Hear Me - Niall Horan y Tu fanfiction. By backforbritish || TERMINADA ||

Hear Me - Capítulo 26

Viste al otro lado del aparcamiento un hombre alto, trajeado y minuciosamente peinado, al instante supiste de quien se trataba. Aceleraste tu paso hasta llegar hacia él y abrazarle.

Tu padre: Hola hija, ¿qué tal el viaje?

Tu: Bien, papá, aunque creo que te has excedido demasiado... no hacía falta que me cogieras la clase vip.

TP: Quería que te sintieras bien - Dijo cogiendo tus maletas y llevándolas hacia la parte trasera del coche.

Tu: Si y gracias, pero no quiero que gastes tu dinero innecesariamente - Le seguías con la mirada.

Tu padre se quedó en silencio mientras montaba las maletas en el coche, cerró la puerta de un portazo y se dirigió de nuevo hacia donde le habías visto por primera vez. Le mirabas algo confusa ¿Habrías dicho algo mal? Tu padre descansó la espalda sobre la puerta del coche.

Tp: La última persona que me dijo eso fue tu madre.

Arrugaste el entrecejo al pensar que se había puesto de los nervios tan solo porque le recordaras a tu madre.

Tp: Está bien, ni si quieras has pasado diez minutos conmigo y ya estamos mal.

Tu: Yo no lo estoy.

Tp: Pensé que si... - Se quedó mudo al ver como le mirabas.

Diste la vuelta al coche para subir por la puerta del copiloto. Por el rabillo del ojo viste a tu padre entrar y ponerse el cinturón a la misma vez que él miraba si tu lo tenías puesto. Pusiste los ojos en blanco ante ese hecho «Por el amor de Dios, no tengo diez años» pensaste. Tu padre te miraba como si fueras un libro, estaba pendiente de cada detalle y sabías porqué te miraba así cuando apartó el pelo que te cubría el aparato.

Tp: Odio como te queda - suspiró.

Te incomodaste un poco ante su revelación. Te moviste en el asiento para deshacerte de su mano tocando tu aparato inspeccionadolo al completo.

Tp: Perdón, se que no te gusta.

Tu: N-no pasa nada - Giraste tu cabeza hacia la ventanilla para evitar su mirada.

Al hacerlo viste un coche negro muy familiar como a unos veinte metros de donde os encontrabais tu padre y tú. Dentro del coche tu padre seguía hablándote aunque tú a penas le escuchabas. No dejabas de mirar aquel coche negro ¿De que te sonaba tanto? Las ventanas estaban totalmente tintadas y eso te impedía más la visión cuando querías averiguar si había alguien dentro. Viste como la ventanilla de aquel coche bajaba, achinaste los ojos cuando de repente los abriste como platos, sin ninguna duda, era el coche de Niall.

Tp: Eh ____, ¿estás bien? - Te agarró de la muñeca para traerte de nuevo a la conversación con él.

Tu: ¿Q-que? Oh... si, perdona papá.

Tp: ¿Qué mirabas con tanto...

Tu: Nada papá, nada, creía haber visto a alguien pero no... - Le interrumpiste nerviosa.

Tu padre hizo un gesto de incomprensión mientras arrancaba el coche. Por el espejo retrovisor viste como los faros del coche de Niall se encendían a la misma vez que los de tu padre ¿Te iba a seguir? De nuevo un mar de mariposas recorrió toda tu barriga. El motor del coche se puso en marcha salisteis de aquel oscuro aparcamiento. Bajaste la ventanilla para hacer que el aire entrara dentro del coche y así romper el silencio que se había creado entre vosotros dos. Sacaste la mano por la ventanilla para hacer olas entre el aire que empujaba tu mano a gran velocidad, te encantaba notar que tocabas el aire mientras que lo dejabas escapar entre los huecos de los dedos, tu padre te miró y sonrió  al verte tranquila. Tu padre paró el coche delante de una enorme casa que estaba en el centro de una urbanización de la cual recordabas. Te bajaste del sin dejar de mirar aquella casa. Tu casa. Cerraste la puerta y te dirigiste al pequeño caminito formado por largas y finas rocas minuciosamente colocadas entre aquel césped hacia llegar hasta las puertas de tu casa, tiempo atrás hubieras jugado a pisar las lisas y finas rocas con cuidado de no pisar el césped, al recordarlo una pequeña sonrisa se pudo vislumbrar en tu cara. Tu padre llegó por detrás con tus maletas, abrió la puerta y tendió la mano hacia dentro de la casa para que entraras tú primero. Agradeciste el gesto con una sonrisa.