Capítulo 38

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^Jamie's Pov^

|Powerful -Ellie Goulding|

Me muevo en silencio, para no despertarla, aunque es muy difícil ya que tiene el sueño más pesado que conozca. Me levanto de la cama y la madera bajo mis pies cruje un poco, ella respira hondo y se voltea para darme la espalda. Los nervios se me suben a la cabeza y mis manos se enfrían. No puedo contener mi emoción al imaginarla cuando vea su regalo de 14 de Febrero. Me apresuro y voy hasta mi armario, al lado, tomo la bolsa gigante que dejé hace poco. Sigilosamente, lo más silencioso que puedo, saco el peluche y trató de hacer que la bolsa no haga tanto ruido. Lo acomodo en frente de la cama para que cuando despierte, sea lo primero que vea, eso si no está viendo hacia mí. Lo pongo derecho, pero se va hacia adelante, pesa demasiado, lo vuelvo a acomodar y ahora se va para atrás. Mierda.

--- Quédate quieto ---le ordeno al peluche, como si me fuera a oír, mágicamente se queda en su sitio. Para asegurarme de que no se vaya hacia adelante o atrás, pongo la silla del escritorio detrás y lo recargo. Voy a mi armario y saco el pequeño cartel que hice hace un par de días. Lo acomodo frente al peluche y ya quedo todo listo. Ah... Lo olvidé, las flores. Megan las tiene. Carajo. Tapé mi única salida, si paso el peluche se caerá de nuevo. Me preparo y con todo el cuidado del mundo camino lento esquivando la silla y las patas del peluche, lo rozo un poco y se mueve. Cierro los ojos aguantando la respiración. No se cae, gracias... Llego a la puerta y la abro lentamente.
En cuanto he logrado salir de la habitación, doy un par de pasos hacia la de Megan. Toco la puerta, nadie responde, vuelvo a tocar.

--- Megan... Megan ---Murmuro, pero nada---, ¡Megan! ---hablo un poco fuerte y unos segundos después ella abre la puerta y tiene unas ojeras enormes. No lleva maquillaje y se ve más grande. Toda despeinada, Ashley se reiría de ella.

--- Rayos viejo, ¿no pudiste esperar hasta mañana? ---Balbucea.

--- Lo siento, pero no, ya son las 4:30 de la mañana y necesito acomodar todo.

--- Es domingo, Ashley se despertará hasta las once de la mañana si no es que más tarde. ---Se da la vuelta y va hacia su cama. Toma el ramo de rosas que le encargue y regresa para dármelo.

--- No importa a qué hora se despierte, todo tiene que ser perfecto. Ah, y gracias por guardármelas. ---le digo.

--- Si, si, ahora fuera de aquí para que pueda seguir mi sueño con Matt Bomer. ---Cierra la puerta. Suelto una pequeña risa. Regreso a mi habitación y de nuevo, con todo el silencio del mundo acomodo las flores en los brazos del peluche. La madera vuelve a crujir cuando paso al lado para regresar a mi cama. Ella sigue dormida. Me acuesto a su lado y la observo dormir. Se me ha quitado el sueño, no podré perderme su reacción. Esperando que le gusten los peluches, todo será perfecto. Veo su labio partido y su ceja rota. Mierda, su hermoso rostro quedo roto por mi culpa. Tengo que arreglar ese asunto con Karla, no puedo dejar que esto vuelva a pasar. Pero admito que nunca nadie se había peleado por mí, jamás. Nunca había conocido a nadie que estuviera dispuesta a recibir rasguños y jalones de cabello por mí. Por esa misma razón, no puedo dejar que esto vuelva a pasar. Acarició su mejilla y ella responde, está caliente. Su respiración, como siempre, casi ni se nota. Solo cuando jala aire de vez en cuando, como si suspirara. Eso no me gusta, porque cuando lo hace es como si de repente hubiera dejado de respirar. Dejo de pensar en eso y me imagino todas las grandes cosas que tengo planeadas con ella. Todas las canciones que nos faltan por bailar y todos los lugares que quiero mostrarle. Poco a poco me gana el sueño de nuevo. Mentalmente me digo que debo despertar temprano, lo más temprano que pueda para verla. Cierro mis ojos y tomo sus manos, estando frente, es como si formáramos un corazón. No puedo esperar a que despierte.

++

^Ashley's Pov^

De golpe me despierto, no sé qué rayos estaba soñando, no me acuerdo. Y de repente, me viene a la mente hoy en la noche. Ay mierda... Me quedo viendo a la pared y me esperó unos minutos para despabilarme, me volteo hacia Jamie y no está. Estoy pensando en ponerle una campanita para saber cuando se va. Algo llama mi atención a los pies de la cama. Me levanto y... Jesús bendito. Es el oso de peluche más grande que haya visto. Color naranja claro y con un moño de cuadros café, es hermoso. Me levanto a verlo de cerca y de repente alguien sale de los pies de la cama y me asusta. Mierda, es Jamie.

A Fireproof Story | Jamie Dornan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora