Capítulo 21

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Rydel y yo llegamos deprisa al edifico casi después de media hora. Ratliff se había dirigido a la sede de Tecnología junto con Jessica. En cuanto llegamos al departamento correcto, entramos pateando la puerta y apuntando con nuestras armas. Rydel traía uno de los maletines mientras me cubría, apunté a los que estaban ahí y pregunté por Mollee.

-¿Donde demonios está Mollee? Necesito hablar con ella, es muy importante.- Dije preocupada en voz alta. Mollee salió desde el sótano y notamos que varios de los que estaban a nuestro alrededor nos apuntaron.

-Maldita sea. No es tiempo para discusiones, debemos reclutar a los Alcaestos ahora, adelantaron la revisión, Ross me indicó que adelantáramos el plan.- Dije en voz alta y Mollee rió. Salió del sótano y subió con su arma nuevamente en la mano.

-¿Donde están Ross y Elli?- Dijo riendo y Rydel la miró confundida.

-¿Desde cuando llamas así a mi novio?- Dijo Rydel y Mollee sonrió. Les dijo a los demás que bajaran las armas y cerraron bien las cortinas y ventanas.

-Tranquila rubia alborotada. Elli y yo somos amigos, desde que él entro nos contábamos todo, y después me escapé junto con uno de los hermanos de Ross.- Dijo sonriendo.

-¿A que hora debo de reunir a los Alcaestos?- Dijo Mollee preocupada mientras prendía su radio y recordé el que le había dado ella en la mañana a Ross.

-Dos de la tarde, la revisión para la mayoría de los soldados es a la una, Ross únicamente iba a estar ahí para recibir a los Elementales de Aire y después se escaparía hacia acá.- Dije y notó mi preocupación.

-Ya oyeron a June, necesito que se comuniquen con cada uno de los grupos de Alcaestos únicamente de esta ciudad, los demás serán avisados por nuestra líder.- Dijo en voz alta y los demás se movilizaron, observé como prendieron radios y computadoras y algunos bajaron hacia el sótano.

-Rydel, ayúdalos y lleva el maletín al sótano.- Dije y asintió.

-¿Cuando vendrá Ratliff, en donde está?- Dijo Mollee confundida.

-Fue a desactivar el sistema de seguridad y cámaras de la ciudad junto con una de nuestras amigas, Jessica, también es Alcaesta.- Dije y asintió con la cabeza.

-¿Donde conociste a Ross?- Me preguntó sonriendo mientras abría un enorme armario con candado.

-En la Prueba de Pertenencia, él fue mi evaluador.- Dije sonriendo y rió.

-Enamorarte aquí es un delito, odio a Helen Mathews. Pagaría millones por estar presente cuando alguien se deshaga de ella.- Dijo sonriendo y reí.

-No es un delito, siempre y cuando no sea de un líder, amo a Ross y nunca me hubiera animado a entrar en esto si no fuera porque en verdad me preocupa lo que fuera a sucedernos.- Dije y asintió sonriendo.

-Ya entiendo, me pasó lo mismo con Grant, pero él era un idiota. En cuanto se dio cuenta que yo era Alcaesta, intentó matarme pero me defendí y esa noche escapé junto con uno de los hermanos de Ross, su nombre es Riker.- Dijo sonriendo y noté que se sonrojó.

-¿Que edad tenías?- Dije riendo mientras ella sacaba varios rifles y cartuchos de arma del enorme armario y los metía en maletines.

-Diecinueve, igual que Riker. Él era mi mejor amigo, después llegamos a la Sociedad Sombra y él siempre me protegió, le debo la vida. Eso pensé hasta hace un año, cuando cumplí veintitrés.- Dijo y comenzó a reír. La ayudé a guardar las armas y sonreí.

-¿Que sucedió?- Dije confundida.

-Lo que pasa cuando dos personas se quieren, empezamos a vivir juntos. Tengo cuatro meses de embarazo, aún no se nota.- Dijo riendo y me quedé estupefacta, su abdomen era demasiado marcado y delgado que no podía creerlo.

-Wow. Felicidades, que bonito.- Dije sonriendo y rió.

-Lo sé, mi familia no sabe nada obviamente. Creen que soy feliz en la ciudad, no he hablado con ellos desde hace 6 años.- Dijo riendo.

-Lo lamento...¿Pero que no es peligroso que estés en una rebelión en tu estado?- Dije preocupada y rió.

-Mi vida ha sido difícil, estoy acostumbrada a todo este tipo de cosas: armas, guerras, golpes. Riker lo cambió todo, me salvó la vida.- Dijo riendo.

-Esos malditos no van a tocarme, ni a Riker.- Dijo mientras sellaba un portafolio y reí. Terminamos de hablar y supervisábamos que los demás avisaran a los Alcaestos para iniciar esa misma tarde con el plan. La líder ya estaba enterada y se dirigiría con los demás Alcaestos de las otras ciudades hasta la frontera con la Ciudad del Aire. 

Pasó una hora, apenas serían las doce de la tarde. Ratliff y Jessica llegaron, tocaron la puerta y varios nos acercamos. Abrí la puerta con una pistola escondida en mi pantalón y me tranquilicé en cuanto los vi.

-Dios, me tenían preocupada...¡Peyton!- Dije casi gritando y lo abracé. 

Habían traído a Peyton, uno más en el ejército y a salvo.

-Cierren la puerta maldita sea.- Dijo Mollee y los empujó, volvió a cerrar y a asegurar la puerta y Ratliff fue con Rydel. 

Se abrazaron y recordé a Ross.

-Bien, June y yo lo tenemos controlado todo, ya avisamos a nuestra líder y los Alcaestos nos verán en el muelle a las dos, Ross debe de llegar ya.- Dijo desesperada y bajó al sótano con unos cuantos chicos que seguían dentro del edificio, los otros ya se habían dirigido hacia el muelle. 

Me preocupaba Ross, Peyton yo hablamos de lo que estaba pasando y después fui con Jessica, Mollee volvió con nosotros y les dio armas a Peyton, Jessica y Ratliff.

-Más les vale que sepan usarlas, no gasten las balas a lo idiota.- Dijo Mollee seria y Peyton rió.

-Eres ruda. Eso me atrae y me gusta.- Dijo riendo mientras la recorría con la mirada y ella le soltó una patada en la entrepierna mientras le daba su arma.

-Ni se te ocurra coquetearme idiota. Tengo novio.- Dijo riendo y Peyton se agarró donde le había pegado, lo empujó y fue con Jessica.

-Es algo salvaje. Será mejor que busques otra chica.- Dije riendo y asintió con la cabeza. 

Me recargué en la pared junto a la puerta y esperamos a que Ross llegara, Mollee hablaba con alguien por el radio, Ratliff y Rydel platicaban y se abrazaban, mientras que Jessica y Peyton hablaban entre ellos y revisaban algunos portafolios con armas. 

Dieron las doce y media, estaba desesperada quería que Ross volviera sano y salvo, nunca había sudado tanto ni había sentido una sensación tan rara en el estómago, incluso peor que la que sentí cuando iba a la Prueba de Pertenencia. Recargué mi cabeza en la pared y lancé un suspiro, no soportaba, iba a salir corriendo de ahí a buscar a Ross si él no llegaba a la hora correcta.

-Maldita sea...¿Cuanto tiempo va a tardar tu noviecito?- Dijo Mollee preocupada. Me alteré más de lo que ya estaba.

-¿Quisieras callarte y dejar de ser una perra por un segundo? La persona que amo esta allá afuera exponiendo su vida, algo que ninguno de ustedes hizo, así que te vas a callar y lo vas a esperar sentada en esa maldita esquina o puedes irte largando junto con tus amigos al muelle.- Dije molesta en voz alta y se quedaron callados.

Mollee pateó un portafolio y lanzó un suspiro. Bajó al sótano y volví a sentarme. Quería llorar y golpear la habitación hasta romperla y derribar las paredes, no me sentía bien, nunca había estado así.

-Ross por favor, tienes que llegar.- Repetía en mi mente mientras cerraba los ojos y recargaba la cabeza. Lancé un suspiro. Tocaron la puerta tres veces y nos levantamos. 

Mollee salió del sótano con su arma y se escondió del otro lado de la puerta. Las chicas bajaron al sótano mientras que Ratliff y Peyton se quedaron cuidándome la espalda mientras yo abría. 

Volvieron a tocar, Mollee me hizo una seña para que abriera y respiré profundo.

 Abrí, solo me abalancé encima de él. Ross.

Los Elementos // Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora