho. -¡¿Qué pasa, Yoongi?! - se paró siguiéndole hasta la sala.

- ¿Cómo...? - aventó el celular al sillón, frotaba su rostro molesto.

-¿¡Qué pasa, Yoongi!? ¡No te voy a seguir por toda la casa! ¡¿Dime, qué te paso?! - Lo jaló del hombro.

Dio un pequeño suspiró recordando aquel pasado que aún permanecía presente en su memoria, tal parece que no podía alejarlo por más que él se alejará de ello.

El timbre de la casa sonó, Yoongi lo miró como tratando de encontrar tranquilidad en él - Eso paso - camino hacia la puerta y con la postura que lo caracterizaba abrió.

- Aquí estas, Sugita - Tan sólo de escuchar la voz sintió como su estómago se revolvió. Empujó levemente su hombro para poder pasar. - ¿Qué? ¿Te sorprendiste mucho? - le dio una sonrisa burlona.

Jimin se encontraba junto al sillón parado mirando fijamente al chico que recién acaba de entrar. Yoongi cerró la puerta, metió sus manos en el bolsillo y miro aquel hombre que le traía tan malos recuerdos.

- ¿Cómo sabes? - el chico río y por el rabillo del ojo notó la presencia de Jimin.

Giro para verlo, una mirada altanera y prepotente le daba al castaño. - ¿Con esté es quien has estado haciendo todas esas cosas? - río con desprecio regresando su vista en Yoongi - No me lo puedo creer, tú que desde un principio se te llenaba la boca de decir que jamás estarías con un hombre.

Efecto LujuriosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora