Capitulo 8

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Noah no dejaba de mirarme con esa sonrisa boba como lo hacia cuando estábamos pequeños. Alexander se había ido aproximadamente a las siete de la mañana porque tenia que estar en el hospital, y como a las nueve Noah había pasado para saludarme y "Cuidarme"... Ni que fuera niña pequeña, pensé.

-¡¿QUÉ?!- le grite con todas mis fuerzas mientras dejaba el tazón del cereal que tenia en mis manos para ¿Sacudir en el aire? No lo se, el chiste es que algo hice en el aire.

-Nada- dijo riendo y negando con la cabeza. –Lo bueno es que tu nombre significa pura...- dijo en un susurro

-¿Perdón?- Idiota, idiota, idiota, dime que no acabas de decir eso...

-Nada...- Oh Noah Murphy, no tienes idea en donde te acabas de meter.

-¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR PEDAZO DE ANIMAL?!- Si, así nos decíamos de niños, un apodo normal supongo.

-¡DIJE QUE NADA SEÑORIRTA PURA- y sentía como mi cara se iba poniendo roja como un jitomate, y no era por vergüenza, sino den furia

-¡MI VIDA!- agite de nuevo las manos casi derramando la caja de leche que estaba en la barra de la cocina

-¿Quién esta diciendo que si follas esta mal?- Maldito me las iba a pagar. No le conteste, lo único que hice fue acercarme poco a poco y empezar a pegarle como niña chiquita seguramente.

-Vale, vale- dijo alzando las manos. –Solo era una broma, de echo creo que me alegra...-

-¡¿De que folle?!-

-Aparte- Imbécil. –Que estes con alguien babosa-

-Ahh...- Ahora si me puse roja de vergüenza.

-Te gusta Katerina- dijo canturreando

-¡NO ES CIERTO!-

-Oh, claro que te gusta- se empezó a reir

-¡Ey!, no es un chiste-

-Entonces lo admites-

-¿Admitir que?- Si lo se me oi como una estúpida.

-¡QUE TE GUSTA!- Ay, ya recordé porque no tenía amigas

-¡SI!- le grite -¡¿FELIZ?!-

-Un poco de echo-

-Idiota- lo dije en voz muy baja

-¿Qué?- se cruzo de brazos

-¡IDOTA!-

-Ay Katerina Young, contigo no hay remedio contigo-

-Lo se, lo se-

Y así se paso mi mañana, entre comida y peleas con Noah. Que gran imbécil tenia de amigo, pero aun así lo quería.

Me fui a dar una ducha y me vestí porque tenia que recoger unos resultados al hospital. Alexander pensé.

Agarré un short, ya que por milagro el sol había salido un poco en la ciudad, entonces tenia que aprovechar. Agarre también una blusa color blanca y mis converse negros de hace años. Ahora que lo pensaba creo que fueron de las únicas cosas que me traje de Los Ángeles... Si, lo se unos tennis.

Salí de mi cuarto y seguía Noah sentado en el sillón con el teléfono al igual que cuando me metí a bañar. Se lo arrebate de las manos mientras no me veía

-¡Ey! ¡Deja!-

-¿Theresa?, lindo nombre-

-¡Deja!- volvió a repetir

In The EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora