Capítulo 5

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Felicity estaba nerviosa, jugaba con su cabello enroscándolo alrededor de su dedo, dándole vueltas y sus labios estaban bien cerrados en una línea.

-Tranquila Felicity sólo son mis padres ah y mi baboso hermano- exclamó quitando una mano del volante para entrelazarla con la de Felicity, esos gestos se habían convertido en algo tan común entre ellos dos durante los últimos meses

-Y los reyes de Inglaterra. Espera, ¿Tienes un hermano?- preguntó confusa y haciendo que los nervios le afloraran aún mas

-Oye, no pasa nada, son como cualquier otra pareja y sí, él es el heredero a la corona, yo más bien soy como el reemplazo- trato de bromear pero a Felicity no le hizo ninguna gracia.

Felicity trato de repetirse eso "no pasa nada" pero por alguna extraña razón no la hacía sentirse mejor, recordó la primera vez que había aparecido públicamente como novia de Oliver, hace mucho que no pensaba en él, Felicity se preguntaba si estaría llevando una vida normal como la de ella, bueno algo así, pero su mente sólo le daba malos pensamiento, Oliver borracho, Oliver gritándole a las personas, Oliver con una tipa encima de él, decidió mejor mover la cabeza un poco para tratar de olvidar esas horribles imágenes, en su lugar se concentró en su recuerdo de la primera vez que la presentaron como la novia del multimillonario Oliver Queen.

-Tranquila, son sólo un montón de personas sin importancia, yo estaré contigo en todo momento-

Oliver tomó la mano de Felicity transmitiéndole su apoyo. En menos de cinco minutos ya estaban afuera del salón, entraron y todos se detuvieron a mirarlos, Felicity podía escuchar el murmullo de las personas susurrándose cosas unas a otras mientras la miraban ahora entendía lo que alguna vez había escuchado acerca que las miradas podían matar, ella ya estaría muerta unas mil veces, con el corazón latiéndola con fuerza en el pecho estaba a punto de salir corriendo cuando Oliver le dio un apretón de mano, Felicity respiro hondo y caminaron escaleras abajo, todos iban de etiqueta, y vestido largo, pero definitivamente ella resaltaba entre todas las mujeres porque cuando veías a una rubia desconocida, bonita, y con un vestido tan hermoso como el que llevaba puesto, definitivamente era un tema del cual hablar ¿No? En especial con todos esos programas de chismes, ya se veía en ellos, criticándola en todo lo que hacía, "¡Dios mío, se la comerían viva! ¿Por qué había aceptado hacer algo así?" pensó la rubia; Felicity se quedó a lado de Oliver en todo momento, con su vestido se le hacía algo difícil caminar pero Oliver se había esmerado en comprarle algo que la hiciera resaltar, habían pasado toda la tarde entera de tienda en tienda, mirando los aparadores, Felicity jamás había sido tratada de tal manera, se sentía una princesa rodeada de gente adulándola y casi rogándole porque se llevara algún vestido de su tienda, después de 3 horas casi a punto de rendirse lo vio, en el maniquí, era en escote de corazón, de encaje con pequeñas piedras plateadas, la falda iba por partes como un pastel de tres pisos, el vestido era color negro, llevaba el cabello rubio recogido en un chongo en la nuca con muchos caireles, cuando Oliver la miró ya arreglada sus ojos azules se perdieron en ella, pero era un juego ¿Cierto?

-Vamos a bailar-

-No sé hacerlo-

-Yo te enseñare, déjate llevar-

Felicity lo siguió a través del tumulto de gente hacia la pista de baile, Oliver puso una mano en la cintura de Felicity y la otra la entrelazo con la de ella, bailaban al ritmo de una canción lenta, dando vueltas por toda la pista, Felicity se sintió más ligera, como si en vez de bailar o caminar volará o flotara, se acercó más a él y recargo su cabeza en su pecho, sonrió para sí misma y se dejó llevar. Oliver se olvidó de la supuesta farsa y comenzó a disfrutar de verdad el momento juntos, ya no había gente a su alrededor, nadie los miraba mientras los criticaba, nadie los interrumpía, sólo ellos dos solos en el gran salón adornado con flores naturales; la música cambió por algo más movido, pero ellos seguían juntos, bailando en su mundo de fantasía, una señora mayor de cabello canoso y arrugas en la cara y manos los interrumpió, a Oliver se le notaba enojado

El amor es una ilusión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora