Cuando El Sol Se Va

25. Mis hijos

Me levanté temprano, hoy salimos para el pueblo a visitar a mi suegra.

La verdad me gusta ir al pueblo, visitar a mi suegra y a mi hermana. Y que mis hijas pasen tiempo con la naturaleza y en el campo.

- mamá, ya esta listas la maleta- me decía Amelí mientras asomaba su cabeza por la puerta.

- está bien, di le a tus hermanas que estén listas.

Termine de guardar unas cosas en mi maleta. No llevaba muchas cosas, solo las necesarias.

- chiquita ya esta lista la camioneta para irnos.

-  puedes subir a las niñas por favor amor - le dije.

- claro, ya terminaste de empacar para que me lleve la maleta.

- si, ya puedes llevártela- se acerco y me dio un besó y después salió con las maletas.

Salimos para el rancho, el viaje fue tranquilo, nada fuera de lo común. Al llegar a el rancho nos recibió la mamá de Gerardo.

- que bueno que llegaron con bien.

- abuelita - salieron las niñas de la camioneta  y la abrazaron.

- mis niñas, adivinen que les prepare?

- tarta de queso - dijeron las tres en tono emocionado.

- sii  vamos adentro -las niñas entraron corriendo a la casa.

- hola Doña Cecilia - la salude de beso en la mejilla.

- hija, que linda te ves con tu pancita - me decía mientras la acariciaba - cuando nace?

- en veinte días aproximadamente.

- y ya sabes que será? - dijo ella un tanto emocionada.

- no,  quiero que sea sorpresa - le conteste.

En eso llego Gerardo y saludo a su mamá. Entramos a la casa, para comer.

Al día siguiente fui a ver a mi hermana. Que estaba de vacaciones en el pueblo. Ella se había ido a estudiar la Universidad al extranjero.

- buenas tardes - le dije mientras ella abría la puerta.

- gorda que bueno que vienes, supe que estabas aquí en el pueblo.

- estoy embarazada tonta, pa que me querías.

- te quería ver, tiempo que no te veo. Sabes que eres mi hermana favorita.

- que quieres? - tanto amor no puede ser posible.

- quiero ir a Acapulco con mis amigas, me das permiso.

- y si te pasa algo.

- no me pasara nada. Desde que mamá murió yo solo te doy explicaciones a ti y ahora quiero tu permiso.

Mi madre murió hace apenas tres años, de un ataque al corazón. Ella y yo no teníamos una buena relación, pero lo malo es que no estuve cerca cuando ella murió.

- esta bien, ya estas grande para cuidarte sola. Necesitas dinero?

- no, tengo unos ahorros que si me alcanzan.

- bueno - saque mi chequera y le hice un cheque - toma y ocupa lo si es necesario.

- no es necesario hermana - dijo ella mientras rechazaba el cheque.

- toma y si en dado caso no lo ocupas, lo guardas para el título.

- esta bien.

Ya en la ciudad, salí con las niñas a la cafetería. Las chicas me llamaron diciendo que la computadora no estaba funcionando bien y  decidí echar un vistazo.