capítulo 3

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- no, no, de hecho es la primera vez que me pasa- dijo risueño. - me refiero a que nadie confía en mi...por ser lo que soy...-

- ... - no sabía exactamente que responderle, nunca he sido una nazi como para entender lo que se siente.

- porque le diste una flor a mi hermana, y porque la acaricias sin conocerla? - dije al fin

- pfff, como si fuera un delito darle un pequeño presente a una niña, además, Me gustan los niños - dijo mientras se rascaba la nuca

- te gustan los niños? Nazi, y pedófilo, que combinación tan perfecta - dije sarcástica

No me había dado cuenta de lo que estaba haciendo, estaba hablando con un nazi como si se tratase de un amigo. Al darme cuenta me recorrió un escalofrío por la espalda, sentía como estar hablando con una bomba, si decía algo que no le agradara, para el sería muy fácil explotar su rabia, y dispararme.

- que!? Lo dices en broma verdad?. Me gustan los niños, pero porque siento que la mayoría son almas puras, no sienten odio y no le desean el mal a las personas. Ellos solo viven su infancia.

- hablas de ellos como si fueran unos angeles, quizás la mayoría si...pero olivia no tiene nada de ángel, es un pequeño demonio- dije mientras hacía unas cosquillas a olivia por el cuello.

- y además muerde como un demonio- rió un poco, y se miró el dedo que lo tenía un poco rojo.

- lo lamento señor, creí que iba a golpearme- dijo olivia que aún se escondía detrás de mi pierna.

- no pasa nada princesa, además,...a que mi dedo no se ve apetitoso?- se llevó el dedo a la boca e hizo como si se lo estuviera comiendo.

Olivia soltó una risa, salió de detrás
De mi pierna y se puso al lado mío. Creo que llegué a la conclusión de que nick es un verdadero payaso.

- puedo preguntarte tu nombre?- dijo mirandome a los ojos.

- Alina..Alina vugman, y el tuyo? Nick, verdad?- dudé un poco en si decirle mi apellido.

- Alina..me suena a algo, pero no se a que... - se quedó pensando unos segundo- así es, me llamo nick glücksmann.

Tenía un nombre muy bonito la verdad.

- Alina...la harina!?- dijo olivia casi gritando.

- si!! Eso es! Alina la harina - me dedicó una bella sonrisa.

No puede evitar no sonreír, su sonrisa era hermosa al igual que sus ojos.

- uhm..creo que ya es hora de que te vayas al colegio, es muy tarde, lamento haberte atrasado, pero no iba a dejar que te mataran-

sentí como mis mejillas ardían, no quiero hacerme ilusiones tontas, quizás el es así con todas las chicas.

- si, supongo que ya debo irme, gracias por todo- me di la vuelva, tome a olivia de la mano y me alejé con el pulso acelerado.

- espera! La casa donde te vi..vives ahí?-

-si..- me estaba poniendo nerviosa, no quería, encontrarme con nick nuevamente, podría tener problemas.

Vi como nick se dio la vuelta y se alejó lentamente.

Antes estudiaba en un colegio normal, pero luego nos trasladaron a un colegio exclusivamente para judíos. Vee es mi mejor amiga, la considero una hermana, nos sentamos juntas en clases y la verdad es que somos buenas estudiantes, solo que vee es un poco....irresponsable. Milagrosamente no tuve problemas por llegar tarde. Dejé a olivia en su salón, y luego me fui al mío.

Entré y todos se viraron para mirarme, normal, no era común en mi llegar tarde. El profesor no me dijo nada, solo siguió con su clase de historia. Dejé mi mochila colgando del respaldo de mi asiento y saludé a vee.

- tu que haces llegando a estas horas!?- dijo vee susurrando -creí que no ibas a venir -.

Dudé en decirle a vee lo que pasó, por miedo a que creyera que estaba loca, o que mentía.

- ahm..te explico luego- aún sentía mi pulso acelerado. - como estas?-.

- tu como estas, mirate, estas tiritando, pasó algo malo allá afuera?- me tomó del brazo

- nada..solo, estoy un poco cansada- mentí

- Alina, vee, silencio, si no se callan tendré que separarlas- dijo el profesor mientas jugaba con unos destacadores en sus manos.

- al, vamos, algo te pasa, no me mientas- vee sabía perfectamente cuando mentía - si no me dices no te dejaré tranquila-.

- vee, toma tus cosas y sientate acá- señalo un puesto vacío cerca de su mesa.

Vee guardó sus lápices en su estuche, cerró sus libros, tomó su mochila, y se fue al nuevo puesto.

- Mm...Erick, sientate junto a alina- erick era un chico muy guapo, alto, una mirada sexy, y una sonrisa encantadora.

- que guapa estás hoy, bueno, siempre estas guapa- se estiró en el asiento y puso sus manos detrás de su cabeza.

- gracias- gracias!? Eso era lo peor que podía decir, no quería que creyera que me gustan sus cumplidos, o peor aún, que el me gustara.

- y además hueles muy bien- dijo sin dejar de mirarme, me estaba poniendo incomoda.

- se llama ducharse- permanecí mirando al frente. Al ver que no respondía, me giré hacia el. - algo que tu haces muy pocas veces -

Intentó decir algo, pero sonó el timbre.

-guarden sus libros- dijo el profesor.

Salí con vee al patio, y nos sentamos en una mesa de la cafetería.

- bien, ahora me dirás que sucedió? - dijo mientras le daba una mordida a su pan integral.

Vee era un chica de rasgos comunes, ojos cafes, pelo negro, unos cuantos kilos de más, pero aún así no dejaba de ser hermosa.

- bueno, hay un chico..que.. Bueno..el- se me estaba haciendo complidado

- que? ya no eres virgen? - aveces vee pensaba solo en penes, sexo, y chicos sexys.

- no, es que..- bajé el tono de voz- es un nazi...-

- Alina a ti te golpeaban de pequeña verdad?- hizo una pausa- siempre tienes los gustos más raros con los chicos, pero..un nazi!?-

- tranquila, no pienso volver a verlo, no quiero tener problemas- se me revolvió el estomago al pensar el lo que me podría pasar.

- pero como pasó todo esto!?- me miró fijamente como intentando encontrar la respuesta en mis ojos.

- bueno, lo vi en mi ventana una noche, dejó una bolsa con dulces en la entrada de mi casa, y bueno..hoy..me salvó la vida..-

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~gato negro

El Corazón De Un NaziDonde viven las historias. Descúbrelo ahora