Capítulo 8 |Final|

169 37 1
                                    

Delilah despertó, sus ojos estaban vendados, intentó moverse y se dio cuenta de que estaba inmovilizada en una silla.

—¿Hola? —Se movió en su lugar sin tener éxito.

—Delilah —habló una voz conocida para ella, pero dudó que fuera él.

—¿Q-Quién eres? —Preguntó.

—¿No me reconoces Lilah? —Cuestionó el muchacho con cierta ironía.

Delilah guardó silencio e intentó calmarse mentalmente, se alteró al sentir que se acercaba a quitar la venda.

—Toby... —susurró incrédula.

—¿Sorprendida? —Rio.

—Esto no es divertido Toby, déjame ir —pidió creyendo que de trataba de una —muy— mala broma.

—Eres tan ingenua, Lilah. —Comenzó a caminar alrededor.

—¿Por qué haces esto? ¡Déjame! —Se movió inútilmente en la silla, de nuevo.

—¿No lo entiendes Lilah? ¡Es el destino!

La chica comenzó a asustarse por el comportamiento del muchacho.

—Me recuerdas tanto a ella... —susurró en un tono audible.

Delilah se mantenía en silencio mirando hacia todos lados en busca de algo que pudiera ayudarla.

—No te molestes, nada podrá sacarte de aquí —dijo encogiéndose de hombros.

—¿Qué quieres? —Se atrevió a preguntar con la voz algo quebrada.

—Que te quedes conmigo —contestó con una sonrisa siniestra.

Un escalofrío recorrió la espalda de la muchacha, ella pensaba que él era como cualquier otro chico, hasta le había gustado.

—Estamos conectados Lilah, ¿no te das cuenta? —Preguntó emocionado.

—Yo... —Delilah no sabía que decir, a estas alturas lo creía capaz de todo.

—Hicimos click desde el primer momento, yo te conocía, pero tú no a mi —habló dejándola boquiabierta.

—¿Qué? —Preguntó incrédula.

—Hay muchas conexiones, pero ninguna como la nuestra-Susurró acercándose e ignorando su pregunta anterior.

Delilah lo veía con temor, estaba indefensa y lo peor pasaba por su mente.

—Y por eso querida Lilah, te quedarás conmigo —dijo orgulloso—. Para siempre.

Los ojos grises de la muchacha comenzaron a cristalizarse, estaba desesperada, pero sabía que por más ayuda que pidiera sería en vano. Su hermana pasó por su mente, recordó cuando le dijo que no iba a abandonarla, pero la vida tenía otros planes para ella.

—¡Estás loco! —Exclamó enojada—. Eres un... un enfermo.

Toby soltó una carcajada ante lo dicho por la chica, haciendo que su ira creciera aún más.

—Me lo han dicho tantas veces, que ya me da igual.

—Yo no quiero estar contigo —soltó.

—¿Crees que me importa que no quieras? —Preguntó con una sonrisa de superioridad—. Te quedarás porque yo lo digo.

La muchacha frunció el ceño y comenzó a moverse con más fuerza logrando caerse, aún atada.

—Te dije que no lo intentaras —habló caminando hacia la salida.

Delilah sólo lo vio alejarse, prefería quedarse en el suelo a que el la ayudara a levantarse nuevamente.

—Volveré después y más te vale estar de buen humor. —Cerró de un portazo dejándola ahí.

La chica no hizo más que llorar ¿Qué más podía hacer? Estaba condenada a quedarse con un loco que piensa cosas absurdas, o al menos así era como ella lo veía.

~*~

—Te ves feliz —dijo Tim bebiendo de su cerveza.

—Si, tal vez —respondió cerrando la puerta tras de sí.

—¿Por qué? —cuestionó Brian.

—Ya saben, es genial llevar planes a cabo y con éxito.

Ambos intercambiaron miradas sabiendo a lo que el castaño se refería con "planes".

—Bien por ti —comentó Tim riendo.

—¿Y ahora qué? —Preguntó Brian.

—Tenemos cosas que hacer —respondió Tim poniéndose de pie seguido de los otros dos.

~*~

—Oh no —dijo Katherine a su esposo al ver una patrulla frente a su hogar.

John presionó el acelerador y se detuvo en su hogar para después bajar rápidamente seguido de su esposa y su hija menor.

—Buenas noches —saludó el policía.

—Buenas noches ¿Qué sucedió? —Preguntó John.

—Delilah —susurró Rose.

—Llamaron por teléfono a la comisaría, se han llevado a su hija.

John tragó en seco ante la noticia, Katherine se cubrió la boca con las manos y Rose comenzó a llorar, sus pesadillas se habían vuelto realidad.

~*~

—Delilah —llamó Toby entrando al cuarto.

Delilah seguía en la última posición, con los ojos rojos e hinchados por el llanto.

—No llores Lilah, te traje algo de comer —dijo levantando la silla del suelo obligándola a dirigirle la mirada.

—No tengo hambre —habló con frialdad.

—Dije que te traje algo de comer, no te pregunté si tenías hambre —contestó con voz firme dándole de comer.

Delilah comía con la mirada baja, no tenía intención de mirarlo, no ahora. Lo veía como un monstruo que le arrebató su libertad.

De saber que esto sucedería, no le habría dirigido la palabra. Pensó y soltó un suspiro.

—Vamos Lilah, anímate —dijo con simpleza.

La chica se negó a responderle, mantuvo la mirada abajo logrando que Toby se enfadara, desde su punto de vista esto estaba bien y ella estaba siendo malagradecida.

—Estás colmando mi paciencia —comentó tomándola del cabello y mirándola a los ojos.

Delilah intentó mantener su mirada firme y no largarse a llorar otra vez.

—Más te vale cooperar o entenderás por las malas. —La soltó y salió del cuarto cerrando la puerta con fuerza logrando un sobresalto de su parte.

Ya se había resignado, no tenía salida de ésta y era cooperar o terminar muerta, la respuesta estaba clara.

Iba a ser el epílogo pero me salió un capítulo ;-;

♡♡

Connection ||Ticci-Toby|| #ConcursoSmallWhere stories live. Discover now