20.

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Querido diario:

Luego del tercer intento ella aceptó la puta llamada y a pesar de que me alegró escuchar su voz, estaba molesto ya que había tardado en contestar, pero era consciente de que ella no tenía mi número de teléfono, entonces era lógico que no contestara tan rápido.

Luego de decirle que era yo quien la estaba llamando, comencé a confesarle nuevamente mis sentimientos, también le he dicho que la extrañaba y que tenía planes con ella el fin de semana, pero no tardé en comenzar a preguntarle sobre porque me había ignorado ese día en su clase de gimnasia. De cómo era posible que ella hubiera huido con sus amigas, mientras yo estaba parado en la puerta del gimnasio con hermosos regalos para ella y por qué aún sus supuestas "amigas" no conocían de mi existencia.

Querido amigo, ¿sabes lo que me ha contestado a las preguntas que le hice? Nada. No me ha contestado absolutamente nada, simplemente me ha dejado hablando como un maldito loco y a pesar de que le daba momentos para que ella respondiera mis dudas, no dijo nada. ¿Sabes que fue lo único que me ha preguntado? Samanta solo quería saber cómo había conseguido su número de teléfono y quién fue el responsable de dármelo ¿Puedes creer esa mierda? Obviamente eso no tenía nada que ver con nuestra conversación, pero fue tan insistente que no me quedó más opción que confesarle.

Claramente soy un novio complaciente y nuestra relación siempre deberá basarse en la honestidad, así que ante su curiosidad le he dicho que gracias a Julieta había conseguido su número. Ella comenzó a llorar y minutos después colgó la llamada, no antes sin decirme que me prohíbe volver a llamarla y que, si insistía de todas maneras, iba a denunciarme con la policía, ¿acaso he hecho algo mal? No, evidentemente no he hecho ni una puta cosa mal.

¡Y una mierda! ¿¡Que rayos le sucede!? No comprendo... Le he comprado malditos obsequios, me he preocupado por darle su espacio y avanzar lentamente, me he asegurado de cuidarla y mantenerla a salvo de todos aquellos que la miran como si fuera un maldito trozo de carne, ¿y que he recibido ante todas mis buenas acciones? Nada, no me ha dado nada, ¿entonces qué mierda sucede en su estúpida cabeza? ¿Cómo se atreve a amenazarme con denunciarme ante la policía? ¿Acaso intenta provocarme? Si eso es lo que quiere, está muy cerca de hacerme perder la cabeza.

Oh, querido amigo... La sangre me hierve de la ira que siento. Ella no me está tratando como quiero y mis planes de citas están siendo destruidos por Samanta. Y a pesar de todas las buenas acciones que he hecho para ella, todavía estoy aquí, amándola, deseándola, extrañándola, muriéndome por sus labios e intentando que ella abra sus ojos de una maldita vez.

Pero no es así... no, no lo es.

Ella entenderá que mi amor por ella es inmenso y no me importa cuánto tiempo tarde, Samanta me amará como yo la amo.

Creo que me he enamorado. [Completa]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt