El Amor de Familia, Cura las Heridas del Pasado

Cap 7. Un Hermoso Reencuentro

Después de varias horas, los niños estaban en el colegio...Kaname se encontraba tranquilo en su oficina, leyendo un libro de misterio que había estado interesándole desde hace unas semanas, hasta que vio como cierto Peli plata entraba a el lugar, parecía enojado.

Zero: Kaname!. Puedes explicarme porque no me habías dicho que Ichiru estaba vivo ¡? _Exclamo enojado ya que era una información que obviamente él tenía que haber sabido desde hace tiempo.

Kaname: No creí necesario el que lo supieras o al menos no todavía, así como tú no creíste necesario el decirme de la existencia de Kira, la cual te recuerdo que también es mi hija. Así que tómalo como un, estamos a mano _Respondió mirándole con una ligera sonrisa.

Al escucharle se sintió aun más molesto, pero sabía que tenía razón en algún punto.

Kaname: Nunca cambiaras Zero..._Dijo entre una risilla burlona mientras vio como el contrario salió rápidamente de aquella habitación hecho un manojo de enojo.

Ichiru que aun se encontraba prostrado en aquella cama, comenzó a pensar que ya era hora de levantarse y caminar es decir, no lo había hecho desde hace mucho tiempo. Además debía aprovechar así que se levanto de la cama, se vistió y salió de aquella habitación.

Empezó a caminar por toda la casa hasta que pudo oler un delicioso olor a pastel horneándose. Fue a la cocina y pudo ver a su hermano gemelo Zero mirando la estufa, y el pastel que se cocinaba dentro de esta.

Ichiru: Z-Zero..?..._Murmuro con la voz cada vez más baja, la sorpresa en su rostro era muy grande ya que no pensó que se encontraría con él.

Zero se volteo rápidamente levantándose de su asiento y mirando al contrario, el cual aun estaba en la puerta de la cocina muy asombrado. No pudo evitar susurrar su nombre impactado al verle.

Ichiru no sabía qué hacer ni que decir. Pero no hizo falta decir nada, ya que Zero en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba abrazándole fuertemente contra su pecho, sus ojos estaban llenos de lagrimas, había extrañado tanto a su hermano.

Zero: Pensé...Que estabas muerto...No vuelvas a desaparecer así como así idiota hermano! _Le dijo con la voz rota, mientras no se separaba de aquel abrazo que ambos compartían.

El menor había comenzado a llorar al igual que su hermano, al sentir aquel abrazo. El también le había extrañado mucho todo ese tiempo que habían estado separados.

Ichiru: No lo hare...Te lo prometo..._Dijo con la voz en el mismo tono que la de Zero, ambos estaban felices de volver a verse.

Mientras que aquello ocurría, Kaname se encontraba recargado en una pared afuera de la cocina, mirando aquella escena entre los dos hermanos. Para su gusto era muy cursi pero muy en el fondo estaba feliz de ver a Zero nuevamente junto a su hermano.

Aunque no lo admitiría ya que él le odiaba profundamente, o al menos eso quería creer él. Dentro de su corazón sabía que no era así.

Después de horas y horas después de aquel acontecimiento. Los pequeños llegaron del colegio, y todos almorzaron juntos, todo sin mucha platica. Después de varias horas más tarde, se hizo de noche y ya era la hora donde Kira bebía de la sangre de su padre Kaname. Solo que con el percance de que también tendría que darle de su sangre a Zero.

En aquella habitación, en una cama matrimonial y grande, Kaname se encontraba sentando junto a su pequeña, que bebía de su sangre mientras que su padre le acariciaba el cabello con cuidado.

Zero: Hasta mañana...Buenas noches Kira, Kaname _Comento Zero saliendo de la habitación antes de que el olor de la sangre del castaño le afectara.

Kaname le miro salir, y seguidamente miro a su hija con una ligera sonrisa. La pequeña dejo de beber de su cuello y el castaño limpio de su boca la sangre que había chorreado de ella.

Kaname: Bueno princesa. Ya es hora de irse a dormir, está bien? _Dijo con voz suave y tranquila mirando a la niña.

Kira: Esta bien papi...Duerme bien, buenos noches _Dijo con una preciosa sonrisa que le dedico a su padre, para luego besar su mejilla. Se acomodo en la cama y Kaname la cubrió con las sabanas, minutos después la pequeña se quedo totalmente dormida en esta.

Kaname al verla dormida, beso su frente con cuidado y se levanto. Camino hasta la puerta y salió de la habitación de forma silenciosa para no despertar a su hija.