c i n c o.

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El despertador comenzó a sonar en lo que parecían unos segundos después, y era porque únicamente habían dormido aproximadamente 1 hora, Angie aventó el despertador pero abrió los ojos y metió a ducharse, sabía que ese día moriría de sueño... había agotado energías pensando en su tarea y haciéndola, desvelándose y luego con lo que había hecho con Nicola.... Sonrió ampliamente, sin duda eso había valido la pena.

-Hey dormilón, despierta ya.- Le dijo la chica a su novio mientras se vestía y el abrió los ojos.

-Uhmm... pero si acabamos de acostarnos!.- Le dijo él y ella sonrió.

-Para que fajamos anoche.- Le dijo ella y él se rio, se levantó y beso sus labios.

-Valió la pena, pero hoy me dormiré en clase.- Le aseguro Nicola y ella se rio.

-Como quieras pero ahora vete a arreglar.- Le dijo ella y Nicola la miro mientras se ponía un vestido.

-Ni lo creas! No te pondrás vestido.- Le dijo Nicola.

-Cállate y vete.- Le dijo ella riendo y lo beso una y otro vez, él sonrió como idiota enamorado y luego se fue a duchar.

Una vez que llegaron a la escuela tomados de la mano y con sus típicas pelear de siempre, cada uno se dirigió a sus clases.

Angie entro al salón y vio como Michael le sonreía y señalaba un asiento junto a él, ella se acercó y se sentó a su lado para no ser descortés.

-Hola Michael.- Le dijo ella con una sonrisa.

-Hola Angie. Escucha, quería disculparme, me había comportado como un idiota intentando ligar contigo, solo quiero que sepas que no lo hare si te molesta y además sé que tienes novio.- Se disculpó él y ella sonrió realmente.

-Muchas gracias, quizá así podamos llevarnos mejor.- Dijo ella y Michael asintió.

Su clase comenzó y el profesor comenzó a explicar un nuevo tema, ella prestaba mucha atención y hacia unos cuantos apuntes, miro a Michael, con el ceño fruncido y parecía que quería explotar y ella se rio.

-Qué cara pones.- Le dijo ella y Michael se rio.

-Oh sí! es que tienes que saber... soy pésimo en la medicina, no es lo mío.- Dijo el chico y ella se rio.

-¿Y por qué estudias entonces esto? - Le pregunto ella con una sonrisa que mataba a cualquier hombre al solo verla.

-Porque mis padres son doctores y sé que se decepcionarían mucho si no lo fuera.- Dijo el con sinceridad y ella se rio.

-Oh Dios! Pues debes aplicarte entonces.- Dijo la chica moviendo su cabello hacia otra parte.

-Sí, pero soy pésimo.- Dijo el con sinceridad muy a su pesar.

-Quizá yo pueda ayudarte ¿sabes?- Le dijo ella

-¿En serio lo harías?- Pregunto el chico y ella asintió.

-Soy de las personas que aprenden mucho explicándole a los demás. Podríamos juntarnos a hacer trabajos y te explico mientras lo hacemos, así vas comprendiendo conforme pasa el tiempo.- Sugirió ella

-Me harías un enorme favor! Uhmm.. ¿Recuerdas que ayer en patología nos dijo la maestra que haríamos un proyecto por parejas?- Pregunto Michael y ella asintió.- ¿Te molestaría hacerlo juntos?

-Para nada, ahora seremos un equipo.- Le dijo ella con una sonrisa.

-Bueno, yo puedo enseñarte a jugar basketball.- Dijo Micael y ella se rio y negó con la cabeza.

-No me gusta mucho, y soy peor que pésima.- Le dijo ella

-Pero así aprenderás, sí o sí. No hay otra opción! Solo soy bueno en los deportes o... deportes.

-Eres un tonto.- Dijo la chica riéndose ante las muecas que hacia Michael.

-Entonces, ¿es un trato?- Preguntó el estirando su mano y ella la tomo y se dieron un apretón de manos.

-Hecho.- respondió ella con una sonrisa.

****

Nicola había estado con toda la intención de prestar atención en clases, pero se había quedado dormido, él se lo había advertido a su novia, el sueño y cansancio superarían sus ganas de estudiar. Desperto cuando sonó el timbre para la 2ª clase, entonces bostezo y se estiró de una forma muy sin vergüenza, miro a sus compañeros, estaba tan acostumbrado a jamás hablar con nadie que ni siquiera se había dado la molestia de conocerlos.

Había chicas guapas, aunque nada comparado con Angie, ella era perfecta. Los chicos parecían agradables, quizá se llevaría bien con ellos, y además... no podía simplemente seguir siendo un amargado que prefiere la soledad. Ahora no había motivos para ignorar a las personas.

***

-Escuchen chicos, se formaran los equipos deportivos, ¿quién quiere inscribirse en alguno? - Pregunto la secretaria que miraba a Nicola se forma insinuante cada que se cruzaban.

Varias personas levantaron la mano, incluyéndose el, entonces fueron pasándoles una lista y se apuntó en Futbol, al menos así Rafa se sentiría orgulloso.

-Hey... así que... ¿sales con esa chica nueva? ¿Angie? - Pregunto un chico al lado de Nicola y casi todo el grupo se volteó para escucharlos.

-Así es. Es mi novia.- respondió Nicola con una sonrisa dejando claro que solo era suya.

-Eso es suerte amigo! cuando la vimos creímos que acabábamos de conocer una diosa griega.- Dijo el chico y todos rieron.

-Creo que ella es mucho más hermosa que una diosa griega.- Dijo Nicola y los chicos asintieron.

-Lo es, lástima que está ocupada. ¿No te gustaría compartirla?.- Pregunto el chico y Nicola se rio irónicamente.

-No la verdad no planeo compartirla con nadie.- Le dijo Nicola serio, muy serio.

-¿Pero no crees que ella cambiaria de opinión si me conoce? Es decir, soy Vasco Yzaga, capitán del equipo de Futbol, el más popular del colegio, guapo y todas las chicas mueren por mi.- Dijo Vasco con suficiencia.

-Creo que ya no todas mueren por ti.- Le dijo otro chico pelirrojo.

Entonces tanto Nicola como Vasco y el resto de los chicos, notaron la forma en que las pocas mujeres que había estudiado criminología, no le quitaban la mirada a Nicola y estaban completamente encantadas con él.

-Un idiota no puede superarme.- Dijo Vasco molesto por no ser el centro de atención.

-Yo creo que incluso la mierda te supera.- Le dijo Nicola con una sonrisa cínica.

-No me quieres como enemigo.- Le dijo Vasco y Nicola se rio.

-Como digas.- Le respondió, porque no sabía con quien se metía, no era solo un chico más estudiando criminología, era un chico que tenía experiencia en detener el crimen. Nicola si era para temerle a la hora de una pelea.

-Hola alumnos, buenos días.- Dijo la maestra entrando y haciendo que todos se sentaran, pero Vasco no dejaba de lanzar miradas asesinas a Nicola. Y todos sabían que Nicola había ido lejos tratándolo así, pero lo admiraban, porque nadie nunca desafiaba a Vasco, eran sus reglas.

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El amor todo lo puede.  [Segunda temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora