CAPITULO XIX COMPAÑÍA INESPERADA

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CAPITULO XIX

COMPAÑÍA INESPERADA

--Tratad de que no os vean o estaremos a su merced .

Lüng no dejaba de darnos instrucciones mientras mi madre y yo entrábamos en la parte de atrás del la vehículo, apartamos todo el contenido que compramos para acampar y dejar un hueco al fondo donde acomodarnos, ayudé a mamá a tumbarse en el suelo , la tapé con los sacos y demás enseres, yo la imité procurando que no se nos viese nada.

Hacía un calor tremendo debajo de tantas cosas, no tuve más remedio que mover las capas que tenía encima para abrir una pequeña brecha para que pasara un poco de aire, miré a mama y estaba toda sofocada y sudada, agradeciéndome el gesto me sonrió.

La puerta se quedó entreabierta y me di cuenta que Lüng estaba formulando un hechizo, de repente su pelo se volvió de un verde intenso al igual que sus ojos solo que estos, eran de un verde más brillante, sus casi inexistentes arrugas desaparecieron de su rostro en su totalidad dándole un aspecto más juvenil, sus ropas cambiaron por una especie de pantalones hechos con resto de materiales orgánicos de plantas tan resistentes que les permitía moverse con facilidad, y una túnica holgada y abierta que le dejaba al descubierto gran parte de su bien formado pecho.

Miré a mi madre, ella estaba embobada sin quitarle el ojo de encima, sonreí sin hacer ruido, la verdad es que si no supiera que era Lüng se me caería la baba como a ella, no la culpaba pues ya era hora que hiciese su vida y siguiese adelante por mucho que a mi me doliese, Lüng me gustaba para ella, era bastante atractivo.

Lüng nos miró para ver si estábamos ocultas y esperaba que su hechizo hiciera efecto para lo que se avecinaba, se le veía nervioso.

El sonido de voces era cada vez más cercano, vi a Lüng relajarse y sonreír saludó a los cuatro seres que se pararon cerca de él, desde donde estábamos nosotras no se les veía bien, de pronto Lüng se deshizo del hechizo y nos miró sonriente, solté un suspiro porque eran conocidos de Lüng y por lo tanto se suponía que no eran peligrosos para nosotras.

--Naiara, Amanda salid, son amigos.

Mamá de un golpe apartó todo lo que nos cubría, el aire volvió a circular alrededor nuestro, agradecida me alisé el cabello con los dedos y acomodé mi ropa todo lo que pude para estar presentable, estaba nerviosa iba a conocer a más gente como Lüng , salí despacio del vehículo seguida de mi madre.

Eran hermosos todos ellos, un macho y tres hembras ya que no podía identificarlos, y que no sabia a que especie pertenecían, una de las chica tenía el cabello rojo intenso, con un par de ojos rosas y unas largas pestañas del mismo color pero más intenso, sus ojos me tenían hipnotizada eran increíblemente fascinantes , su piel clara destacaba con sus labios perfectos y rosados, otra de ellos era completamente diferente, ella tenía los rasgos más afilados y mas oscura de piel, su cabello cubierto por rastas verdes y amarillas, los ojos de un verde brillante pero aún así no le restaba belleza al rostro, la otra era toda dorada , su piel lanzaba pequeños destellos como si estuviera cubierta de purpurina, sus ojos color miel me miraba toda interesada , su cabello ondulado parecía tener vida propia, pues se movía como si el viento jugase con el, pero yo seguí observándoles toda curiosa.

El chico me dejó sin aliento, sus ojos plateados estaban fijos en mí como si quisiera leer mi mente, él se parecía a Lüng a como lucía bajo el embrujo de su hechizo, cabello largo y verde intenso su piel dorada contrastaba con el color del pelo, lucia una sonrisa perfecta con blancos dientes alineados, seria un perfecto modelo para los anuncios de dentífrico que emitían por la tele.

EL SECRETO DE NAIARA(en curso)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant