My Valentine [2]

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Sabía que era demasiado bueno para ser verdad.

Sabía, oh sí que sabía. Es decir, el mundo es tan Jun que solo quería que Jihoon pusiese sus pensamientos en orden para llegar y ¡bam! acuchillarle frente a frente como Freddie a Herrman en Chicago Fire. Pero quizá Jun era mejor que el mundo, no lo creía capaz de tal atrocidad. ¡Viva Junhui!

¿Qué pasaba? Era simple, todo pasaba.

Tras el profundo momento que tuvo Lee Jihoon consigo mismo, había decido ir de inmediato al punto de encuentro, denominado "la reducida sala de estar", su mente planteándose que ya todos deberían de estar allí. Y, sí, casi todos estaban allí.

Y en ese casi se incluía Yoon "el ángel" Jeonghan.

Le provocaba comportarse de manera fuera de sí el tan solo ver su trato con el líder de SEVENTEEN. Estaba totalmente celos-

...Espera,

¿Él? ¿Celoso? Imposible...pero conocía tan bien esa sensación de querer alejar al segundo mayor del grupo y ser él el que recibiese aquellos tratos dados por Seungcheol. Esa molestia que ardía y entre más intentaba apaciguarla, peor se ponía. ¡Esas ganas de lanzar su preciado orgullo por la borda y gritar que nadie más podía tocar al apodado S.Coups!

Pero sería muy psicótico, así que no.

Sus pasos se detuvieron al ver tal escena y no quiso entrar a la sala, no aún. Se apoyó en la pared lateral que lograría cubrirle unos pocos instantes y cerró sus ojos a la vez que tomaba una profunda bocanada de aire. No podía comportarse así, no ahora, este momento era totalmente crucial. No importaba que ocurriese después, no podía ser tan malo, ¿verdad?

¿Verdad?



Todos los miembros de SEVENTEEN se encontraban en la sala de estar luego de unos 20 minutos tras el aviso de Minghao acerca del "evento" de San Valentín. Incluyendo a Jihoon, se encontraban esparcidos en el suelo en un círculo asimétrico, cada quien con su propio regalo a dar. Los rayos de la una de la tarde comenzaban a colarse por las ventanas mientras hablaban de manera animada hasta que Hoshi tomó la palabra.

—Presten atención. Lo que haremos ahora será colocar nuestros regalos en el centro del círculo. ¿Me comprenden? —Se levantó y tomó un cojín para dar una explicación gráfica. —Este es mi regalo...—"¡Un baile es mejor!" se escuchó de fondo y todos rieron, también Soonyoung. Luego se la cobraría a Seokmin. —Ya, ya. Colocaremos el regalo. —Se dirigió al centro del círculo y colocó el cojín y lo posicionó allí. —Y luego volveremos a nuestros asientos. De la misma manera se repetirá el orden para que cada uno busque en el montón un regalo dirigido a sí mismo. ¿Todos especificaron para quién iba? —Un "Sí" general hizo eco y aplaudió, devolviendo el cojín al sofá y volviendo a su lugar en aquel desordenado círculo.

Y así fueron uno por uno, desde Seungcheol hasta Chan, dejando sus regalos amontonados en el centro del círculo. Jihoon sintió sus orejas enrojecer al sentir las miradas sobre él cuando dejó el regalo, queriendo golpear a Mingyu cuando este le hizo señas. Cuando se sentó, vigiló a todo que fue después para evitar que sus chocolates y carta fuesen atacados por un regalo pesado.

Ya no había vuelta atrás y el nerviosismo había comenzado a carcomerle. Recordó el último detalle que le colocó a aquella vergonzosa y profunda carta, esperando que el peli-negro hiciese caso.

"¡Jamás lograba encontrar lo que necesitaba cuando lo necesitaba! (Excepto a Mingyu) Y estaba naciendo una furia en su pequeño ser. ¿Cómo que no había una maldita hoja de papel?

Pero como si el mundo estuviese jugando con él (es decir, siempre), mágicamente encontró un pedazo de hoja sobresaliendo de debajo del colchón de la cama de Mingyu. No iba a cuestionarse nada.

Agarró el pedazo aquel y lo volvió a partir, teniendo un cuarto de un cuarto de la hoja y así, tras apoderarse de un bolígrafo, escribió:

"No leas la carta hasta que estés solo, ¿me entiendes, Choi Seungcheol?"

Puso unos cuantos dibujos de rostros "amenazantes" y cortó un minúsculo pedazo de adhesivo, que al parecer era más fácil de encontrar que una hoja de papel, y cuidadosamente pegó aquella notita en el frente de la carta."

Algo concentrado en sus pensamientos, no se fijó cuando el maknae del grupo dejó su detalle sobre los demás y...

Todo se volvió un desastre.

Exceptuando a algunos, SEVENTEEN se lanzó al ataque. No salvaje, pero si en busca de su regalo. Entre ellos estaba Seungcheol. Fue gracioso de ver, eran como niños de kínder en busca de un dulce perdido o algo así, sus personalidades encajaban perfectamente en aquel momento.

Cuando comenzaron a dispersarse los que quedaron atrás, en espera de que la manada terminara de atacar, tomaron sus regalos.

Hasta este momento no se había cuestionado, ¿quién sería su amigo secreto? ¿Quién tendría el ingenio de regalarle aquello a Lee Jihoon? Estuvo tan ocupado pensando en otras cosas que no se dio el tiempo para cuestionárselo y fantasear con ello. Pero al ver de qué se trataba, una brillante sonrisa adornó su rostro.

Aquel regalo era perfecto. Se componía en una pequeña libreta que decía "Cuando la inspiración ataca" en el frente mientras notas musicales le rodeaban. Estaba más que claro que era para escribir canciones cuando el sol salía y no estaba en el estudio o con su computadora cerca. También se encontraban un par de audífonos y una carta de tamaño regular.

Observó a sus compañeros y se dio cuenta lo absorto que había estado en la revisión de su regalo. Algunos ya se habían retirado, otros agradecían con bromas y muestras de afecto antes de imitar a los que ya no se encontraban ahí, otros ya comían, utilizaban o presumían su regalo, y otros, como Mingyu, daban un regalo de manera tímida a aquella persona que les gustaba. Y al parecer a Wonwoo le encantó el regalo del castaño.

Sonrió nuevamente, contento de ver a sus amigos felices. A todos. Estas fechas siempre eran divertidas y bonitas entre ellos, siempre estaban en familia.

Se sobresaltó al sentir una mano en su hombro y sus pensamientos fueron abruptamente interrumpidos. Su mirada fue hacia aquel que demandaba su atención y no pudo evitar abrir sus ojos con sorpresa, o nerviosismo, o ambos, al ver que no era otro que el destinatario de aquel regalo que había preparado con tanto esmero esta mañana.

Seungcheol.

Hey, February 14th 《 JiCheol 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora