Diecisiete. [Final]

3.6K 397 223
                                    

Un leve aplauso provino de las manos de Ji Hwa mientras acomodaba mi fleco y yo entrecerraba los ojos.

—Ji Hwa, déjalo, así está bien —tomé sus manos alejándolas de mi cara.

—De acuerdo, suerte —dio un suspiro y una sonrisa mientras alzaba sus pulgares.

Nos despedimos y cada quien comenzó a ir por su camino, mis pisadas comenzaban a ser más lentas al ver que me acercaba a la laguna, iba a regresarme pero sabía que sería demasiado cobarde de mi parte. Suspiré pesadamente y mis manos comenzaron a sudar en demasía, de mi bolso saqué la nota que Seungkwan había dejado ése día en mi mochila con el lugar en donde tenía que llegar.

Me senté en una de las bancas frente a la vista de aquella laguna pensando en tantas cosas que podrían suceder en ese momento; revisé mi reloj de muñeca y éste indicaba las tres y media de la tarde, balanceaba mis pies de atrás hacia adelante, de vez en cuando las puntas de mis pies chocaban con la acera color gris. Al momento en que alcé mi vista, pude ver a Hansol a unos metros y venir hacia mí.

—Hola —sus manos antes escondidas detrás fueron acercadas a mí con un ramo de rosas rojas.

—Hola —me levanté de inmediato tomando nerviosa aquel grande ramo —, siento que debí traer algo a cambio —tenía la mirada centrada en las flores .—que lindo detalle —sonreí de boca cerrada.

—Sé que no es original eso de las flores —rascó detrás de su oreja y se sentó después de que yo lo hiciera —, pero ellas siempre me recuerdan a ti.

—Y-yo —carraspee —, creo que las flores son hermosas.

—Quiero... que me mires, al fin estás con el chico de las flores —su dedo índice levantó con lentitud mi rostro para que le mirara de frente.

—Hansol —pasé saliva y luego comencé a jugar con el brazalete en mi muñeca —, no sé qué decir.

—Eres diferente a las demás —rió por lo bajo al igual que yo.

—¿Diferente? —miré los ojos claros del rubio lo que hizo que mi cuerpo sintiese escalofríos al instante.

—Te quiero, Myun Hee —tomó mi mano izquierda entrelazando con suavidad nuestros dedos —, y mucho —su rostro se acercaba más al mío, podía escuchar nuestros respiros, ambos con ese tono de pesadez juntamos nuestras frentes y ambas narices se rozaban .— siento que debo pedir permiso para besarte.

La oración acabada de salir de sus labios aceleró mi corazón, cerré los ojos al sentir aquellos labios delgados apenas hacer contacto con los míos, sus manos pasaron a mis mejillas y dejé el ramo sobre mis piernas para que una de mis manos acariciara el cabello ajeno, nos separamos después de aquello, puedo jurar haber tenido una sonrisa durante mucho tiempo.

—No pediste permiso —murmuré fruciendo los labios.

—No quería arriesgarme a escuchar un 'no' de tu parte —tomó las puntas de mi cabello para después soltarlas —, quería que saliéramos, y luego hacernos novios —su tono de voz dio un cambio drástico y desvió la mirada; le observé notando decepción.

—¿Querías? —fruncí el ceño después de haber analizado aquello.

—Dentro de dos horas sale mi vuelo —se volvió hacia mí, buscó entre sus bolsillos y sacó una caja color morado colocándola en mis manos —, creéme cuando te digo que yo no sabía de esto hasta hace apenas unos días.

—Vernon, ¿a dónde vas? —mi vista comenzaba a nublarse y sentía un nudo en la garganta.

—No puedo decirte —negó con la cabeza —, eres más hermosa que todas las flores que he dejado sobre tu lugar —sonrió con levedad se acercó nuevamente y me abrazó a lo que yo correspondí.

—Yo también te quiero, Hansol —apliqué más fuerza al abrazo mientras inhalaba su perfume.

(...)

—Nos veremos pronto —tomó mis manos —, ¿ya había mencionado lo preciosa que eres?

—Lo escribiste una vez —reí limpiando rápidamente una lágrima.

—Vernon, anda —el señor Chwe dijo en voz alta mientras se retiraba con unas maletas.

—Regresaré —repitió mientras besaba mis mejillas y luego me rodeaba con sus brazos.

—Te esperaré —deposité un beso corto en sus labios, su pulgar acarició la palma de mi mano y luego se marchó.

Las lágrimas brotaron cuando cerré la puerta de mi casa y me dejé caer sobre el sofá, mis brazos abrazaron mis piernas mientras me trataba de consolar yo sola, abrí la caja que me había entregado Vernon y dentro había un dije en forma de girasol y una nota:

“Te preguntarás si me olvidaré de ti, y la respuesta es no, pero la verdadera pregunta es si me olvidarás a .

Vernon”.

Flowers || VernonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora