Parte 2

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Sara fue por su agenda he hizo varias llamadas.

No tuvo suerte, todo el mundo estaba trabajando, o en horas extras en su trabajo, o en el crucero por el río. Podría ir a cualquiera de los bares de la ciudad, pero no quería hacerlo sola. En equipo, podrían esquivar la atención masculina, y no siempre era bueno, pero sabía que estaría más a gusto con sus amigas.

El timbre sonó varias veces más y Sara  cruzó la sala para repartir caramelos a los niños del barrio.

¿Dónde estaba su Daddy de todos modos?

Él debería estar en casa ahora.

Miro su reloj, eran las ocho y media, su turno en el hospital debería haber terminado hacía noventa minutos. Sabía que él había tomado unas horas extras para que los médicos que tenían niños pequeños pasaran la tarde con ellos pidiendo dulces. Tal vez había conseguido un bocado para comer o algo así.

Entró en la cocina, abrió una botella de vino y vertió un poco en un vaso.

Después de toda la tensión del día, entre el trabajo, su coche y esta mierda de situación con Blake, sus músculos estaban hechos nudo y necesitaban relajarse.

Levantó un brownie de chocolate y lo llevó a su boca, le dio un lento mordisco, sus ojos se cerraron. Entre el trabajo y prepararse para la noche, no había cenado, pensando que obtendría algún mordisco en el barco. Ahora su estomago rugía, haciéndole saber que tenía que alimentarse mejor así misma regularmente.

Entre sorbo y sorbo de su vino, se terminó su brownie, iba a tomar un segundo brownie cuando la puerta trasera se abrió y alguien exclamó. Se dio la vuelta, atrapó el chocolate entre los labios y sonrió.

Zayn Malik no sabía en que día vivía, maldita sea, entró en su casa, agotado después de un turno de doce horas en el hospital y se paró, mirando en estado de shock.

No había esperado que Sara estuviera en casa, y desde luego no esperaba que tuviera puesto ese disfraz.

Un gruñido que ni siquiera trato de frenar se le escapó y se quedó en el aire entre ellos.

Ella estaba inmóvil, mirándolo con los ojos abiertos, un trozo de chocolate presionando contra sus carnosos labios, una copa de vino en la otra mano.

Estaba vestida para Halloween o para un papel protagónico en una película pornográfica acerca de los ángeles caídos. Su camisa color negro y rojo se ajustaba a sus formas, sus pechos se derramaban en la parte superior, y la falda, si se pudiera llamar falda a lo que usaba, terminaba un par de centímetros debajo de su entrepierna. Unos cuernos salían de su cabeza y llevaba botas altas de un color rojo. Y las alas de color escarlata se desplegaban detrás de ella. Se veía como el pecado y quería ahogarse en ella.

Zayn podía sentir como se endurecía debajo de los pantalones marrones que llevaba, los pantalones que no ocultaban ni un carajo.

Arrancó su mirada, se dirigió a la nevera y sacó una cerveza quitándole la tapa. Se había tomado la mitad de la cosa antes de que pensara que podía tener el control suficiente para intentar mantener una conversación.

—Pensé que ibas a salir.

—Blake me canceló. —respondió ella, con nitidez en su voz.

Le escuchó un sonido profundo de su garganta, puramente sexual que hizo que su polla empezara a palpitar y a doler, luego tragó, terminando su cerveza de un trago, y colocando la botella vacía de cerveza en el mostrador.

Zayn se volvió entonces, viendo que ella seleccionaba otro brownie y se lo llevó a la boca. Sus labios se cerraron alrededor de él, sus ojos revoloteaban cerrados y él no podía apartar los ojos. Verla comer el pedazo de chocolate era una experiencia sexual.

Cielos, te necesito, le dijo en silencio, dejando caer su mano sobre su dura polla, se permitió un solo apretón, antes de que recordara que estaba mal, quitó la mano.

Quería a su pequeña y no era correcto.

Estaba casi malditamente cerca del incesto.

¡Maldita sea!

No tenían ningún vínculo biológico, se había casado con su madre cuando ella era una estudiante de segundo año en la escuela secundaria. Nunca se hubiera imaginado que cinco años más tarde estarían diciéndole adiós a su madre, cuando un cáncer agresivo se la había llevado solo dos meses después del diagnóstico.

Desde entonces, Zayn y Sara lo habían hecho bien solos. Ella trabajaba en una clínica adjunta al hospital, donde él trabajaba en la sala de emergencias.

Ellos eran amigos cercanos, compañeros de habitación, la única familia que tenían.

Pero nada sexual

¿Qué diablos le estaba pasando?

Daddy - Zayn Malik (O.S)Where stories live. Discover now