¡La gorda come, no traga!

6.1K 384 23
                                    

-¡Muevete cerdo!-

-¿Se puede saber que tragaste para inflarte más que ayer?-

-¡Cuidado! El suelo esta temblando. Olvidenlo era solo la hipopótamo caminando-

Trataba con todas mis fuerzas no derramar ni una lágrima. Debería de estar acostumbrada a los insultos diarios, pero no. Aún duelen como si fueran los primeros. Pero eso me hiso ser como soy, dura y fria con todos, pero por dentro aun lloraba se rechazó. Para evitar seguir escuchando los insultos diarios me coloque mis audífonos y puse mi canción favorita. Camine hasta llegar a mi salón y me senté en mi lugar habitual.

Cuando el maestro entro al aula comenzo a dar su clase. Ciencias.

Faltaban solo 20 minutos para que finalizara esa horrible clase. Estaba tan emocionada, solo tenia que aguantar ese dia. Vacaciones, lindas y dulces vacaciones.

Durante todo el dia trate de ignorar los insultos. Cosa bastante habitual en el último dia de clases. En estos años aprendi que era mejor callar el ultimo dia y después vengarme después. Los idiotas que me molestaban sabian la rutina, asi que aprovechaban este dia en general.

Cuando dio la hora del almuerzo fui a la cafetería por un sándwich y un jugo de naranja. Pero como siempre los insultos no se hicieron esperar. Estaba cerca de la mesa de prostirristas como las llamaba yo y lo que me dijo fue la gota que derramó el vaso.

-¡Largate a tragar gorda!- Grito Charlotte, la capitana de las prostirristas. Todo el mundo ahi comenzó a burlarse. Durante todo el tiempo aguante, pero esa era su oracion. Su maldita oración.

"Ya deja de tragar mi comida maldita gorda"

Tome mi jugo y se lo avente en la cara. Todos en el comedor se callaron, me acerqué a ela y la tome del cabello, acercandola a mi. Me encanto ver el miedo en sus ojos.

-¡La gorda come, no traga... imbécil!- la solte y comence a salir con paso tranquilo. Me pare un segundo al sentir una mirada muy fuerte sobre mi, tanto que me puso la piel de gallina. Pero no le di importancia, tenia que salir antes de que algun profesor se enterara de mi pequeña perdida de control. Camine cerca del estacionamiento y me senté en un árbol. Cerre mis ojos y mordi mi sándwich, en ese momento volvi a sentir que era observada, abri los ojo y a lo lejos se encontraba un joven recargado en su moto y fumando. Lo mire mal y mejor decidi volver adentro. Ese chico en verdad sabia intimidar.

Historia original, prohibida su copia.

Espero su apoyo en esta historia amigas(os) lestoras
Voten plis

Príncipe Negro Where stories live. Discover now