No te separes de mí.[NamJin][Vkook][YoonMin]

No quiero mil años vivo, si puedo tener un segundo junto a ti. [NamJin]

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[Capítulo 3]

Apresurado se dirigió a la salida.

No podía dejarlo ir, no ahora.

—Sangsenim -me levanté de mi asiento. —, déjeme ayudarlo a llevar sus cosas, sus alumnas ya se habrían sido a casa, y siempre que lo carga usted sólo parece que se caerá.

—¡No soy débil! —volteó hacia mí, su semblante avergonzado se mezcló con algo de enojo.

—Reconozca que son bastantes cosas, y son pesadas.

Bufo risueño, entonces dudo por un tiempo.

—Está bien, apresúrate. —dijo comenzando a caminar.

—¿¡E-enserio!? Sangsenim!?, ¿puedo ir con usted? —reaccione de manera automática cuando acepto que lo acompañará, mi corazón ya no se sentía oprimido, pero latía con bastante frecuencia y un cosquilleo en mi estómago apareció junto a este.

—T-te digo que sí, vamos. —puso el dorso de su mano en sus labios, posterior a ello, comenzó a caminar nuevamente.

Guardé rápidamente mis cosas en mi mochila, y luego la colgué en mis hombros. Me apresuré a alcanzarlo y comencé a caminar a su lado. Me sentía bien, estaba feliz, estaba emocionado, pasaría, aunque sea, un poco más de tiempo con él, después de todos estos meses que solo lo había visto desde lejos.

¿Lo estuve observando?

Bajé la mirada a causa de la vergüenza que me causó recordar todo este tiempo que lo estuve vigilando.

Fuera de su salón, en su taller, por los pasillos, en la sala de maestros, en el patio... En todos lados.

Entonces, visualice su mano, su extraña mano, se encontraba echa puño. Lo miré de perfil, y noté que desviaba su mirada constantemente.

Es muy lindo.

Llegamos a su taller, donde se encontraban todos sus utensilios, lo espere mientras guardaba estos, analizado cada uno de sus pasos, sus torpes y delicados pasos, no quite mis ojos en ningún momento de él.

Me recargue en la pared mientras terminaba.

Luego recordé lo que mis compañeros y la gran mayoría de la escuela decía de él, mi corazón volvió a contraerse, pero de manera dolorosa.

¿Por qué no hablar sobre eso...

Directamente?

—Sangsenim.

—¿S-si? -dijo mientras lavaba un par de bowls y luego los apilaba dentro de una caja.

—¿Usted está casado?

—Ngh, -tardo en contestar- ¿de veras todo el mundo escucho esos rumores? -masajéo su sien.

—¿Rumores? ¿entonces no es cierto? —respondí feliz, acercándome un poco a él. Él río bajo.

—No, porque —paso a buscar algunos cubiertos y de igual manera los guardo en la caja. —, bueno, por lo general las mujeres me ven como una "amiga" más, al menos siempre me han tratado así.

—Y, ¿alguna vez lo ha estado? —volví a recargarme en la pared, esperando su respuesta.

—No, pero me hubiera gustado, no estar casado a mi edad es triste, ¿no? —río levemente.