My alpha - Rubelangel

Uno ☯

Era un bonito día soleado para Miguel, el gran empresario y millonario de los últimos tres años cuando empezó a entrar en el mundo de los negocios.

Miguel era un alfa, que muchas de las betas y omegas morían por él. Tiene el pelo negro y sus ojos marrones café, con un cuerpo bien trabajado al igual que su mente ya que era difícil de engañarlo en ventas.

-Señor Rogel -llamó su secretaria desde la puerta de su despacho- tiene una llamada de un chico llamado Kevin -informó- dice que es su hermano

A Miguel se le formó una sonrisa en la cara, él amaba a su hermano Kevin, que por cierto también era un gran alfa y un gran empresario.

-Si, si es mi hermano -contestó

La secretaria llamada Amanda, que por cierto era una gran beta, con curvas, lista, bonita cara le dejo el teléfono en el escritorio mientras le guiño un ojo a su jefe.

-Buf... -suspiró- mujeres...

-¿Hola? -habló una voz detrás del teléfono

-¿Kevin? -preguntó haciendo que no lo sabía

-¡Hombre hermano! -gritó desde la línea- ¿Cómo estas? -preguntó entusiasmado

-Bien -rió por el comportamiento de su hermano, a pesar de que él era el pequeño parecía que fuera el grande- ¿por que llamaste? -preguntó con intriga

-Ah, es verdad -rió otra vez contento- quería saber si mañana podrías venir a mi casa, quería presentarte alguien muy importante para mi...

-¿En serio? ¿Puedo saber quien es?

-Si... mi esposo -finalizó su hermano

Esposo, esposo, esposo, esposo, esposo, esposo, esposo, esposo, esposo, esposo.... ¿como es que no lo había invitado a su boda?

-¡Que! ¡Claro que iré! -contestó rápidamente

-¡Genial!, entonces hasta mañana -y colgó

Ahora el chico de pelo oscuro se sentía algo mal, ¿por que no le invitó a su boda? ¿Por que ningún familiar le informó de ello?

Miró el reloj y vio como ya apuntaba a las ocho de la noche. Hora de irse a su casa, su casa tan vacía, sin nadie que lo esperará, quien nadie haría su cena, prepara el baño...

Por mas dinero y fama que tenía, debía tener a alguien a su lado, formar una familia como hizo su hermano.

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Mientras en la casa de su hermano se oían sollozos y suplicas de alguien, de un omega.

-P-por fa-favor... -suplicó una vez más a Kevin, su esposo

-¡Te dije que te callarás! -y el cinturón impactó contra la frágil piel del pobre e indefenso omega

-¡Auch! -gritó, ya iba la décima vez

Y os preguntaréis, ¿como comenzó esta pelea? Pues el omega Ruben no limpió los platos. Si, solo por eso. Kevin muy enfadado lo empujo lo suficientemente fuerte para que el omega cayera y empezara a llorar lo cual frustró más al alfa.

Ruben era un omega, provenía de una familia pobre ya que sus padres era dos omegas. A los doce años los padres de Ruben fallecieron haciendo que Ruben empezará a trabajar a los doce como prostituto. Ahí conoció a Kevin, su "príncipe azul" como el decía con apenas dieciocho años.

Ruben era hermoso, precioso para cualquier alfa o beta, no importaba si eras chico o chica simplemente te enamorarías de él. Su piel era blanca con unos ojos de color verde que resaltaba mucho, pelo castaño y un cuerpo con curvas y bien cuidado.

Bien cuidado, cuando apareció Kevin un alfa reconocido por sus ventas y compras con gran éxito. Tenia el pelo rubio y los ojos azules, cualquier príncipe azul para cualquier chico o chica, pero lo que no sabía Ruben es que qué cada príncipe tiene un demonio dentro.

Ahora los dos formaban tres meses de recién casados, un año de maltrato, tres años como pareja y una eternidad para quitar el dolor que tenían ambos. ¿Cómo es posible que dos muchachos "enamorados" de apenas veintitrés años hagan su vida perfecta en un infierno?

-¿Aprendiste la lección vil mierda? -preguntó el rubio mirando como el cuerpo de su esposo estaba llenas de heridas y morados

-S-si... -contestó con apenas fuerza

-Ahora límpiate y prepara maquillaje para mañana, no quiero que mi hermano menor te vea así y me culpé a mi por algo que hiciste tu -dijo para después salir de la habitación con un portazo

El pequeño e indefenso omega se levantó como pudo del suelo, con un gran dolor en las costillas y mas en la espalda que es dónde impacto el cinturón.

Se encaminó hacía el lavabo que tenía en su habitación para limpiarse y después ponerse el pijama, mientras miraba todas esas heridas rojas y esos morados cada uno con diferente color. De negro a amarillo.

Odiaba como su esposo lo pegaba por cada tontería, aveces hasta se pensaba que era cierto, que era su culpa. Pero no podía hacer nada más. Ya estaba marcado, estaba marcado en el cuello, con una "mancha" de color violeta permanente.

(Se me olvido decir que así se marcan los omegas, mordiéndoles fuertemente el cuello)

Solo rezaba para que el hermano de Kevin no fuera igual o peor que él

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¿Os gusta? Me vino la inspiración :3 jejejeje <3 espero que disfruten

Dedicado :@rubelangelislife_ que ella quiso que siguiera :) aquí lo tienes <3