Capítulo 2: "El encuentro"

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Narra Adrien.

Ahí estaba yo en una situación que creía que, nunca iba a pasar. Me había atrevido a pedirle que nos juntásemos por lo menos una vez, diciéndole que era su fan. Pero realmente no me esperaba estar esa misma tarde en una cafetería frente a ella.

Me sentía completamente atrapado en sus ojos, su mirada color cielo me sumía en otro mundo. Su cabello negro azabache me enredaba y me confundía, al igual que sus labios rosas de aspecto suave me pedían besarla. Y ni hablar de su traje rojo, era sin duda el mismo de siempre, pero ahora aumentaba el misterio de la situación, lo hacía más interesante.

Ladybug: Y, ¿en serio eres mi fan? Perdóname, pero simplemente es como si no lo pudiera creer.

Adrien: El número uno -sonríe-

Abrí mi bolso y saqué una pequeña caja envuelta en papel de regalo; le extendí el paquete y entregándoselo vi su curiosidad salir, aunque nunca escondía esa sonrisa, parecía eterna.

Ladybug: Esto... ¿Es para mí?

Adrien: Sí, para la más bella heroína de todo París.

Ladybug: G-Gracias.

Rompió el papel ansiosa pero al mismo tiempo con una clara delicadeza. Sus ojos se iluminaron y me miraba incrédula mientras sostenía el collar de oro con un corazón en medio.

Me levanté antes de que rechazara mi regalo y colocándome a sus espaldas le coloqué el collar en su delgado cuello, realmente se le veía bien.

Era una situación tan extraña... Al pensarlo simplemente éramos dos desconocidos, pero parecía que nos tuviéramos mucho afecto y confianza. Di dos sorbos nerviosos a mi taza de café, la conversación no surgía.

Ladybug: Creo que ya debería irme.

Ante mí había visto a una chica bastante tímida. No me hablaba como cuando era Chat Noir, sino que a mi parecer, llegaba a ser demasiado amable. ¿Y quién estaba siendo yo en estos momentos? No lo sé. Alguna cosa rara como Adrien Noir.

Adrien: N-No... Un rato. ¿Me permitirías contemplarte un rato más?

El ambiente no era para nada acogedor. Lo único que hacíamos era bajar la mirada, subirla, encontrarnos por un momento y volver a bajarla. Era eso una y otra vez. Cerebro... Un tema, te pido un sólo tema de conversación.

Adrien: ¿Y-Y qué pasó con Chat Noir? No lo vi junto a ti hoy.

Ladybug: Ah... -mira hacia arriba pensando- No tengo idea.

Adrien: ¿Están peleados o algo?

Era mi momento de sacarle información. Ladybug, te quiero, pero tú, ¿quieres a Chat Noir?

Ladybug: No, si nos peleásemos por tonterías pondríamos en peligro a París. Además -sonríe-, nos llevamos de lo mejor, aunque no quisiera admitirlo.

Adrien: Pero, en la preparatoria, tú venciste al akuma sin necesitarlo...

Ladybug: E-Eso fue... ¿Eso fue gracias a ti? D-Digo, había un civil en problemas, t-tenía que ayudar, con o sin él.

Un civil. Un civil entre todos los otros, nada más que eso.

Adrien: Ladybug, tú, ¿qué sientes por Chat Noir?

Ladybug: Es una pregunta repentina. Podría decir que mucha confianza, cariño, eso.

Adrien: Yo pensé que eran novios. Es que siempre van de aquí para allá juntos.

Vi como comenzó a hablarme con cierta desesperación. Lo negaba rotundamente, quería hacerme creer todo lo contrario mientras yo esperaba que me diera una esperanza. Sentía mi corazón apretarse y hacerse más débil.

Ladybug: Puede malinterpretarse, pero sólo somos compañeros.

Esa palabra, "compañeros", hizo que mi cuerpo dejara de moverse por un momento. Luego sólo le di una sonrisa y me reí, de otro modo podía ser sospechoso, y ella tampoco sabía que me hería. Iba a hacerle cualquier otra pregunta sin coherencia, hasta que el ventanal de la tienda por el que mirábamos hacia afuera se rompió.

Sentí los brazos de Ladybug rodear mi cuerpo, se lanzó sobre mí en un acto de protegerme de los pedazos de vidrio. Cuando alcé la vista me topé con su delgada figura; pero no era momento de mirar nada, pues su expresión dolida me llevó a mirarle las piernas que se veían tras el traje semi roto, tenía ambas rodillas ensangrentadas con un que otro corte.

Ladybug: -gime de dolor- Adrien, c-corre.

Se intentaba levantar pero no le daban las fuerzas. La llevé con cuidado a un rincón de la tienda, la gente corría y gritaba. No tenía que cuestionármelo siquiera, se trataba de un akuma y Chat Noir tenía que salir.

Adrien: Espérame, iré por ayuda My... ¿M-My Ladybug?

Ladybug: No te preocupes por mí, Chat Noir llegará.

Con el mismo brillo de sus ojos confiando en mí, un brillo de esperanza se encendió en mi interior.

Adrien: Sí..., seguro.

Me alejé rápidamente y abrí mi camisa, viendo en el bolsillo interior a Plagg dormido. Lo moví un poco y sin esperar a que despertase del todo, dije esas palabras que me convertían en héroe.

Adrien: Se arrepentirán de haber dañado a My Lady. ¡Plagg, transfórmame!

Déjame conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora