No había nada peor para Lauren como el sonido de su alarma en invierno. Desde su cama podía escuchar como las gotas de lluvia caían con fuerza. Hacía mucho frío y eso provocaba que tenga cero fuerza de voluntad como para dejar su cama que en esa mañana estaba más cómoda que nunca. Pero no podía faltar el primer día para iniciar su segundo semestre en la universidad. Rápidamente se vistió con unos jeans rasgados, blusa blanca sin mangas y su usual chaqueta de cuero.
Treinta minutos después ya se encontraba aparcando su Audi S6 de color negro, apenas salió del auto vio a Normani, su mejor amiga, que se encontraba fumando en la entrada.
-Llegas temprano, Laur
-Siempre lo hago- respondió mientras robaba el cigarrillo de su amiga para darle una breve calada
-Con Ally oímos que habían dos estudiantes nuevos para el segundo semestre- Lauren observó a Normani brevemente y vio que la chica lucía preocupada
-¿Y qué ocurre?- su ceño estaba levemente fruncido
-Al parecer Dinah quiere hacerme la vida imposible y se inscribió con su mejor amiga para nuestra carrera- Normani hablaba desesperada y a Lauren le parecía gracioso ver a su mejor amiga así, sabía que solo estaba asustada y nerviosa por ver a Dinah
-¿Y tu asumes que Dinah se cambió de universidad por ti? Tal vez se dio cuenta que soy mejor partido que tú y vino por mí- respondió divertida mientras recibió un golpe de su mejor amiga en el brazo
-No terminamos bien p-pero...
-Pero no se comportó como una perra contigo, tú sí. Cada vez que ella decidía empezar desde cero aparecías tú, y dañaste dos intentos de relaciones, creo que tienes miedo de verla después de todo lo que le hiciste pero lo que más te aterra es saber que ya pasó página y tú sigues enamorada de ella- Normani se quedó completamente helada mientras Lauren se adentraba a la universidad para buscar su aula.
Lauren conoció a Dinah una tarde que fue a buscar a Normani para ver películas, aparentemente había interrumpido una sesión de besos pero ese día estaba demasiado sorprendida como para hacer preguntas, así que se disculpó un montón de veces y se fue. Después de ese día Normani llevaba sonrisas inmensas todo el tiempo, y se alegró por ella aunque seguía confundida porque recientemente había terminado con Arin, su novio desde la secundaria. La ojiverde nunca pensó que Normani estaba en su misma liga pero decidió no hacer preguntas al respecto. Entró al salón B7 y vio algunos de sus compañeros de carrera con los que intercambió breves saludos y se sentó en la última columna del salón pero no en la última fila, a Lauren siempre le gustaba sentarse en el tercer asiento, ni cerca ni lejos. Se puso sus audífonos y escuchó a the 1975 hasta que la profesora aparezca al igual que el resto de estudiantes. Luego de varios minutos Normani se sentó a su lado, los demás chicos ya estaban llegando y el salón estaba casi completo.
-¿Crees que se pierda el primer día de clases?- preguntó Normani- Lauren, sólo tienes un audífono puesto, sé que puedes oírme
-En serio, necesitas relajarte, sabes que llegará. Tal vez y puedas reconquistarla- le dio una sonrisa para que se tranquilizara y cuando iba agregar algo más vio a Dinah aparecer por la puerta, su mejor amiga se dio cuenta y siguió su mirada. Normani pensó que seguía igual de hermosa, su cabello estaba más corto que la última vez y sintió pánico por el posible mensaje tras de eso.
-¡Lauren, ella cortó su cabello!- dijo al borde de la desesperación- Eso hacen las personas cuando rompen con alguien o cuando se van de las bandas, ¡Eso hizo Justin Timberlake, Nick Jonas y Zayn!- Lauren rió y agradeció de que nunca se haya enamorado de nadie, así se evitaba situaciones en donde terminara haciendo el ridículo y con el corazón roto.
-Sólo decidió hacer un cambio, no significa nada en especial y además se ve bien.
Lauren quiso echarle otro vistazo a Dinah pero sus ojos se fueron directamente donde la acompañante de la chica alta, tal vez y ella era su mejor amiga. Su cabello era largo, castaño oscuro, ojos chocolate y labios carnosos, ella sonreía por algún comentario de Dinah y su sonrisa era tan hermosa que el corazón de la ojiverde sintió los estragos que provocó aquella acción.
