Sweet Secret [MarshallxGumball] ©

ღ~ Sweet Secret ~ღ

Todos los habitantes del dulce reino han sido invitados ha una fiesta en el castillo, hecha por el dulce príncipe Gumball para celebrar los buenos servicios de Fionna y Cake.

Todos estaban muy emocionados por la fiesta que sería esta noche, en el reino el príncipe preparaba las decoraciones mientras recibía ayuda de las heroínas. Los invitados estaban por llegar, pues el sol ya estaba por terminar, haciendo que el cielo tuviera una mezcla de colores que bien quedaría la palabra hermoso.

Cuando la hora ya había llegado, poco a poco los dulces habitantes comenzaron a llenar el salón, hasta que no faltó nadie comenzaron con apagar la luz y reemplazarla por varias lucesitas de diferentes colores y una estruendosa música, que podía ser escuchada hasta las afueras del reino, dando inicio a la fiesta.

[...]

—¡Fionna! —la chica seguía bailando al ritmo de la música sin poner atención al principe—. ¡FIONNA!

—¿Ah? —abrió los ojos y sonrió al ver al rosado frente a ella—. ¡¿Qué sucede, príncipe?!

—Iré un momento al baño, ahora regreso —gritó pero la chica solo lo miró confundida.

—¡¿Cómo?! —cuestionó.

—¡QUÉ IRÉ AL BAÑO, AHORA REGRESO! —la rubia sonrió, y le mostró su pulgar en aceptación.

El príncipe tardó unos segundos de salir entre los dulces habitantes y al hacerlo se dirigió al baño, que quedaba un poco alejado de la música y luces.

Al llegar, tocó la puerta para ver si había alguien, al no escuchar nada entró y volvió a cerrarla pero ahora con seguro. Se giró para ver solo oscuridad y la luz de la luna, se acercó a un interruptor y encendió la luz, iluminando el gran baño.

Cuando estaba frente al inodoro y apuntó de bajar su cierre de pantalón, sintió la presencia de alguien detrás de él, haciendo que se detuviera y llevara su vista rosada a sus espaldas. No había nadie, así que siguió con lo suyo.

—Principe~ —susurraron en su oído. Gumball se sobresaltó y subió rápidamente su cierre para darse vuelta y buscar a su acompañante.

—¡¿Qui-Quién está aquí?! —balbuceó temeroso. En un segundo su vista se vio con una gran oscuridad y la luna sirviendo únicamente de apoyo—. Si esto es una broma, ¡no es gracioso!

—¿En serio? Pensé que te estabas divirtiendo conmigo —una voz un tanto tenebrosa se hizo presente para los oídos del príncipe, haciendo que fijara la mirada en un punto al cual suponía que venía, en donde pudo divisar una silueta alta y espeluznante.

El príncipe abrió los ojos como platos al ver que esa silueta se comenzaba a acercar a él, y gracias a la luna, al tenerlo ya frente a frente, pudo ver a la horrible criatura. Haciendo que se le escapara un grito de temor. Pronto esa criatura comenzó a reír en carcajadas por la actitud del príncipe, y volvió a su forma original, sin dejar de reír.

—¡Debiste de ver tu cara! —exclamó riendo mientras apretaba sus brazos contra su estómago.

—¿Ma-Marshall? —frunció el ceño molesto al notar su broma—. ¡No es gracioso!

—¡Claro que lo es! ¡Jajajaja! ¡Mi estómago va a explotar! —después de unos segundos, el vampiro respiró hondo y fingió secarse unas lagrimas—. Hace tiempo que no reía de esa forma —suspiró con una leve sonrisa.

—¡¿Qué demonios haces aquí?! —cuestionó irritado.

—Wow, esa actitud no es nada dulce su majestad —dijo burlón—. Vine por la fiesta, por supuesto —mientras flotaba, dio vueltas alrededor de el peli-rosa—. Como nadie se dignó a darme una invitación, vine por mi propia cuenta. Por cierto, ¿por qué no me lo dijo? Que mala educación, ¿sabes? —fingió ofenderse.