Twenty - two.

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Apareci unos segundos despues algo distanciada de el
- Vamos a toma algo, muero de sed- dije saliendo de la piscina, bufo pero terminó accediendo porque salio tambien -¡que quieres tomar?¿ Un licuado te parece?
- Como quieras - estaba raro y creo que se el porque, pero que digo es una locura, eso no puede ser

Prepare los licuados, estaban ricos pero evite comentar. Termine, deje el vaso en la bacha y fui hasta la cabaña donde me quedaría a dormir, eran las 7pm ya el sol iba bajando en posición de ponerse, me senté en el pequeño balcón a ver el atardecer.
- Chicos - llamo nuestra atención Rachel la mama de Will - iremos a comer al pueblo ¿nos acompañan?
- Claro -me levante de uno salto me mire al espejo y salí por la puerta

No había hablado desde que salimos de la pileta con William, él tampoco lo intentó asi que yo tampoco lo iba a hacer. No sabía si vendría con nosotros y por más que él no fuera, iría igual. El viaje fue algo largo, pero valió la pena. Al entrar a un pueblo por asi decirlo, la entrada estaba iluminada con lucecitas de colores como las del árbol de navidad, ahí es donde buscaríamos un restaurante para comer.
Hicimos unas cuadras más adentrandonos en el pueblo, el auto se detuvo y entramos a un restaurante que fue el que nos recomendó Margaret que por cierto nos acompañaba junto a su marido. Todos pedimos diferentes cosas excepto yo y Will que pedimos una pizza entre los dos. No habíamos hablado ni cruzado miradas en toda la noche, por mas orgullosa que sea esto me estaba haciendo mal yo no puedo no hablar con él m, y estoy segura que a él le pasa lo mismo. Lo voy a hablar, lo mire y justo me miro nos conectamos pero no sabía que decirle asi que aparte mi vista.

Después de comer fuimos a ver el lugar, era un lugar turístico por eso había negocios artesanales y cosas asi. Y debo decir que había chicos que atrajeron mi atención, y creo que Will lo noto ya que los miraba mal y si, se me acercaban para ahuyentarlos.
- ¿ Te pasa algo?- le pregunté y negó sin siquiera mirarme- Bueno entonces ¿por que no dejas que nadie se acerque a mi?-lo mire, el desvió la mirada y no contestó sólo se alejó un poco de mí

Llegamos a un negocio donde un simpático señor me llamo a que me probara unas alhajas, eran hermosas asi que acepte y me probé algunos anillos, tenían piedras de colores raros pero hermosos.
- ¿Cual quieres?-pregunto el señor
- Lo siento pero acá no tengo dinero para pagarlo - sonreí
- Que el joven lo haga -señalo a Will quien pasaba por ahí e inmediatamente negué y frunci el seño
-No ¿por que lo haría? -pregunte
- Porque es tu novio y ellos acostumbran a regalarles cosas a sus chicas y mas si son tan lindas como usted bella dama
- No, no lo somos -dijo Will y mi rubor se borro
-Discúlpenme pero es que ustedes hacen una hermosa pareja, y ustedes deben estar juntos yo lo se -reí del nerviosismo y suplicaba porque este hombre se callara de una vez- los viejos somos sabios -rió y le sonreí con ternura
- Gracias pero somos amigos- Will ya no estaba
-Disfrute de la noche señorita - dijo el hombre y me largue de ahí 《momento incómodo》

Después de un rato volvimos a las cabañas, ya era algo tarde y estaba cansada. Nos dependimos de los padres de él y de sus amigos. Enguage mi boca y me puse un pijama que me habían prestado, me acosté a oscuras y él hizo lo mismo.

Cosas del Destino#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora