Black and White 《H. S.》

Cuatro: "El inicio"

(---)Flashback - Hace 4 años /lunes 6 de setiembre del 2010/

Lo miré en la mesa de al fondo del comedor donde siempre se sentaba... solo. Sin nadie que se le acercara de forma amistosa o interesada; yo tenía muchas semejanzas con él, los dos habíamos pasado por cosas terribles que supimos lidiar de distintas formas, Zayn me daba mucha lástima; pero aunque sintiera pena por él ese no era mi objetivo, solo requería de su ayuda.

Así que lo decidí, me iba acercar a Zayn Malik y le iba a hablar. Sabía que las personas curiosas o con el afán de ayudar a personas jodidas como él siempre resultaban lastimadas; pero en mi caso yo no tenía nada que perder ¿Qué más daba? Sentí los nervios recorrerme cada centímetro del cuerpo causándome una sensación nada agradable, pero aun así me arme de valor y me acerque lentamente a la mesa en la que estaba sentado fumando un cigarro.

Me aclare la garganta para que se diera cuenta de mi presencia y a pesar de que la noto, simplemente la ignoró. Como un completo idiota que sé que es, en el pasado había tenido una rivalidad irremediable con... una persona muy cercana a mí; pero que ya no estaba más cerca ¿Por qué yo habría de guardarle algún rencor? A mí no me había hecho nada malo. Por lo que insistí y antes de que me aleje con pasos largos más que indignada por el obvio rechazo, él se aclaró la garganta.

– ¿Qué es lo quieres, pequeña perra? – dijo cínico mirándome de forma tan sucia que me hizo sentir indecente por la ropa que llevaba. Aun cuando sabía que eran unos simples jeans ajustados con un top cerrado, nada provocativo. Pervertido de mierda.

– A mí no me vas a venir a insultar Malik, yo no soy como las niñatas lloronas de por ahí – Señale a las porristas, un cliché; esas tipas siempre van a ser unas operadas más fáciles que la tabla del uno – A mí me RES-PE-TAS.

Él solo volteo los ojos y bufo como cuando te cuentan un mal chiste y eso me hizo enfadar aún más de lo que ya estaba.

– Bien... digamos que estoy de acuerdo contigo. Ahora ¿Me dirás que es lo que vienes a buscar de mí? Porque si quieres una buena follada, conozco un lugar menos público princesa. No creí que fueras tan... liberal. – Gruño mirándome con hambre; entonces sentí asco, tenía unas inmensas de vomitar y de gritarle que yo no era ninguna puta y que no estaba dispuesta a soportar aquello.

Pero me contuve, porque sabía que él me sería útil. Me ayudaría a olvidar y enterrar en el pasado a... Harry, por fin podría rehacer mi vida sin tener esa esperanza en mí de que en algún momento volvería y todo sería como antes. Zayn era mi única salida, mi boleto a liberarme de mis demonios.

– Voy a ignorar cada uno de tus comentarios de mierda. Porque enserio esto es importante para mí. Necesito tu ayuda Zayn. – Por primera vez en mi vida mi orgullo se fue a la basura porque sabía que si continuaba así, no podría soportarlo.

Frunció el ceño y me miro interrogante con una curiosidad que me demostró que estaba interesado en el tema. Pidiéndome secretamente con una mirada que continuará, así que continué.

– Verás... sé que eres una de las personas de aquí que ha vivido más, sabe cómo afrontar situaciones que tengan que ver con el dolor y sabe cómo eliminarlo del sistema por completo. – Suspiro por lo que estoy a punto de pedirle, no hay marcha atrás. – Y yo necesito que me ayudes a quitarme este dolor que llevo encima, no puedo seguir viviendo de esta forma; fingiendo que soy feliz y que mi vida es perfecta cuando no es así en absoluto ¿Cómo es que lo haces? ¿Cómo ignoras lo que te hace daño y lo tomas como un juego, como una broma?

– Eso es fácil de responder Aspen. No necesitas mi ayuda, solo necesitas apagarla. – Respondió simple con una mirada de comprensión que al instante cambio a una burlesca, pero ese segundo que me irradio comprensión de su parte me fue suficiente para sentirme normal, solo por un instante.